En el último tráiler de Tenet (2020), la próxima película que estrenará este año el británico Christopher Nolan tras Dunkerque (2017) si la pandemia del coronavirus lo permite, pudimos ver la explosión de un avión Boeing 747 que se estampa desde tierra contra un edificio. Luego se supo que no se trata de pirotecnia con efectos visuales realizados por ordenador, sino que tanto la aeronave como el estropicio explosivo que hicieron con ella, triunfo de la ingeniería aeronáutica, son del todo reales. Como el edificio mismo. El cineasta decidió reventar el aparato por cuestiones económicas, pero es bien conocida su tendencia a evitar los cromas verdosos y el CGI si le es posible.
De hecho, ya habíamos contemplado un estallido real como el de Tenet en otro filme suyo. El mejor hasta la fecha con el permiso de Origen (2010), además: El caballero oscuro (2008). Y la escena específica es una bastante recordada en la que Joker (Heath Ledger) vuela por los aires el Hospital General de Gotham. El actor Bruce Spielbauer (U. S. Marshals), que interpreta al oficial de policía de mayor rango, dio detalles para responder a una pregunta en Quora: “Los productores compraron el edificio abandonado de la fábrica de dulces de Brach [en Chicago] y luego lo modificaron cuidadosamente para esas tomas, que no se pudieron reproducir”. Porque el hospital solo explotaría una vez, claro.
“Las carreteras cercanas fueron cerradas por seguridad. La prensa local fue alertada por adelantado, y hubo lugares designados donde [la gente] podía realizar fotos y vídeos en vivo de manera segura”, prosigue. “La explosión fue una serie de detonaciones cuidadosamente planificadas, por lo que el edificio se caería exactamente como el director quería. Se incluyeron minidetonaciones muy controladas en todo el edificio para dar la apariencia de una bomba y no de un simple colapso. Se instalaron más de veinte cámaras de producción de películas para capturarlo desde muchos, muchos ángulos. Cinco helicópteros del equipo de filmación estaban cerca, planeando, grabando por encima”.
Y, por los rumores de que Ledger había improvisado el momento en que Joker insiste con el detonador porque las bombas no estallan cuando él supone, Spielbauer precisa que “no había nada en esta secuencia que fuera improvisación”. Ledger había ensayado antes; todo se controlaba al milímetro y, como “Nolan quería que los efectos fueran prácticos, con excepción de la explosión de una fila particular de ventanas de vidrio, que era demasiado peligrosa porque las personas estaban justo al lado”, esa particularidad “fue planeada de antemano para ser el único pequeño efecto CGI” en toda esa secuencia”. Y el resto de las ventanas se detonaron individualmente.
“El colapso del edificio fue similar a otras demoliciones controladas”, continúa Spielbauer, “excepto por los efectos especiales”, los prácticos que le gustan tantísimo a los realizadores de The Mandalorian (Jon Favreau, desde 2019), para agregar colores naranjas y amarillos y rojos, que representan fuego y explosiones simuladas”. Porque “si alguna vez habéis visto el vídeo de otros edificios que se colapsaron a través de demoliciones controladas, habréis notado cómo no hay colorido visual, solo algunas nubes de polvo gris opaco y escombros emergentes; y muchas veces no hay mucho de eso” porque el interior de los edificios “suele haber sido despejado para evitar problemas de salud, etcétera”.
Suponemos que la decisión de prescindir del CGI para casi la totalidad de esta escena de El caballero oscuro tendría las mismas razones presupuestarias, y de preferencia por los efectos prácticos, que con la de Tenet. Sin embargo y sin conocer la inflación, podemos decir que esta nueva película cuenta con un presupuesto de unos 200 millones de dólares frente a los 180 de la segunda sobre Batman de Nolan. Y que este director terminó festines incuestionables de los efectos generados por computadora como Origen, Interestellar (2014) o Dunkerque con las cantidades de 160, 165 y 100 millones de dólares. Así que Tenet los sobrepasa bastante; aunque tal vez sea precisamente por eso. O que al británico le va la marcha.