El coronavirus se ha convertido en el mayor miedo de muchas personas por temor a contagiarse. Para otros, también por las consecuencias que está provocando al pandemia mundial. Muchos negocios han tenido que bajar las persianas desde que se decretó el estado de alarma en España y todavía es una incógnita si reabrirán cuando se relajen las medidas de contención y empecemos una lenta vuelta a la rutina. Desde la la restauración hasta la cultura. Pocos sectores se salvan. En este último ámbito, el Gobierno ha decidido activar la lectura en tiempos de coronavirus. El Consejo de Ministro aprobó la bajada del IVA al 4% para los libros electrónicos, así como periódicos y revistas digitales. La reducción del impuesto, que anteriormente era del 21%, pretende fomentar la lectura para mejorar la accesibilidad de los libros, en este caso digitales, a la ciudadanía. "De otro lado, esta medida impulsará el consumo de los libros en este formato y de este modo también ayudará a la reactivación del sector del libro", compartió el Ministerio de Cultura y Deporte a Hipertextual.

La lógica responde que una bajada del IVA viene acompañada de una disminución de los precios de los ebooks. No necesariamente. "La bajada del precio no se va a producir porque los editores y productores de libros digitales se llevan muy poco margen de beneficio y la bajada del IVA les permitirá ganar un poco y rentabilizar un poco mejor cada uno de los libros digitales", señaló José Luís Ramírez, cofundador de quelibroleo.com y profesor en el Centro de Estudios Financieros (CEF). La medida, en ese caso, estaría destinada a ayudar al sector, pero no a atraer nuevos lectores digitales.

En entrevista con Hipertextual, Ramírez señaló también que el libro digital siempre ha tenido un problema de concienciación de la población porque muchas personas siguen pensando que no vale la pena pagar por un producto que se descarga de internet. "El valor de un libro digital es aproximadamente la mitad del valor del precio de un libro en papel", dijo.

Sin embargo, algunas editoriales anunciaron que sí bajarán los precios, entre ellas Grupo Planeta. "Este ajuste ya se ha implementado en algunos títulos y seguirá haciéndose a lo largo de los próximos días con el resto del catálogo. Asimismo, el precio de los audiolibros también será ajustado para recoger la bajada del tipo impositivo", informó Santos Palazzi, Director del Área Mass Market y Digital en Grupo Planeta.

Entre los títulos que ya han registrado una bajada del precio se encuentra "La madre de Frankenstein", de Almudena Grandes, "La cara del norte del corazón", de Dolores Redondo, y "Terra Alta", de Javier Cercas.

En España, el precio de los libros se estipula en la Ley del Libro, establecida por un Real Decreto de 2007, que obliga a establecer un importe fijo, el cual lo fijan las editoriales y no los comerciantes. Por ello, los libros no están sujetas a descuentos en rebajas o en fechas como el Black Friday, aunque el 23 de abril se permite hacer un descuento del 5%. Esta legislación no fue iniciativa de las editoriales, sino de los libreros para hacer frente a la competencia desleal de grandes empresas y tiendas, que pueden ofrecer más descuentos frente a un pequeño negocio.

En este contexto, la bajada del IVA para los libros electrónicos puede ser un factor positivo para las editoriales porque ahora podrían convertir toda la producción a libro digital y lograr una mayor rentabilización. "El problema es que los libros digitales no pueden mantener de ninguna manera el sector editorial. (...) Para el librero de toda la vida, el libro electrónico tampoco es negocio porque no tiene oportunidad de venderlo ni de rentabilizarlo".

Libro en formato físico frente a libro electrónico

Desde la Federación de Gremios de Editores de España (FGEE) han aplaudido la iniciativa fiscal, que había sido ya aplicada por parte de las instituciones europeas pero que todavía no había llegado a España. A pesar de que la consideran una medida positiva, Miguel Barrero, Presidente de la FGEE, subrayó en una declaración para Hipertextual que "en modo alguno puede sustituir al paquete de medidas que desde el sector se ha reclamado como consecuencia del coronavirus".

Respecto a que se mantenga el precio, la FGEE señaló que lo lógico sería que las editoriales aplicaran el IVA al 4% y eso debería suponer una reducción del precio final que los lectores pagan por los libros. Desde el Ministerio de Cultura no se posicionaron e indicaron que esperarán a ver cómo funciona la aplicación de esta medida fiscal.

Asimismo, el Ministerio explicó por correo electrónico que están trabajando con editores, libreros y autores para analizar las dificultades por las que está pasando el sector. Algunas de las medidas que se están trabajando, aclaró, son de carácter extraordinario para "paliar problemas de liquidez fundamentalmente y a medio y largo plazo para reactivar todo el ecosistema del libro". Además, indicó que están discutiendo el momento de la apertura de las librerías.

Objetivo: Amazon

El sector del libro, así como muchos otros, se enfrenta a una dura crisis por el coronavirus. Muchos de los retos actuales están provocados por la pandemia aunque otros vienen de antes, sobre todo en lo que respecta a los libros electrónicos. José Luis Ramírez afirmó que las editoriales se enfrentan al desafío de digitalizar todo su contenido y ofrecerlo en formato digital. "Sobre todo lograr venderlo y convencer al consumidor de que sí merece la pena pagar por ello".

Otra de las grandes amenazas se resume en una sola palabra: Amazon. Competir con uno de los más grandes es muy difícil, sobre todo por las características del servicio que ofrece la plataforma. "Después del estado de alarma, Amazon puede seguir vendiendo libros mientras las librerías están cerradas y durante los primeros días de confinamiento siguió sirviendo libros", recordó Ramírez.

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Al respecto, Antonio Gallego, de Malian Editora, apuntó que la relación entre los negocios de libros y Amazon es una pelea que no se puede frenar y añadió que trabajar para la plataforma es muy difícil porque ellos marcan sus normas y es el librero que tiene que amoldarse a ellos. "Habría que pedirle a Amazon que trabaje éticamente", dijo en referencia también a que hayan continuado con los envíos a pesar de la crisis del coronavirus.

Algunos negocios, sin embargo, están tomando medidas desde hace tiempo para intentar hacer frente al gigante del comercio electrónico. Gallego apuntó a se están creando diferentes plataformas creadas por librerías para vender sus productos online. A pesar de que estas iniciativas pueden ser muy bien recibidas, el librero reconoció que mucha gente joven tiene la costumbre de comprar por Amazon y que es muy difícil que eso cambie.

La crisis entrará por la puerta de muchas librerías. Algunas lograrán reabrir sus puertas, otras se quedarán con la persiana bajada. Las iniciativas para intentar salvar al sector son muy necesarias, aunque para Antonio Gallego la bajada del IVA a los libros electrónicos no será la solución. "Hace unos años parecía que el boom del libro digital iba a ser impresionante (...) pero la gente sigue consumiendo papel. Y los porcentajes de consumo siguen siendo arrolladores a favor del formato físico por encima del digital".

Actualización 24/04/2019 13:45: Este artículo ha sido actualizado con las declaraciones de Grupo Planeta

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