En tiempos pretéritos, para conectar una computadora a internet debíamos emplear un cable Ethernet que conectábamos al módem o un cable telefónico si dicho módem estaba integrado dentro del ordenador. Entonces llegó la tecnología inalámbrica Wi-Fi y lo cambió todo. Nada nuevo si has leído este artículo.

Pero la cosa se iba a poner más interesante cuando llegaron los teléfonos móviles y éstos empezaron a conectarse a internet a través de otra tecnología similar al Wi-Fi. La telefonía móvil al principio sirvió para poco más que enviar y recibir llamadas de voz y mensajes de texto, pero con el salto al 3G, y más adelante, el 4G, se hizo plausible ver vídeo o enviar y recibir toda clase de datos a gran velocidad.

Desde hace tiempo hay una pugna para ver qué tecnología será el estándar de las conexiones inalámbricas, si el WiFi 6 o el 5G, que son los estándares futuros, aunque ya están disponibles, de las respectivas tecnologías, ambas de gran velocidad y disponibles en cualquier dispositivo con una antena compatible. Y curiosamente, ambos emplean una base común, las ondas electromagnéticas, y más concretamente, ondas de radio o lo que conocemos como espectro radioeléctrico, que engloba radio, televisión, telefonía móvil, GPS, wifi, bluetooth, radares, etc.

Y aquí es donde entra otra tecnología inalámbrica llamada LiFi, un nombre similar al popular wifi pero cuya diferencia está en el medio empleado para propagar la información. Si el wifi hace uso de ondas de radio a través del aire, LiFi apuesta por la luz solar, que también está formada por ondas electromagnéticas.

La luz como transmisor de datos

El padre de esta tecnología es Harald Hass, ingeniero alemán que da clases de telefonía móvil en la Universidad de Edimburgo. En una charla TED de 2011, Harald Hass habló al público de cómo podíamos comunicarnos a través de la luz visible como complemento, que no alternativa, a la radiofrecuencia empleada para las conexiones móviles y wifi.

Empleando la luz visible o ultravioleta, por un lado, y la luz infrarroja por el otro, se puede transmitir información a mayor velocidad que mediante ondas de radio. Hasta 100 veces más rápido, si bien la distancia de alcance es más corta. En concreto, puede alcanzar una velocidad de transmisión de 10 Gbps, algo que las tecnologías 4G y WiFi 5 actuales no alcanzan pero sí las futuras WiFi 6 y 5G una vez se implementen del todo.

Si vamos más al detalle, el funcionamiento de la tecnología LiFi consiste en emplear luces led que parpadean constantemente y de manera imperceptible para nosotros. Con esos parpadeos se transmiten los datos. Obviamente, para que la conexión sea posible la luz debe ir del punto de origen al punto de destino sin ninguna interferencia como paredes u objetos. Sin embargo, esta limitación puede redirigirse como una ventaja. Si la conexión LiFi se emplea en un lugar cerrado, en ese sentido será más difícil interceptar ese flujo de datos y, por lo tanto, es más segura.

Por otro lado, al emplear luz en vez de ondas electromagnéticas, resulta una alternativa para entornos donde no es posible emplear dichas ondas, como hospitales, centrales nucleares o aviones, por citar tres ejemplos. Y el tercer punto a favor de la tecnología LiFi es que ayudaría a liberar el espectro de radiofrecuencia, que se encuentra prácticamente saturado al convivir tecnologías tan explotadas como las mencionadas antes: radio, televisión, internet, geolocalización, etc.

Por el momento, los productos y proyectos disponibles cuentan con adaptadores para conectar a dispositivos móviles o computadoras mediante USB o WiFi para así traducir el envío de datos vía LiFi para que sean recibidos en dispositivos no compatibles.

PureLiFi

Hay varios proyectos empresariales que apuestan por la tecnología LiFi. El primero se llama PureLiFi y fue fundado por el propio creador de la idea, Harald Hass. En su catálogo cuenta con chips y sensores pensados para integrar en productos de terceros, como dispositivos móviles.

Su chip insignia, por ejemplo, es compatible con el estándar inalámbrico 802.11, permite transmitir datos a velocidades de 86,4 Mpbs y hasta 16 conexiones simultáneas. A partir de ahí, puede aplicarse dicho chip para crear toda clase de productos como iluminación que integra LiFi, ordenadores portátiles, carcasas para teléfonos, etc.

La noticia más reciente que podemos encontrar sobre PureLiFi en su sitio web es de verano de 2019, donde anuncia la creación de la Light Communications Alliance, una asociación de empresas cuyo propósito es desarrollar y promover la tecnología LiFi. Entre sus miembros, además de la propia PureLiFi destacan Nokia, alguna operadora de telecomunicaciones y especialmente centros de investigación.

Signify

Otra de las empresas destacadas en el desarrollo de productos LiFi es Signify, antes Philips Lighting. En su amplio catálogo destacan las luces inteligentes Philips hue y en el tema que nos ocupa, su gama de productos TruLifi. No hace mucho le dedicamos un artículo donde destacábamos sus modelos más recientes.

Fuente: Signify

Por un lado, Trulifi 6002, que alcanza velocidades de hasta 150 Mbps. Por su parte, Trulifi 6013 alcanza velocidades de hasta 250 Mbps empleando para ello luz azul, roja o verde. Por el momento, ambos productos, y el modelo inicial Trulifi 6001, están enfocados a uso profesional en empresas, centros de datos y organizaciones públicas pero no es descartable que en un futuro cercano surjan productos para uso doméstico más asequibles.