La creatividad y las oportunidades en el mundo del cine tal vez sean como una montaña rusa, y el neoyorkino Greg Daniels está que no para. Si antes se había tomado más tiempo entre la elaboración de una nueva serie televisiva y otra, en el último mes ha estrenado un par, el sencillote batiburrillo de ciencia ficción encantadora de Upload para Amazon Prime Video y, veintiocho días después, la comedia castrense y astronáutica Space Force para Netflix. Había venido hasta aquí con el currículo lleno tras haber creado El rey de la colina (1997-2010) con Mike Judge, The Office (2005-2013) con Ricky Gervais y Stephen Merchant y Parks and Recreation (2009-2020) con Michael Schur.

Y en esta ocasión, al contrario que para Upload, no viaja solo tampoco: el propio Steve Carell se ha corresponsabilizado de Space Force y, además, la protagoniza como el general Mark Naird. Para mayoría inmensa de los espectadores es conocido por su trabajo de interpretación, en la piel de Walt para Melinda y Melinda (Woody Allen, 2004), de Michael Scott en la mencionada The Office, de Frank Ginsberg para Pequeña Miss Sunshine (Jonathan Dayton y Valerie Faris, 2006), de voz de Gru, nuestro villano favorito, en su saga animada (Kyle Balda, Pierre Coffin y Eric Guillon, 2010-2017) o de Dodge en Buscando un amigo para el fin del mundo (Lorene Scafaria, 2012).

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Netflix

Pero también ha encarnado a John du Pont en Foxcatcher (Bennett Miller, 2014), por lo que obtuvo una nominación a los Oscar; a Mark Baum en La gran apuesta (Adam McKay, 2015), a Phil Stern en Café Society (Allen, 2016) o a Donald Rumsfeld en El vicio del poder (McKay, 2018). Y el publico no suele estar al tanto de que ha escrito ocho guiones para The Dana Carvey Show (Robert Smigel e ídem, desde 1996), el de la película Virgen a los cuarenta (Judd Apatow, 2005) con el propio director y los de un par de capítulos de The Office, y creó la comedia de acción policial Angie Tribeca (2016-2018) con su esposa Nancy. De modo que tiene experiencia para encabezar Space Force.

Uno de los defectos de Upload lo percibimos en esta nueva serie más acusado y desde el comienzo: el tono humorístico no cuaja del todo. Unos chistes dan en el blanco, especialmente los que apuntan a la diana de la coyuntura política con Donald Trump como comandante en jefe de Estados Unidos, y otros ni se acercan. Y, en una era presidencial tan controvertida, sus dardos se sienten sorprendentemente inofensivos. Da la sensación de que desean mostrarse sarcásticos en la farsa de Space Force, pero su mordacidad se queda en lo que equivaldría a manotazos flojos en una pelea juvenil. Y parece consciente. De lo contrario, saltar hasta sus arranques de humanismo y ternura resultaría difícil.

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Hay algunos giros inesperados que generan misterio y una curiosidad que exige satisfacción, ciertas ocurrencias bastante hilarantes de puro descabelladas y pequeños momentos de agradecida elocuencia. No muy profunda, eso sí, que Space Force no es cosa de Aaron Sorkin, pero al menos tan aceptable como para no poner los ojos en blanco justo antes de vomitar en el retrete. Aunque no ahonda casi nada en el funcionamiento militar o de los proyectos aeroespaciales de Estados Unidos, y se muestra demasiado autoindulgente por facilona la mayor parte del tiempo. Menos mal que carcajadas ocasionales no faltan en sus diez episodios, que nunca se precipita en el ridículo y que la vis cómica de Steve Carell sigue intacta, sin sobreactuaciones.

Como ocurría con Upload, poco encontramos destacable en la planificación audiovisual, siempre funcionalísima; y uno se encoge de hombros con la partitura de Carter Burwell (Barton Fink). Pero el resto del reparto cumple, desde la Diana Silvers (Superempollonas) y Lisa Kudrow (Friends) como Erin y Maggie Naird hasta Tawny Newsome (Bajillion Dollar Propertie$) de la capitana Angela Ali, Ben Schwartz (Ahí os quedáis) como Tony Scarapiducci o Jimmy O. Yang (Silicon Valley) del doctor Chan Kaifang. Y una de sus mejores aportaciones es la transformación de John Malkovich (El imperio del sol) en el doctor Adrian Mallory, el contrapunto del general Mark Naird, plena de sutiles matices expresivos. Ojalá Space Force estuviese a su misma altura.