Sin duda El Rey León está siendo uno de los remakes más controvertidos de los que ha llevado a cabo Disney en los últimos meses. La falta expresividad de los personajes ha desagradado bastante a algunos espectadores, mientras que otros celebran el realismo conseguido al utilizar imágenes verdaderas de los animales de la sabana. Independientemente de las opiniones que haya generado la película está claro que, al igual que Dumbo o Aladdín, es toda una regresión a la infancia, que nos invade de una nube de recuerdos y nostalgia interpretados a ritmo de Hakuna Matata. Pero volver a ver El Rey León, ya sea el original o el remake, no solo sirve para recordar lo felices que éramos de pequeños. También ayuda a comparar nuestra forma de entender la historia entonces y ahora. Buen ejemplo de ello es el de las referencias científicas de la cinta.
Algunas han sido añadidas en esta última versión, mientras que otras están calcadas del guión original, pero todas coinciden en que probablemente pasen desapercibidas a la mente de un niño pequeño. Por eso es interesante ver estas películas con ellos y ayudarles a entenderlas, pues no hay nada mejor que aprender disfrutando. Ahora bien, ¿cuáles son esas referencias?
‘El rey león’ (2019): como la original, pero peor
El umami
Cuando Simba huye de la manada tras la muerte de su padre y se topa con Timón y Pumba su forma de ver la vida cambia rápidamente. No solo decide vivir el momento sin pensar en el pasado o el futuro, sino que también modifica otros factores de su vida, incluyendo hasta su propia alimentación. Mufasa le había enseñado a comer antílopes o cebras para continuar con el ciclo de la vida, pero sus nuevos amigos le muestran el placer de seguir una dieta a base de bichos.
Esta escena en el remake se parece bastante a la original, e incluso reproduce algunas frases exactas. Sin embargo, añade un pequeño detalle muy acorde con los conocimientos científicos actuales: una referencia al umami. Conocido como quinto sabor, el umami fue descrito por primera vez en 1908, por el científico de la Universidad de Tokio Kikunae Ikeda, al comprobar que el aminoácido glutamato generaba en el paladar una sensación muy concreta al cocer el alga Kombu. Sin embargo, todavía hoy en día muchos libros de texto siguen sin tenerlo en cuenta. Pero sí han querido considerarlo en esta película. En la original, Timón compara el sabor de algunos de los insectos con otros alimentos más comunes, como el pollo, pero aquí añade una nueva frase referente a este hallazgo: “Esto sí que es umami”.
Errores en los libros de texto que han sido cazados por científicos
El umami se considera un sabor muy palatable, tanto que muchos precocinados suelen tener glutamato monosódico como aditivo para conseguirlo. Por eso no es extraño que este simpático suricata disfrutara tanto saboreando ese bicho concreto.
El origen de las estrellas
Las estrellas tienen un papel protagonista en ambas versiones de El Rey León. Destacan las escenas en las que Mufasa le enseña a Simba el firmamento, explicándole que sus antepasados viven en él, así como esa en la que el cachorro ya convertido en adulto vuelve a observarla, esta vez junto a Timón y Pumba.
Los tres, tumbados y mirando hacia arriba, se preguntan de dónde provendrán esos puntitos de luz que salpican el cielo. Timón lo tiene claro y explica que se trata de luciérnagas que han quedado atrapadas en lo más alto. Sin embargo, Pumba tiene otra teoría, pues dice que siempre pensó que se trataba de bolas de gas quemándose a millones de kilómetros de distancia. Ante tal ocurrencia su pequeño amigo le recrimina que todo lo relacionado con él es gas. Este diálogo, que se encuentra en las dos películas, suele despertar risas entre los más pequeños por la referencia a las flatulencias del jabalí, pero no por lo realmente gracioso, que es que sea Pumba el que está en lo cierto con su afirmación.
Las primeras estrellas en la historia del universo
Aprender sobre animales
El Rey León encierra un gran número de enseñanzas para los niños. A través de la historia aprenden la importancia de la amistad, de no malgastar los recursos o de afrontar los problemas con positividad. Pero sobre todo aprenden sobre la naturaleza, y más aún en este remake en el que pueden ver la apariencia real de los animales que hay detrás de cada uno de los personajes.
Así, pueden ver cómo se forman las manadas de leones o aprender qué es un animal carroñero, pero sobre todo conocen los hábitos de los protagonistas. En el caso de Timón, por ejemplo, hay una escena en la que recrimina el comportamiento de sus compañeros diciendo: “Luego no queréis que me meta bajo tierra”. Esta es una característica típica de los suricatas, que acostumbran a excavar galerías subterráneas de las que solo salen durante el día. Además, también se puede ver la costumbre de Pumba de revolcarse en el barro, algo muy típico en los jabalíes verrugosos, que suelen hacerlo para evitar ser atacados por insectos o parásitos.
Animales que crees que saben nadar pero no lo hacen
En definitiva, aunque no lo parezca es una gran película para divulgar ciencia con los más pequeños. A esas edades la curiosidad aún no se ha visto eclipsada por las preocupaciones de la etapa adulta. Descubrir todas las referencias ocultas en la película puede ser una gran diversión para ellos.