En los medios de comunicación se ha hablado en los últimos días sobre el posible impacto el 13 de abril de 2029 por parte del asteroide Dios del Caos, un apodo que hace referencia a 99942 Apophis. Las informaciones hablaban de que la NASA estaba preocupada por su acercamiento, dentro de diez años, a nuestro planeta. Sin embargo, la NASA lo ha desmentido.

El asteroide mide 340 metros de ancho y pasará a 30.500 kilómetros de la superficie terrestre, es decir, a una distancia menor que la que hay entre la Tierra y la Luna (384.400 kilómetros) y, debido a su tamaño, una colisión con el planeta tiene el potencial de ser devastadora para toda la vida en la Tierra. Pero hay que tener en cuenta que tanto la NASA como la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés) monitorizan todos los asteroides que tienen una órbita que puede pasar cerca de la Tierra, para así, si fuese necesario, tomar medidas que ayuden a evitar el choque.

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Además, otro punto a tener en cuenta para no entrar en pánico con estos grandes cuerpos que podrían impactar contra nosotros, es que a mayores medidas tiene el asteroide, más fácil y antes se detecta, tal y como explicaron desde la ESA a finales de junio con motivo del Día del Asteroide.

El cuerpo tiene una posibilidad entre mil de impactar contra la Tierra y fue descubierto en 2004 por los astrónomos del Kitt Peak National Observatory. Al tratarse de un cuerpo de tales características, los expertos lo han observado desde que se encontró, por eso conocen muy bien los efectos que causaría si impactase contra la Tierra, que sería a una velocidad de 19 kilómetros por segundo. Pero este control también ayuda a calmar el nerviosismo: no se prevé impacto, ni de este cuerpo ni de otros en los próximos 100 años.

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¿Debemos temer el impacto de otros grandes asteroides?

No hay que tener miedo a este tipo de asteroides porque están muy controlados por las principales agencias espaciales, sobre todo los que hay en el sistema solar. Sin embargo, si viniese algún objeto extrasolar, como ‘Oumuamua, no tendríamos nada que hacer porque nos daríamos cuenta tarde. Esto implicaría la imposibilidad de defendernos y el impacto contra la Tierra del asteroide extrasolar.

Pero tenemos a las agencias espaciales trabajando de forma conjunta para prepararnos ante la posibilidad de que, como en Armaggedon, tengamos que deshacernos de un asteroide que su camino se cruza demasiado cerca del de la Tierra y pone en peligro la vida en nuestro planeta. Por ejemplo, se está estudiando muy de cerca con la misión OSIRIS-REx a Bennu, un cuerpo que podría colisionar en la Tierra, aunque sus probabilidades son de 1/2.700 de impactar contra la Tierra entre 2175 y 2195. Por tanto, no hay que temerlo.

Además, se lanzarán próximamente las misiones DART (NASA) y HERA (ESA), que estudiarán cómo se comporta un asteroide tras el choque con otro objeto, de esta forma se tendrá más información por si es necesario desviar algún asteroide en el futuro.

Otro asteroide que tiene más posibilidades de impacto (1/714), es el cuerpo FD 2009 en el año 2185. La probabilidad es tan solo del 0,2% de que choque contra la Tierra, por lo que no deberíamos tenerle miedo tampoco.

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Apophis, Dios del Caos egipcio

En la astronomía se han usado muchos mitos para darle nombre a diferentes estrellas, cuerpos, constelaciones... Los planetas, por ejemplo, tienen nombres de la mitología romana. Marte se llama así por su color rojo, que recuerda a la sangre que se derramaba en las batallas, de ahí que se le conozca como al dios de la guerra de la antigua Roma.

Siguiendo múltiples de estos ejemplos, se llamó en 2004 a este asteroide Apophis debido al dios egipcio que encarna las fuerzas del caos y del mal, llamado Apofis o Apep. Para los egipcios, este dios habitaba en el Duat (inframundo) y se transformaba en serpiente para atacar la barca de Ra, cuya travesía representaba el ciclo solar. También se consideraba a esta deidad como el responsable de los eclipses solares.