Se acaba de cumplir el primer año de la llegada de Alexa a España de la mano de sus dispositivos Echo y, para celebrarlo, Amazon ha presentado una nueva remesa de altavoces inteligentes. En esta ocasión han sido cuatro y de todos ellos, quizá el que más destaque, sea el Echo Studio, un altavoz (de apariencia similar al HomePod) con sonido 360 y Dolby Atmos.
Lo que está haciendo Amazon con su gama de productos Echo es, cuanto menos, curioso. En exactamente doce meses ha presentado doce altavoces inteligentes, algunos ya representan una segunda generación, como el caso del super ventas Echo Dot, y otros directamente se han comido entre ellos, como el Echo Show 5 al Echo Spot.
Sea como sea, y tras las recientes alianzas de integración del asistente de voz Alexa en un gran número de altavoces del mercado fuera del paraguas Echo, Amazon no ha mermado ni un ápice en su intención, ni la capacidad, de seguir comercializando sus propios altavoces. Algunas decisiones quizá difíciles de entender, como el caso del Echo Studio, un altavoz con una calidad de sonido superior al resto y que entra a rivalizar directamente con otros de la competencia como los de Sonos o Bose, también con el asistente de voz integrado.
Para conocer cuál es la visión y los planes de la compañía, hablamos con Michele Butti, Director Internacional de Alexa y con Pedro García Franco, Country Manager de Alexa en España.
En un año desde que salieron a la venta en España los primeros Amazon Echo, hemos visto un gran número de altavoces diferentes, en algunos casos sólo se diferencian por la forma de la pantalla. ¿no te parece que pueden canibalizarse entre ellos?
Pedro García: Absolutamente. Sabemos que son productos que rivalizan y se canibalizan entre ellos. Pero del mismo modo que cuando lanzamos nuestros primeros dispositivos Kindle también sabíamos que canibalizaríamos nuestras ventas de libros. Al final buscamos ofrecer al usuario el mayor número de opciones posibles a la hora de elegir y cuando vemos que uno no tiene las ventas que esperamos, lo descontinuamos. Un ejemplo de ello es que el Echo Show 5 que sustituye al Echo Spot.
¿Le compensará a Amazon, en un futuro no demasiado lejano, seguir fabricando dispositivos en vez de únicamente comercializar Alexa como servicio a otros fabricantes de hardware?
Michele Butti: Amazon fue el primero en presentar el primer altavoz con Alexa, con un producto final diseñado desde cero en hardware y software. Nuestro objetivo es llevar a Alexa lo más lejos posible, que todo el mundo pueda disfrutar del asistente de voz, y es por eso que llevamos a cabo la colaboración con otras marcas. Además. dentro de ese objetivo, es importante que tengamos una gama de productos que se vendan desde nuestra página web para llegar a más personas.
Hasta ahora, las cifras de ventas que manejamos muestran que la gama Echo es rentable, y no tenemos en el roadmap dejar de fabricarlos.
A raíz de esta respuesta, ¿alianzas como la incorporación de Alexa en altavoces de Sonos o Bose, puede ser perjudicial con el tiempo para Amazon y sus Echo, especialmente ahora que habéis anunciado el Echo Studio?
Michele Butti: Trabajamos con grandes marcas en el mundo del sonido y no creemos que eso sea un problema. Al final queremos ofrecer a los consumidores más opciones para elegir en qué dispositivo quieren utilizar su asistente de voz.
En el caso de nuestro Echo Studio, con un precio de 199 euros, creemos que es una muy buena elección para nuestros consumidores que también exigen una calidad de sonido alta. Pero que no sólo por tener un precio reducido sino por incorporar otras especificaciones como sonido 360 grados y Dolby Atmos.
¿Qué importancia cobra la calidad de sonido a la hora de desarrollar un altavoz inteligente? ¿A día de hoy hay más valor en Alexa o en recoger una experiencia óptima en el apartado del sonido?
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Pedro García: Hoy en día cobra mucha importancia. Uno de los casos de uso más habituales que vemos de los altavoces es la reproducción de música. En el futuro, según vayamos ofreciendo Alexa a otros proveedores, como termostatos inteligentes, la importancia de la calidad de sonido no será tan importante.
En la parte de innovación, Alexa puede aportar más valor. El mercado de los altavoces está más pulido, y con Alexa hay más posibilidades de mejora. La capacidad de expandirse e integrarse en más productos, hace que el potencial sea mucho más alto.
¿Sacamos los consumidores todo el partido que podemos a los asistentes de voz?
A pesar de la popularidad de los asistentes de voz en la industria, ¿puede que exista cierto estancamiento en su desarrollo? ¿Cómo trabajáis para hacer “más inteligente” a Alexa? ¿Qué nuevas innovaciones veremos relacionadas con Alexa?
Michele Butti: Hay varias maneras. La primera es que Alexa se hace más inteligente cada día a medida que interactúa con los usuarios, captando matices y patrones de las conversaciones para hacer más fácil que pueda reconocer nuevas peticiones e incluso intuir de manera más acertada lo que le puede interesar al usuario.
La segunda es ofreciendo nuevas funcionalidades. Estamos invirtiendo mucho en investigación para hacer una Alexa que pueda hacer recomendaciones más precisas
Por ejemplo, si todas las noches le decimos a Alexa “Alexa cierra la puerta con llave” justo antes de decirle “Alexa apaga la luz de la habitación”. Si un día sólo le pedimos que apague la luz, será ella misma la que nos diga “por cierto, quieres que también cierre la puerta”?
En relación con lo anterior: ¿qué porcentaje de provecho cree que saca el usuario normal a Alexa? Da la sensación de que los usuarios se limitan a preguntar siempre lo mismo: el tiempo, la hora, poner canciones…
Michele Butti: No creo que sea un tema de porcentajes, sino más bien un tema de aplicaciones. Somos conscientes de que los usuarios están aprendiendo cada día más sobre todo lo que pueden aprovechar a Alexa. No se trata sólo de preguntarle cosas, sino de pedirle que haga cosas por mi. A medida que vayamos ampliando el número de dispositivos inteligentes, la gente podrá pedirle más cosas a Alexa.
Por ejemplo, si le preguntas a Alexa cuál es la comida típica de un determinado país, además de la respuesta podrá preguntarte: “¿quieres saber cómo prepararlo?” y te dará la receta.
No te puedo decir un porcentaje exacto del provecho que le sacan las personas a Alexa, pero sí que cada vez se venden más segundos dispositivos, porque la gente no sólo tiene ya un Echo en el salón, también lo tiene en la habitación o en la cocina, por lo que el uso es cada vez mayor.
Privacidad: bajo la sombra de la sospecha
¿Qué medidas lleváis a cabo para asegurar la privacidad de los usuarios y sobre todo, para que estos sean conscientes de que estáis velando por ello?
Michele Butti: Somos conscientes de lo que implica meter un micrófono en una casa. Por supuesto que los consumidores se preocupan de la privacidad. Desde Noviembre de 2014, fecha en el que presentamos el primer dispositivo Echo con Alexa, nos aseguramos de que el cliente tuviera la seguridad de que sólo le escuchaba cuando quería pedirle algo. Introdujimos la luz para avisar de que justo en ese momento se estaba grabando a la persona formularle la petición a Alexa.
Desde el primer momento quisimos dejar claro eso. Además, el usuario puede meterse en cualquier momento en los ajustes de la aplicación de su teléfono móvil y comprobar los términos de privacidad. Procuramos ser cien por cien transparentes en este sentido para que el usuario se quede tranquilo y pueda confiar en que su privacidad no se ve comprometida.
Pero además, también le damos al consumidor la opción de que ni siquiera las conversaciones con el altavoz queden grabadas, pidiéndole a Alexa que borre todo lo que hayamos dicho hoy, por ejemplo.
¿Cuál es el mayor reto que encontráis a la hora de crear tecnología tan personal y, a la vez, adaptar Alexa para que responda bien a cualquier tipo de contexto?
Pedro García: El mayor reto son los modelos acústicos, la disposición de los micrófonos para que Alexa entienda bien lo que queremos. Factores como la distancia, el ruido que hay en medio es uno de los principales problemas. Además, cuanto más pequeños son los objetos, por ejemplo unas gafas, más pequeños serán los micrófonos que integramos.
Los nuevos dispositivos de Amazon Echo ya se encuentran a la venta: Amazon Echo Studio, por 199 euros, Amazon Echo Dot (3º Generación) por 69,95 euros, Echo Flex por 29,99 euros y Amazon Echo (3ª Generación) por 99,99 euros.