Según las estimaciones de la OMS, cada año se producen en todo el mundo 390 millones de infecciones por dengue, de las cuales unos 96 millones se manifiestan clínicamente. Si la asistencia médica es adecuada, en la actualidad la mortalidad de esta enfermedad se encuentra por debajo del 1%. Sin embargo, en los países en vías de desarrollo, en los que normalmente las poblaciones de mosquitos transmisores son más abundantes, existe una gran precariedad en este aspecto. Es por eso que, además de buscar formas de reforzar las infraestructuras sanitarias, es también importante atacar a la raíz del problema, evitando la proliferación de insectos.
Ropa de grafeno para evitar picaduras, el repelente del futuro
Para eso existen muchos métodos, algunos ya en marcha y otros en fase de investigación. Lo más habitual suele ser el uso de repelentes, la mayoría de ellos basados en DEET o icaridina. No obstante, esto es cada vez menos útil, ya que muchos insectos comienzan a desarrollar resistencias, de un modo similar a lo que ocurre con las bacterias y los antibióticos. Por eso, muchos científicos están detrás de otros métodos, que van desde tejidos a base de grafeno para evitar las picaduras hasta hongos modificados para atacar a los mosquitos. Existe otra opción, que sí lleva décadas en uso, con muy buenos resultados, y que aún sigue en expansión. Es el caso de las esterilización de machos de mosquito mediante la irradiación de rayos X o gamma. Desde que se usó por primera vez en Estados Unidos, hace 60 años, ha seguido utilizándose por países de todo el mundo, hasta llegar ahora a Bangladesh, donde expertos de la Agencia Internacional de Energía Atómica (OIEA) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) han acudido para evaluar la posibilidad de frenar de este modo el brote de dengue que actualmente está azotando el país.
Un método lleno de ventajas
En los años 50, el gusano de tornillo, cuyas larvas infectaban las heridas abiertas de animales de granja, provocó en Estados Unidos unas pérdidas anuales de alrededor de 200 millones de dólares en la industria ganadera. En los años previos se habían utilizado insecticidas químicos para hacer frente a este problema, pero cada vez parecían ser menos eficaces.
Por eso, dos científicos del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, Raymond Bushland y Edward Knipling, decidieron cambiar el enfoque de los métodos utilizados y no atacar directamente a los insectos, sino a su ciclo reproductivo. Para ello, irradiaron machos de mosca adultos con rayos X, con el objetivo de esterilizarlos. El procedimiento fue un éxito, la plaga se erradicó casi totalmente y la economía procedente de los suministros de productos cárnicos y lácteos pudo remontar por fin. Poco después, en 1954, una plaga similar fue eliminada totalmente en la isla de Cuarazao, frente a las costas de Venezuela, en solo siete semanas, gracias al mismo método.
La técnica, conocida como SIT (Sterile Insect Technique), resulta muy ventajosa en comparación con otros métodos, por varias razones. En primer lugar, los insectos tratados no se atorreplican, por lo que no se pueden establecer en el medio ambiente. Además, se rompe solo el ciclo de vida de la especie causante del problema, sin afectar a otras, como ocurre con los insecticidas químicos convencionales. Por otro parte, no se introducen especies no nativas en un ecosistema, como sí ocurre en ciertas ocasiones mediante el control biológico.
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Se evita también el uso de especies transgénicas; que, a pesar de no tener por qué suponer ningún peligro, suelen despertar las reticencias de buena parte de la población. Y por último, pero no menos importante, se reducen los costes de producción y salud humana, a la vez que se protege el medio ambiente, gracias al uso reducido de insecticidas.
Mosquitos irradiados contra el dengue
Con ayuda de este método, consistente en esterilización y liberación de machos, se ha conseguido detener la expansión de plagas de moscas de la fruta, polillas y mosquitos de diferentes especies. En la mayoría de ocasiones se ha utilizado en un ámbito agrario, contra insectos causantes de enfermedades de plantas y ganado. Pero también tiene una gran utilidad en la lucha contra insectos transmisores de afecciones humanas. Por ejemplo, se ha usado con éxito en las moscas del género Glossina, más conocidas como moscas tze tze, portadoras del patógeno causante de la famosa enfermedad del sueño.
Por eso no es extraño que el método SIT esté ahora en el punto de mira de las autoridades sanitarias competentes para luchar contra la epidemia de dengue en Bangladesh.
Este virus, transmitido por mosquitos del género Aedes, provoca un cuadro sintomático similar al de la gripe, que en ciertas ocasiones puede complicarse, llegando incluso a provocar la muerte. De hecho, su variante más severa es una de las principales causas de enfermedad grave y muerte entre los niños en algunos países asiáticos y latinoamericanos.
Mutando mosquitos para combatir el dengue
En el caso de Bangladesh, está pasando por su brote más grave, con el diagnóstico de 38.000 nuevos casos desde enero de este año y una admisión de 1.500 nuevos pacientes al día en la última etapa. Además, de todos esos enfermos han muerto ya más de 40 desde enero.
Por eso, la OIEA y la OMS han visto necesaria su colaboración para analizar la posibilidad de implantar un plan de esterilización mediante irradiación. Según ha contado en un comunicado de la primera institución el Director Científico del Instituto de Biología de Alimentos y Radiación del país, Mahfuza Khan, ya cuentan con un insectario que produce de 30.000 a 40.000 larvas a la semana, destinadas a su esterilización y liberación. En el mismo informe, uno de los expertos de la OMS, Rajpal Yadav, añade que los resultados preliminares de los ensayos de campo con mosquitos machos estériles son muy alentadores, pero se necesitan más datos para mostrar una menor incidencia de la enfermedad antes de que se pueda recomendar la implementación a gran escala. Aún faltan unos cuantos pasos por andar, pero este podría ser sin duda el golpe de efecto que necesita el país para eliminar desde la raíz este brote de dengue.