La serie The Handmaid's Tale es hoy un título consagrado por su excelente confección y su poderosa historia. Sabemos bien que se basa en la obra homónima de la escritora canadiense Margaret Atwood, publicada en 1985. Lo que se sabe menos es que la producción de Hulu no es la única adaptación de dicha novela, pues en 1990 fue lanzada la película en donde se contó la escalofriante historia de una mujer que vivió bajo la distopía de Giliead.

The Handmaid's Tale, la película, fue dirigida por Volker Schlöndorff, célebre director del llamado nuevo cine alemán, aunque, como veremos, esta cinta no abonaría a su lista de éxitos. Y es que el proyecto del largometraje cambió varias veces de manos y de protagonista, para finalmente fracasar en taquilla.

En un principio Atwood vendió los derechos de la novela a Daniel Wilson, y este a su vez fichó a Harold Pinter como guionista —quien era reconocido por su trabajo como dramaturgo y guionista, por lo que más tarde fue condecorado con el premio Nobel de literatura en 2005— y a Karel Risz para director, quien venía de asombrar a la academia con su película La mujer del teniente francés, protagonizada por Meryl Streep, nominada a cinco premios Óscar.

La excelente alineación para los responsables del guion y de la dirección se completó con el interés que Sigourney Weaver puso en el proyecto, pero que pronto abandonó por su embarazo. Sin Weaver —para entonces una de las actrices estrellas de Hollywood por Alien y Ghostbusters— la película de The Handmaid's Tale comenzó a tambalearse. Finalmente Schlöndorff sustituyó a Risz y, aunque el guion fue realizado por Pinter, cuenta la historia que este se rehusó a hacer las modificaciones que el director alemán le pidió, de tal forma que un día le dijo que buscara a Atwood para que ella hiciera los cambios. Esta disputa de alguna manera pasaría la factura al producto final.

Por otro lado, sin Weaver se tuvo que buscar a una nueva protagonista, la elegida fue Natasha Richardson. La acompañarían en el reparto Faye Dunaway como Serena Joy, Robert Duvall, quien interpretó al comandante Fred, Aidan Quinn como Nick y Elizabeth McGovern como Moira. A pesar del trabajo de todos los involucrados la película fue un fracaso en las taquillas, pues recaudó apenas los 4 millones de dólares y costó 13.

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El largometraje de The Handmaid's Tale también se distribuyó muy poco, a tal grado que los VHS de los noventa son piezas de colección, más que nada por el carácter de cinta de culto que fue cultivando con el paso del tiempo. Y es que la película tiene muchos aciertos pero también muchos puntos flacos. Eso sí, en definitiva tiene un tratamiento muy distinto a la serie, por lo que repasamos algunas de sus diferencias abismales con la producción de Hulu.

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Las diferencias abismales

La serie de The Handmaid's Tale se ha distinguido, sí por su calidad, pero también por su abordaje feminista, por el retrato agudo de las actitudes y pensamientos de los distintos grupos radicales que, por infortunio, son mucho más reales de lo que pensamos. Atwood ha dejado en claro que todo lo que escribió en su célebre novela no es una invención suya sino elementos que ha identificado en las sociedades y que unió en un relato escalofriante. La película quiso conservar ese corte feminista de la novela, sin embargo, el tratamiento y las decisiones narrativas diluyeron en gran medida el mensaje principal. Incluso, es posible que solo conociendo el libro se comprenda el trasfondo de la cinta.

Otra gran diferencia entre la película y la serie es que la primera fue confeccionada por hombres, mientras que la segunda está hecha por mujeres. Que baste la muestra, pues tanto Atwood como Elisabeth Moss, la actriz protagonista, son productoras del show. Además, la dirección ha estado a cargo, como casi ningún otra serie, de mujeres; han participado activamente Reed Morano, Floria Sigismondi, Kari Skogland y muchas más.

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Sabemos que esta historia requiere que el reparto esté conformado casi exclusivamente por mujeres, primero porque así lo pide la historia y luego porque es necesario evidenciar que una minoría (conformada por hombres) domina brutalmente a la mayoría. Sin embargo, la gran diferencia entre las adaptaciones, y esto se debe a la lucha de muchos sectores en distintos frentes durante los treinta años que han pasado desde el estreno del largometraje, el reparto de la serie es diverso. En la película de 1990 no aparece una sola persona negra, o de ascendencia oriental o latina en todo el reparto, y no solo en el principal, en los muchos extras que se ven en pantalla. Ya no hablemos de encontrar en todo el largometraje a un personaje gay o parejas del mismo sexo, pues mientras en la serie son representadas en diversos hilos, la película, tanto por el tiempo en la que fue hecha como por su duración, no desarrolló esta clase de historias, sin embargo, no deja de ser claro que se debe a que se hacía cine y televisión de una forma muy distinta y poco se preocupaban de la representación diversa en la pantalla.

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Como decíamos al principio, por muchas razones la serie de The Handmaid's Tale es un título imprescindible, y lo descrito aquí también sirve para apreciar más la televisión que se está haciendo en los últimos años. Por su corte cinematográfico, por su sensibilidad, por el trabajo que muchas mujeres están haciendo frente y detrás de las cámaras, pero sobre todo porque se ha confeccionado, cada vez más, una televisión más diversa y más abierta. Lo único que pesa, pero en esto no tienen nada que ver las dos producciones, ni el mundo del entretenimiento, es que el fundamentalismo retratado en The Handmaid's Tale cada vez está más presente en la vida pública y política del mundo. Algo de preocuparse si tenemos más que sabido que la realidad siempre es mucho más cruel y vil que la ficción.

Eso sí, y como podemos ver a continuación, la película dejó un precedente muy importante para la serie, en el siguiente video se evidencia cómo la producción de Hulu no dejó de lado la primera adaptación, al menos en la primera temporada, pues, el show ya ha superado la historia de la novela internándose en un universo lleno de oscuras posibilidades.

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