Pocas cosas demuestran la confianza de los creadores del Universo Cinematográfico de Marvel en su porvenir halagüeño como que incluyesen referencias a personajes futuribles en las primeras películas. Aquella con la que los superhéroes más exitosos del cine comenzaron su andadura, Iron Man (Jon Favreau, 2008), disponible en Disney Plus, contiene un huevo de pascua sobre otro de los villanos alienígenas de las historietas de Marvel. Hablamos de Fin Fang Foom, una criatura oriunda del planeta Kakaranthara que se parece mucho a los míticos dragones chinos.
El bichejo enorme se transmuta y está vinculado narrativamente en los cómics al Mandarín, antagonista fake de Iron Man 3 (Shane Black, 2013) y el propio de Shang-Chi y la leyenda de los Diez Anillos (Destin Daniel Cretton, 2021), vigésima sexta película de la saga tras Viuda Negra (Cate Shortland, 2020) y Los Eternos (Chloé Zhao, 2021), con el rostro del hongkonés Tony Leung (Deseando amar). El caso es que, durante la prueba de la armadura Mark II en el filme con el que se inició el UCM, Tony Stark (Robert Downey Jr.) vuela junto a una valla publicitaria con una imagen de Fin Fang Foom.
Y la aparición de este ser de otro mundo, creado por Stan Lee y Jack Kirby en 1961 para el número ochenta y nueve de Strange Tales, no es casual ni por asomo. No porque sepamos que ya había planes para introducir al gigantesco extraterrestre en la saga cinematográfica, sino porque Jon Favreau estaba escribiendo entonces Iron Man: Viva Las Vegas (2008), una serie de cómics en los que Tony Stark lucha contra el kakaranthariano, y le pidió a su colega, el dibujante Adi Granov, que elaborara lo que luego contemplamos en un instante de Iron Man. Y hay rumores que de podríamos conocerle en la peli protagonizada por Shang-Chi, al que da vida el chino-canadiense Simu Liu. Veremos si llegan a confirmarse.