Un héroe que debe vencer dolorosas dificultades para alcanzar la redención. Una mirada al cosmos y sus posibles habitantes basada en la mitología clásica y los arquetipos sobre el valor y la esperanza. Un evidente contexto político y de reflexión filosófica. ¿Te suena? Por supuesto que sí, aunque quizás debamos aclarar que no nos referimos a Star Wars de Disney Plus, aunque lo parezca. La saga Dune, de Frank Herbert, es quizás la inspiración más relevante y cercana de space opera más querida de la cultura pop y sus puntos en común se multiplican hasta crear una red interconectada de referencias que en la actualidad son más evidentes que nunca.
Las similitudes entre ambas historias siempre ha sido motivo de discusión e, incluso, de una conocida disputa pública que involucró a George Lucas y a Frank Herbert.
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Claro está, la obra de Herbert no es la única influencia en la vasta mitología de Star Wars: el mismo Lucas ha reconocido en más de una ocasión que desde series de ciencia ficción como Flash Gordon, hasta los complicados argumentos de las películas de Kurosawa, tuvieron una influencia directa en la forma de elaborar y analizar los hilos narrativos de su historia, que mezcla con éxito mitología clásica, el monomito Campbell y concepciones universales sobre el heroísmo, la corrupción del poder y la búsqueda de justicia.
La producción de ‘Dune’, de Denis Villeneuve, se hace cada vez más complicada
No obstante, una buena parte de la historia que llegó a la pantalla en la década de los ’70 era también una ambigua reinvención de la novela de 1965 de Frank Herbert Dune, con la que la franquicia comparte nexos más que evidentes.
Los dos comparten todo tipo de situaciones y escenas, a un nivel de similitud que provocó que algunas cejas se arquearan y al final hubiera una discusión muy pública sobre el hecho del enorme parecido entre ambas historias.
Desde el entorno galáctico, hasta la forma en que sus personajes se relacionan con lo portentoso y lo desconocido, ambas obras están emparentadas a un nivel tan profundo, que Frank Herbert llegó a quejarse en público sobre la forma en que Lucas había tomado elementos notorios de su obra, para incorporarlos a la suya.
“Voy a esforzarme mucho para no demandar”, dijo Herbert a un periódico de Oregon en los años 70, antes de agregar que encontró la primera película de Star Wars “aburrida”. Los comentarios continuaron a lo largo de los años y de hecho Herbert llegó a exigir a Lucas un reconocimiento “público” de la manera en que Dune había influido en la Space Opera más famosa del cine, algo que no llegó a suceder del todo.
Pero, ¿tenía razón Herbert?¿Star Wars es solo otra de las tantas visiones del camino del héroe que utilizan escenarios exóticos, para contar prácticamente la misma historia? Para zanjar la cuestión analizamos las similitudes entre ambas sagas y te dejamos la conclusión sobre que tanto pudo influir una sobre la otra:
Una Galaxia muy, muy lejana, muy semejante entre sí
Tanto Tatooine como Arrakis (los planetas más reconocibles de Star Wars y Dune, respectivamente) comparten una buena cantidad de similitudes.
Tanto como para que sea notorio que Lucas tomó algunas ideas del extraño y árido planeta al que llega la familia Atreides. En la saga de Lucas, Luke Skywalker proviene de un planeta desolado, desértico y hostil en los confines de la Galaxia conocida.
En Dune, Paul Atreides llega a un lugar muy semejante que en la historia imaginada por Herbert tiene la exacta connotación de aislamiento y vacío que después brindaría Lucas a su versión del tema.
Pero las semejanzas no terminan allí: tanto Paul como Luke, reciben la llamada del destino en este aislado rincón del universo.
Esos extraños oficios
En Tatooine, el tío de Luke desempeña el extraño oficio de “agricultor de humedad”. Lo que consiste, a grandes rasgos, en tratar de extraer la humedad de la desértica atmósfera gracias a una serie de dispositivos implantados en la superficie del planeta. Pero por original que parezca la idea, ya Herbert había imaginado algo semejante: en Arrakis, un mecanismo llamado “colector de rocío” tiene la misma función.
Por si lo anterior no fuera suficiente, tanto en Arrakis como Tatooine hay vehículos que se deslizan sobre las candentes arenas del desierto: los Sand Crawlers en Dune se utilizan para extraer la droga que permitirá la mezcla de las especias, mientras que Star Wars es el hogar de los Jawas y, de hecho, en la película Star Wars: Episodio IV — Una Nueva Esperanza (George Lucas — 1977) se puntualiza que las naves “son los restos de una era minera olvidada hace mucho tiempo”.
Bestias y criaturas peligrosas
En una de las escenas icónicas de Star Wars: Episodio VI — El retorno del Jedi (Richard Marquand -1983) se describe a una criatura de fauces colosales y dientes filosos llamada Sarlacc, en cuyo vientre los condenados por Jabba de Hutt “se encuentra una nueva definición de dolor y sufrimiento a medida que te digieren lentamente a través de mil años”.
La ominosa criatura tiene un más que evidente parecido con los gusanos de arena de Dune y de hecho, una y otra criatura viven y prosperan en Tatooine y Arrakis.
Dune: esos violentos placeres
Lo que podría definirse fuera del contexto como una especie de droga alucinógena, es una mercancía popular en ambas historias.
Mientras que Star Wars las minas de Kessel contienen un montón de especias, consideradas peligrosas, en Dune la célebre Melange es una sustanciosa poderosa capaz de brindar habilidades específicas a quien la consume.
Pero al final, la percepción entre ambas es muy parecida: se trata de sustancias que provocan enfrentamientos y que despierta la codicia en los mundos descritos por ambas épicas.
El Poder absoluto
Para más Inri, tanto la saga de Lucas como la de Herbert comparten un complicado contexto político, en el que un cruel imperio interestelar controla el universo conocido a través de una figura siniestra y terrible.
Por si eso no fuera suficiente, ambas historias evolucionarán hacia el análisis sobre la forma en que el sistema totalitario, de dominio absoluto y a menudo violento, colapsa en mitad de los esfuerzos de una lucha heroica por la libertad.
Un juego de palabras real
Si leíste Dune ya sabes a qué nos referimos: si Star Wars tiene a la poderosa y brillante princesa Leia, Dune narra la historia de lo que parece ser su antecedente inmediato: Alia. Que como Leia es la hermana del héroe central de la historia.
Por si lo anterior no fuera suficiente, tanto Alia como Leia comparten un poderoso vínculo espiritual y psíquico con sus respectivos hermanos.
¿Te parece extravagante? Tenemos algo más que te desconcertará: mientras que en Star Wars Luke y Leia descubren que son los hijos del malvado Darth Vader, en Dune Paul y Alia también encuentran que les une la sangre a Vladimir Harkonnen, villano principal de la saga. ¿Casualidad?
El poder invisible
En Star Wars, la mayor parte de la historia está relacionada de manera directa con ese poder sin explicación que une a todas las cosas conocidas, llamado La Fuerza.
En Dune, los poderosos miembros de la hermandad Bene Gesserit usan también un poder invisible denominado la Voz, que consideran sacramental y parte del ecosistema universal.
Por si no fuera suficiente la semejanza, tanto La Fuerza como la Voz permiten el control psíquico y la manipulación mental.
Bandoleros adorables por doquier
Hace unos días, el actor Jason Momoa describía a su personaje en la película Dune como “una nueva versión de Han Solo”. Por supuesto, no se trata de una comparación casual: tanto Idaho como Solo son personajes al margen de la ley, con un comportamiento muy parecido entre sí.
Si eso no te convence, tanto uno como el otro podrían considerarse tramposos e incluso marginales a las fuerza del orden moral de sus respectivas historias.
Y una semejanza más
En Star Wars: Episodio VI — El Retorno del Jedi, conocemos al temible y usurero Jabba The Hutt. Una criatura con el aspecto de una babosa que vive en una especie de corte real en las extrañas tierras de Tatooine.
En el Universo de Dune, el hijo de Paul Atreides, Leto II Atreides se transforma lentamente en una criatura parecida… Sí, adivinaste, a una babosa que además termina por pertenecer a un estrato de un cierto tipo de realeza.