Fitbit ha presentado su nuevo smartwatch, el Fitbit Versa 2. Al igual que su antecesor, busca ser otra alternativa más para todas aquellas personas que no quieren gastarse 300 euros en un reloj inteligente. De hecho, por un poco menos de 200 euros, podemos tener en la muñeca monitorización completa de actividades, registro de sueño, resistencia al agua, pago móvil y hasta seis días de autonomía. Sin embargo, no es oro todo lo que reluce.
Con un producto tan interesante, cuesta creer que Fitbit no triunfe entre los smartwatches, pero la realidad es que lo tiene un poco complicado ya que se encuentra en un mercado muy polarizado, con un Apple Watch a un altísimo nivel y con opciones interesantes tanto de Samsung como de Huawei. Por no hablar de que la gran mayoría de personas tiene suficiente con una smartband por 30 euros, como Xiaomi ha demostrado.
Quizá por este motivo, Fitbit haya empezado a cambiar el rumbo. A lo largo de sus diez años de historia ha cosechado una cantidad ingente de datos de sus usuarios: desde rutinas de entrenamientos hasta horas de sueño pasando por una comunidad de usuarios amplísima. Empezar a utilizarlos (y rentabilizarlos) es la manera más inteligente en caso de que la venta de smartwatches y smartbands disminuya y acabe por asfixiar a la compañía.
Por este motivo, a partir de 2020, saldrá a la luz Fitbit Premium, un servicio de suscripción de pago que utilizará los datos obtenidos del rendimiento del usuario para establecer recomendaciones personalizadas para conseguir los objetivos de salud y forma física.
En cuanto al análisis del nuevo Fitbit Versa 2, los cambios frente al modelo anterior son notables y mejora prácticamente en todo. Si empezamos por la pantalla, la de el nuevo modelo es AMOLED y ligeramente más grande. También incorpora un modo Always on que eso sí, en caso de tener activado, reduce a la más de la mitad la duración de la batería. Mientras que con el modo desactivado podemos irnos, apurando un poco, hasta los seis días, si queremos ver la hora y el resto de información todo el rato nos vamos a los dos días.
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Otra de las grandes incorporaciones es la incorporación del asistente de voz Alexa. Apretando al único botón físico del reloj (se puede personalizar otra función), invocamos a Alexa y podremos aprovechar todas sus ventajas. Además de consultar el tiempo o información relevante, si tenemos un ecosistema de hogar inteligente podemos manejar todos los dispositivos desde la muñeca.
Por otro lado, el nuevo Versa 2 incluye de manera nativa Spotify. Se elimina así la necesidad de tener que acudir a aplicaciones de terceros mal integradas. Sin embargo, olvídate de salir a correr escuchando música únicamente con el reloj y dejando el móvil en casa.
Al igual que el Versa de primera generación (que no en el caso de Versa Lite), mantiene el pago móvil a través de Fitbit Pay. Sólo hay que registrar la tarjeta, establecer un código de seguridad cuando vayamos a realizar el pago, y listo. Una función que ya se ha convertido en imprescindible para muchas personas, sobre todo si salen a practicar deporte sin el teléfono ni la cartera y necesitan comprar algo a última hora. Su compatibilidad con bancos aún es un poco escasa y en España sólo está disponible con Banco Santander, Openbank, La Caixa o Revolut.
Fitbit fue de las primeras empresas en controlar todos los datos relacionados con el sueño de sus usuarios. La nueva Versa 2 aplica todo lo que ha aprendido tras analizar los datos de más de 10.500 millones de noches para innovar en esta importante área de salud. Gracias a esto, nos ofrece algunas pautas y herramientas para mejorar nuestro descanso, como por ejemplo:
Puntuación del sueño, con el que medir la calidad del sueño. Esta calificación se basa en los datos obtenidos del ritmo cardíaco y del análisis de los momentos en los que nos despertamos.
Un modo de despertador inteligente en el que utiliza el aprendizaje automático para despertarnos en el momento óptimo dentro del ciclo del sueño y no interrumpir ninguna fase importante.
Como dispositivo independiente, el nuevo Fitbit Versa 2 funciona bastante bien. Tiene un diseño bonito y funciones muy útiles para el usuario de hoy en día. Sin embargo, vuelve una vez más a fallar en la integración con el smartphone. Su compatibilidad y conexión con el teléfono falla constantemente y al final acabas optando por tener, por un lado un reloj, y por otro el teléfono móvil.
Lo mismo ocurre con las aplicaciones disponibles. Tienes un amplio catálogo de aplicaciones pero que limitan mucho su uso y, en ocasiones, hasta son inservibles, como es el caso de la aplicación de Maps (lenta al cargar y durante la ejecución.)
Fitbit arrastra el problema de la conectividad desde hace años y que perjudica en gran medida la experiencia de usuario. Si nos fijamos en su web y consultamos los dispositivos compatibles, vemos que faltan un gran número. En mi caso, usando un Huawei Mate 20 Pro, no recoge la compatibilidad. Tampoco tendrán un teléfono compatible los dueños de los últimos Galaxy. Este hecho se traduce en una mala conexión entre el teléfono y el smartwatch, y te obliga a estar pendiente cada cierto tiempo para comprobar si sigue emparejado.
Las personas que se compren un Fitbit Versa 2 tendrán en su muñeca un buen smartwatch, con un diseño muy bonito, eficaz en la monitorización de ejercicios y registro de sueño y un más que aceptable compañero para iniciar una vida más saludable. Sin embargo se queda en tierra de nadie entre un abanico de consumidores que, o bien optan por un smartwatch más completo o por una smartband más sencilla.