Así se compara el Google Pixel 4 XL frente a las alternativas móviles más potentes

Llegado el 15 de octubre y Google retira último halo de misterio que podría rodear a sus smartphones de referencia para el final de 2019 y resto del año que viene. El Google Pixel 4 XL se plantea una vez más como el mayor –y más costoso– de los dos.

Si bien Google había perdido el miedo a subirse a las grandes etiquetas de precio que vemos en el resto de referentes en la gama alta, retrocede ligeramente con esta generación debido a "presiones en el la industria del smartphone premium". No tanto como el Pixel 4, que baja 100 euros respecto a la generación anterior, pero el Pixel 4 XL marca su límite justo al borde de los mil euros incluso en su versión de gran capacidad.

Pixel 4 XL vs Pixel 3 XL, qué ha cambiado

Como vemos, esta actualización es de nuevo algo iterativa. La base del Pixel 3 XL se percibe aquí, aunque recibe buena parte de novedades que afectan también al diseño. La principal renovación estética está en la pérdida del abultado notch que veíamos en 2018. En su lugar, encontramos un marco superior que esconde ahora más tecnología que nunca.

En su parte superior cambiamos la doble cámara frontal por un único sensor fotográfico, que cubre también con amplitud el apartado selfie. Le acompañan ahora los sensores propios de Project Soli, que incorporan como Motion Sense, así como el hardware necesario para hacer funcionar un desbloqueo facial 3D al más puro estilo de Face ID.

En cuanto a su hardware, Google renueva por el chip de Qualcomm de referencia, el Snapdragon 855. Se queda a las puertas de una versión Plus que sí estamos viendo en el resto de terminales más ambiciosos por las altas frecuencias. Le acompañan 6 GB de RAM, que si bien no son ningún derroche, ya están fuera del rango más criticable de Google con los 4 GB en pasadas versiones.

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Su memoria interna llega de nuevo algo escueta, y volverá a costar hasta 100 euros duplicarla hasta los 128 GB. A diferencia de la versión más compacta, el Pixel 4, este recibe un aumento de grosor de 0,3 milímetros que sí que reporta una batería sensiblemente mayor, ahora de 3.700 mAh.

Por último vemos como Google se adentra en el terreno de la múltiple cámara con un sensor con zoom 1,8x que, junto a la insistencia por la fotografía computacional y la esperada mejora del procesado que hemos visto en algunos de sus competidores, puede significar el argumento definitivo de compra.

Pixel 4 XL vs iPhone 11 Pro Max y Samsung Galaxy Note 10+

Frente a los terminales más recientes de Apple y Samsung, los iPhone 11 Pro Max y el Galaxy Note 10+ respectivamente, vemos que cada fabricante tiene sus propios estándares de terminal de grandes dimensiones. Donde Google se conforma con 6,3 pulgadas de diagonal, los de Cupertino suben hasta las 6,5 y los coreanos se aproximan peligrosamente a la séptima pulgada, quedando en 6,8.

En cualquier caso, Google es de momento el único de estos fabricantes que opta por una pantalla con una tasa de refresco superior –OnePlus inició esta tendencia en los terminales más generalistas, como veremos–, que no queda fijada a los 90 Hz, sino que será variable según el uso que estemos dando.

A diferencia de la comparativa del Pixel 4 más pequeño, que realizábamos frente a los terminales más contenidos y generalmente también 'junior' en el resto de características, en este caso Google sí queda algo corta en cuanto a la ambición fotográfica por cobertura focal. Es ya la norma que los móviles de gama más alta cuentan con los tres sensores principales: angular, telefoto y gran angular. Google falla en este último.

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A cambio, suma nuevas prestaciones de biometría con un Motion Sense del que todavía queda comprobar su utilidad real, así como poner a prueba su nuevo desbloqueo Facial que está pensado para competir con Face ID de Apple.

Estas tres propuestas cuentan con la mejor de las protecciones frente a agua y polvo, aunque Apple la lleva esta generación un paso más allá con hasta 4 metros de inmersión –frente a los 2 habituales– durante 30 minutos.

Un último detalle a tener en cuenta aquí es que, con este retroceso, la apuesta más ambiciosa de Google renuneva en un rango de precio que puede ser más atractiva para muchos, siendo 360 euros más económica que el iPhone 11 Pro Max y hasta 210 frente al Galaxy Note 10.

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Pixel 4 XL vs OnePlus 7T Pro y Huawei P30 Pro

Pasando por alto el lanzamiento paralizado del Mate 30 Pro, el terminal de referencia de Huawei a nivel internacional sigue siendo el P30 Pro. Por su parte, OnePlus acaba también de renovar su línea a media generación con el OnePlus 7T Pro.

A diferencia de las propuestas anteriores, vemos que ambas generaciones pueden ser atractivas en materia de precio, por motivos diferentes: OnePlus parte todavía más económico –aunque cada vez menos–, y la propuesta de Huawei ya lleva unos buenos meses en el mercado que pueden facilitar su adquisición con grandes descuentos.

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De nuevo, Google ha de ser capaz de hacer –o superar– con un par de sensores lo que el resto hace con varios, y de partida perdemos en uso de una perspectiva más amplia de la mano del ultra gran angular.

En esta comparativa vemos también que hay alguna que otra diferencia clave:

• OnePlus tiene una gran construcción, pero sigue obviando la resistencia al agua y polvo y perdiendo enteros por ello.
• La batería del nuevo Pixel 4 XL es mayor, pero palidece frente a las de verdad generosas, incluyendo ya incluso a Apple.
• El sistema de carga rápida de Google no está mal, pero nada que hacer contra los más potentes de OnePlus, Huawei o Samsung.

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