Se anunciaba esta semana: Airbnb tomaba la decisión de despedir al 25% de su plantilla a nivel mundial. 1.900 empleados, entre los que se incluye plantilla en España, que hacían referencia a las áreas no estratégicas de la compañía como consecuencia de la crisis por el coronavirus. El confinamiento, la limitación de los viajes y la caída masiva del turismo ha causado estragos en algunas de las industrias más establecidas. Ahora, la onda expansiva de la caída de Airbnb se está cebando con despidos en las subcontratas que operaban para ellos.
Según adelanta eldiario.es, el call center que Airbnb tenía contratado en España, CPM, para las gestiones de sus reservas y la atención al cliente ha anunciado su intención de despedir a todos los trabajadores relacionados con Airbnb.
CPM se ha puesto en contacto con los sindicatos, los cuales ahora tienen el trabajo de negociar las condiciones del ERE que se saldará con el despido de 1.000 empleados de la plantilla. El más grande hasta la fecha en lo que llevamos de pandemia y que afecta al 50% del total de la plantilla de la compañía. No existen indicios de recolocación de empleados en otras compañías o servicios hasta la fecha.
La decisión de CPM surge a raíz de la excisión del contrato con ellos por parte de Airbnb, oficial desde el 30 de abril y tras ocho años de operaciones conjuntas, con el objetivo de recortar gastos ante la situación actual. Y, según explicaba Airbnb en el momento en el que anunció el despido de sus empleados directos: una forma de adaptarse a la nueva situación. También el anuncio de que volverían a su actividad más esencial.
La mayor parte de los afectados, casi 988, se encuentran en las 3 sedes que CPM dispone en Barcelona –ampliada para satisfacer la demanda de Airbnb en 2018. 17 empleados corresponden a otros servicios dentro de la compañía.
La caída de Airbnb que no solo afecta al gigante tecnológico
El martes Airbnb anunciaba los despidos de su plantilla –Lyft y Uber también anunciaron sendos procesos–, pero esto solo tenía en cuenta a la plantilla directa.
La onda expansiva del desplome de las operaciones del gigante de los pisos turístico se entiende por su estructura. No solo los empleados directos se ven afectados –lo que se encuentran en las estadísticas–, ahora también son las subcontratas las que suman en las colas del desempleo. Esto sin tener en cuenta al colectivo de los pisos turísticos que, volviendo muchos al mercado de alquiler convencional, han dejado de percibir grandes volúmenes de ingresos.