Junto con la llegada de macOS Big Sur también nos encontramos con el final de lo que, sin duda alguna, fue el detonante de la gran transformación de Apple: Mac OS X.
El 24 de marzo de 2001 se lanzaba la primera versión de Mac OS X al público, dejando atrás el sistema operativo "clásico", que era tan antiguo que no tenía multitarea real.
Todos los eventos que ocurrieron antes del lanzamiento y lo que más tarde son el antes y el después de Apple. Lo que transformó a una multinacional que estaba al borde de la bancarrota a finales de los 90s a la compañía más valorada del mundo.
De NeXT a Mac OS X y el regreso de Steve Jobs
Apple estaba en una encrucijada: tenía un sistema operativo antiguo y el desarrollo del nuevo iba mucho más lento de lo que se esperaba. Gil Amelio, CEO de la época, no parecía ser la persona indicada para sacar a la compañía del hueco en el que se encontraba.
Apple estaba desesperada por un sistema operativo moderno capaz de competir con Windows. Solo quedaba la opción de compra de un desarrollo externo. La decisión se redujo a dos opciones:
- NeXT, fundada por Steve Jobs y desarrolladores del sistema operativo NeXTSTEP basado en Unix.
- Be, fundada por Jean-Lois Gassée (ex director de operaciones de Apple para todo Europa) y desarrolladores de BeOS.
La elección de BeOS quedó descartada cuando Gassée pidió 300 millones de dólares por la adquisición. L a junta directiva no estaba dispuesta a pagar más de 125 millones.
Poco después se anunció la compra de NeXT por 429 millones de dólares y se aseguró el regreso de Steve Jobs. Su sistema operativo es la base sobre la que se construyó Mac OS X, que finalmente llevó a las Macs a la era moderna.
Al igual que NeXT, OS X está basado sobre Unix, una versión de código abierto disponible para cualquier persona llamada Darwin, código derivado de NeXTSTEP, BSD y Mac.
El éxito de Apple, tal y como lo conocemos hoy, es gracias, en gran parte, al hecho de que el sistema operativo sobre el cual funcionan las Macs es sólido, extremadamente seguro y estable. Además, sorprendentemente ha soportado el paso del tiempo y ha sido lo suficientemente flexible para crecer con las demandas de usos modernos sin perder desempeño.
Pero sin la compra de NeXT para desarrollar Mac OS X, Steve Jobs no hubiese regresado a Apple y el inmenso ritmo de innovación que ocurrió con su vuelta no hubiese ocurrido jamás.
Sin Mac OS X no existiría iOS, el iPhone, el iPad o el Apple Watch
La base sobre la que está construida Mac OS X tiene otra propiedad indiscutiblemente disruptiva: es inmensamente versátil. Funciona bien en Macs de escritorio o portátiles, pero también en smartphones, tablets, smartwatches o altavoces inteligentes.
Sí, iOS, iPadOS, watchOS y tvOS funcionan a partir del mismo código sobre el que está construido Mac OS X. Todos tienen el mismo "corazón". Cuando Steve Jobs anunció el iPhone y explicó que el sistema operativo del smartphone es el mismo de las Macs, simplemente nadie podía creerlo.
De hecho, entre los seis meses del anuncio y la puesta en venta del smartphones se hicieron toda clase de especulaciones. Una de las cuales era el total convencimiento por muchos de que el iPhone no podría estar encendido más de una hora sin tener que volver a cargarlo.
Otros estaban seguros de que el sistema operativo sería tan pesado que "de ninguna forma" funcionaría bien. "Será lento, pesado, poco práctico y poco optimizado para una pantalla pequeña".
El iPhone y su sistema operativo —hoy conocido como iOS, en aquella época llamado iPhoneOS—, revolucionó el mundo de la tecnología y es responsable de cambios profundos en nuestra sociedad.
Adiós Mac OS X, hola macOS 11
Con la introducción de macOS Big Sur, el 10 —o el X, que en realidad es un número romano— deja de existir en las versiones del sistema operativo de las Mac.
Big Sur es, oficialmente, macOS 11 y representa el cambio que emprende el sistema operativo para integrarse con sus contrapartes que —irónicamente— fue el responsable de crear.
Nuestros usos de la tecnología requieren una interfaz gráfica y un funcionamiento que se acerque más a smartphones y a tablet que al Mac. Después de todo, el porcentaje de personas que usan el iPhone o iPads es exponencialmente mayor a los que alguna vez usaron un MacBook Pro, un iMac o un Mac mini.
Pero esta es otra prueba de lo flexible que es macOS. Ha funcionado en arquitecturas PowerPC, después pasaron a x86 y ahora regresan a procesadores diseñados por Apple bajo arquitectura ARM. En las tres fases ha funcionado tan bien como esperamos.
Aunque Mac OS X y macOS Big Sur no comparten el 10 —o el X— en su versión, siguen compartiendo esa base de código que lo ha hecho, sin duda alguna, el sistema operativo más influyente e importante de la historia.