Nuevo encuentro de la Asociación Española de Bioempresas (ASEBIO) y nuevo tirón de orejas para el sector de la inversión I+D+i en España; el elemento que sigue dejando atrás a España.

Hace unos días, la Asociación anunciaba los buenos tiempos por los que transcurre el sector de la biotecnología en España, con buenos resultados aunque pendientes de recuperar las magnitudes pre crisis. Un 0,7% de impacto en el PIB nacional –lo que supone 7.000 millones de euros–, la misma cifra del pasado año, pero menor que lo registrado hace dos. Con un ligero aumento en la inversión I+D+i que, aún así, aseguraba Jordi Martí presidente de ASEBIO, "son cifras modestas en comparación al resto de países de la Unión Europea".

Buenos tiempos para la biotecnología en España, pero a años luz de Europa

En este contexto, el nuevo informe de Propuestas para incrementar la competitividad del sistema español I+D+i insiste en el problema de las deficientes políticas públicas de inversión. Por debajo de Italia y Portugal en la lista, España cuenta con una inversión pública del 0,66% –a años luz del 1,36% medio del resto de países miembro–.

El ‘hachazo’ presupuestario a la ciencia en España, en 17 gráficos demoledores

Unos datos altamente influenciados por el contexto socio político y económico por los que viene pasando el país desde hace años. "Partimos de la base de una situación preocupante, porque hemos sufrido un enorme deterioro de la inversión en España en los últimos años. Es algo muy conocido, pero no por ello debemos dejar de hablarlo", explica Martí, "especialmente porque los datos demuestras que a más inversión pública, más incentivación empresarial existe". Algunos buenos movimientos, como el préstamo de 101 millones de euros del Banco Europeo de Inversiones para la promoción de los proyectos científicos en España, que sin embargo siguen teniendo muy presentes las cifras de años anteriores. Sigue estando muy presente el tímido aumento del 8% en I+D de 2018 que, pese a todo, sigue suponiendo un grave hachazo a las cifras del ecosistema.

Fuente: Informe Asebio

Baja inversión que, junto a una elevada inestabilidad política, se suma a uno de los problemas identificados desde hace tiempo por Asebio: "casi el 30% de los presupuestos dedicados a I+D+i no llegan a ejecutarse", añade. Consecuencia directa de la estructura del modelo de financiación al desarrollo en España conformado por los préstamos; un "rara avis en el entorno internacional". A nivel de presupuesto, de hecho, España se encuentra a los niveles de China, pero en dotación el país baja al nivel de Italia; un rápido vistazo a la ejecución de los mencionados préstamos coloca a España casi a la altura de Sudáfrica.

Fuente: Informe Asebio

No solo inversión pública, España sigue encontrándose a la cola de la inversión empresarial. Bajo esta idea, explican, ¿funciona la inversión pública para incentivar la inversión empresarial? "Los incentivos más potentes conforman aquellos países que se colocan como los más potentes", explican, "por lo que los incentivos efectivamente generan mejores economías". Destacan el caso de Estados Unidos que, pese a sus peculiaridades, entienden que su diferenciación por sectores más atractivos y competitivos; lo cual genera más tasas de éxito.

El bucle de los retos: de momento no cambian

Entienden que los niveles de presupuestos no son malos, pese a lo alarmante de las cifras de los últimos años, pero la realidad es que los cambios tienen que manifestarse de forma paulatina con la idea de no estancarse en la situación.

No hay sorpresa con las medidas de cambio solicitadas, en cualquier caso. La primera de las medidas necesarias pasa por la propia estructura del sistema. Un cambio del sistema de créditos que, al menos, sean otorgados en su totalidad. Junto con el total de los presupuestos, el desarrollo real del I+D+i pasa por la ejecución del 100% de lo destinado a ella. No quieren dejar de lado, sin embargo, la necesidad de "agilizar los tiempos y los trámites de las ayudas", uno de los motivos por los que el 30% de esas cifras no llegan a manifestarse. Los problemas "de moderación de los criterios de registro de ayudas y la complejidad del propio modelo" lastran, sin duda alguna, cualquier evolución. Una cuestión que, desde la Comisión Europea, ya manifestaba a España con la sugerencia de modificar el sistema.

"Vemos que España está haciendo grandes esfuerzos, pero España sigue siendo un país innovador de perfil moderado [...] consecuencia directa de una inversión pública baja", comenta Marta Truco de la Comisión Europea. A lo que añade que "es necesario mejorar las herramientas de evaluación", además de incentivar el número de investigadores en España –con buenos datos, pero mejorables-.