En los últimos años han surgido infinidad de marcas chinas que han sido denominadas en los titulares como “los nuevos rivales de Tesla”: Xpeng, Aiways, Great Wall… Y no solo chinas: Lucid Motors, antes Nikola Motors…

Sin embargo, si tuviéramos que elegir una única marca llegada desde el gigante asiático que, por estructura, pudiera competir con Tesla y otros fabricantes seguramente sería BYD.

BYD ha sido desde 2015 a 2019 la empresa que más coches eléctricos ha fabricado y vendido en el mundo. Y si es posible que haya gente que aún no había oído hablar de ella es porque la práctica totalidad de estas ventas se concentraban en el mercado interno chino.

China ha desarrollado durante los últimos 15 años una política muy agresiva, y en gran medida apoyada por su gobierno, para la fabricación y el impulso del coche eléctrico. Pero no es que les diera antes que nadie por preocuparse por el cambio climático, sino que detrás estaba una posición geopolítica ante su déficit de petróleo.

En ese ecosistema interno existen más de 30 fabricantes de coches eléctricos que hasta ahora se han dedicado a nutrir el boyante mercado automovilístico de su país. Y ahí, BYD ha conseguido copar siempre las primeras posiciones aunque no solo con coches eléctricos, sino también de combustión.

Pero si hoy hablamos de BYD es porque tras tener ya presencia en América Latina en países como Colombia, Brasil o Chile, este 2020 está siendo el de su desembarco en Europa. En abril, Madrid estrenó una remesa de sus autobuses eléctricos para el transporte público, y en lo que respecta a los coches particulares, ya han llegado a Noruega.

El país nórdico, puntero en electrificación, se espera que sea su primera parada para ir ganando territorios poco a poco en el viejo continente. Por ahora, lo hará con dos grandes modelos: el BYD Han, una berlina que ya se sabe que tendrá un coste de 45.000 euros, y su SUV Tang EV600, aún sin precio en euros. Vamos a conocer esta marca que puede que cada vez tengamos más cerca.

Una empresa de baterías que además hace coches eléctricos (y de combustión)

BYD – acrónimo de Build Your Dreams- fue fundada en 1995 por Wang Chuan-Fu, empresario que ha sido varias veces comparado como el ‘Elon Musk’ chino por razones que iremos viendo. En un principio, se focalizó en la creación de baterías para teléfonos, mercado que acabó copando en 2003 tras aliarse y prestar servicios a marcas como LG o Samsung, con el que reforzó su alianza hace poco tiempo.

El BYD E6, su primer eléctrico de 2006

¿Pero y los automóviles? Este hito también se produjo en 2003, cuando tras adquirir al fabricante vecino Qinchuan Machinery Works, comienza a producir sus propios vehículos. En un primer momento de combustión, aunque con la mirada ya puesta en entrar en la movilidad eléctrica. El primer eléctrico comercializado por BYD llegaría tres años después, en 2006, cuando lanza al mercado su F3, que pronto se convirtió en un éxito de ventas en China.

Siguen pasando los años y ahí entrar en el accionariado de la empresa alguien más que relevante, Warren Buffet, quien adquirió el 10% de sus acciones y después le ha ayudado a su expansión a otros mercados.

Pero volvamos a los coches eléctricos. Gracias al auge y la promoción del mercado interno, BYD se convirtió en 2015 en el mayor fabricante de coches eléctricos del mundo, puesto que conservó hasta 2019 cuando Tesla la superó gracias al Model 3. Eso sí, hay un asterisco en esta historia, y es que hasta 2019 BYD, pese a ser el mayor fabricante electrificado del mundo, aún vendía más coches híbridos y de combustión que eléctricos.

Wang Chuanfu

Con ello, llegamos hasta los años más recientes, con BYD convertida en un dominador también del mercado industrial y de autobuses, que como veíamos ya circulan por Madrid y también por California. Aunque aquí, por cierto, han tenido problemas por denuncias desde la administración debido al fallo de sus autobuses.

Su expansión por otros países en lo que respecta al coche particular ha seguido la senda de otros fabricantes chinos: por un lado, con muchos años sin prestar demasiado interés -el mercado chino era ya de por sí demasiado grande- y por otro, con problemas de homologación en términos de seguridad para entrar en los estándares europeos y norteamericanos.

Por ello, desde hace años sus primeras entradas internacionales se concentran en América Latina, donde ya tiene cierto peso, y desde 2018, cuenta con una fábrica en Ontario (Canadá) que parece que será la punta de entrada hacia Estados Unidos, algo que no obstante todavía está en el aire.

En Europa, por su parte, la entrada en Noruega supone apostar por uno de los países más electrificados del viejo continente, entrando con un modelo -el Han- de alta gama, que partirá de un precio de 45.000 euros, bastante más reducido que la competencia. Con su web y sistema de reservas ya presente en le país nórdico se espera que -crisis del coronavirus mediante- sus primeras ventas se produzcan ya este año.

Wang Chuan-Fu, el Musk chino, un diseñador español, y las acusaciones de plagio

Volvamos ahora con su creador. Chuan-Fu, uno de los mayores empresarios de China, ha sido comparado con Musk algunas veces por su visión innovadora y su impulso de lo eléctrico, aunque como decimos, BYD hasta hace nada vendía más coches de combustión que a pilas.

Su vocación innovadora, que ya le hizo ser el mayor fabricante de baterías del mundo, no ha estado no obstante exenta de polémica, y es que los modelos de BYD siempre han tenido cierto parecido -por no decir plagio- de modelos europeos más conocidos en su diseño.

Aunque lo parezca, es un BYD, no un Mercedes

Marcas como Toyota, o Mercedes por el tremendo parecido del BYD S8 con la delantera del Mercedes-Benz SL-Class, han acusado y en ocasiones elevado demandas contra BYD que hasta ahora han quedado pausadas gracias a pequeñas modificaciones. No parece que a Toyota, la gran ‘plagiada’ por los diseños de BYD, le haya importado con el paso de los años demasiado esta historia, no obstante, a comienzos de 2020 anunció su alianza con BYD para una nueva línea de eléctricos que se llamará BTET.

Estos son los coches eléctricos chinos que quieren irrumpir en el mercado

Por todo ello, quizá desde hace dos años BYD ha contratado para sus diseños al español Juanma López, ex de Ferrari o Audi y actual encargado del diseño exterior de sus coches.

El BYD Han

De este nuevo impulso ha nacido por ejemplo el BYD Han, la berlina con la que quiere empezar a entrar en Europa, que aunque sigue teniendo un recuerdo a Tesla, cuenta con una propia línea de diseño a la que han llamado ‘Dragon Face’ que se marca sobre todo en el interior con ciertos detalles que recuerdan irremediablemente su origen oriental. El Han, por cierto, cuenta con entre 506 y 605 kilómetros de autonomía, aunque con una pega, y es que BYD sigue ofreciendo estos datos bajo el cuestionable ciclo de homologación NEDC.

Las baterías siguen siendo el futuro de BYD

Veremos cómo entran estos vehículos en el mercado europeo, y quién sabe si pronto también en el norteamericano. Lo que podría abrir por fin el paso para la tan comentada, pero de momento poco palpable, llegada masiva de vehículos europeos.

Lo que sí que parece evidente es que BYD seguirá siendo, más allá de los coches, uno de los actores fundamentales en el mercado de las baterías. En abril de este año presentó sus nuevas baterías Blade, llamadas así porque se presentan en forma de cuchillas y forman parte de la nueva oleada de pilas en la que también está inmersa Tesla y que buscan rebajar el precio del kWh por debajo de los 100 dólares. Un factor diferencial para rebajar el precio de los coches eléctricos.

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