Tras declarar "emergencia nacional" bajo la supuesta intención de defenderse del espionaje, el Gobierno de Donald Trump emitió una orden bajo la cual las empresas estadounidenses no pueden comerciar con Huawei sin autorización previa. Las acciones de Google fueron las primeras –aunque no las únicas– en hacerse públicas, suspendiendo varios acuerdos con Huawei y revocando el acceso a 'su Android' a la marca, Play Store incluido.

Tras la confirmación de la propia Google, veamos cuales son las repercusiones de cara a los actuales usuarios de dispositivos Huawei, o qué es lo que nos permite saber la actualmente limitada información de la que disponemos.

Google suspende varios negocios con Huawei, incluyendo el acceso a Play Store y partes del sistema Android

Actualizaciones potencialmente retrasadas

En el comunicado oficial, Google asegura que "mientras están cumpliendo con todos los requisitos del gobierno, los servicios como Google Play y la seguridad de Google Play Protect seguirá funcionando en tu dispositivo Huawei existente". Esto quiere decir que los actuales usuarios de teléfonos Huawei no notarán diferencia en las posibilidades de estos, al menos no de forma inmediata: Google Play seguirá funcionando para ellos, así como el resto de servicios de Google. Y lo mismo parece que aplica para quienes compren hoy un dispositivo ya en distribución, como los últimos Huawei P30 y P30 Pro

https://hipertextual.com/2019/05/google-veto-huawei-no-afectara-dispositivos-existentes
Huawei Mate 20 Pro

Al cesar relaciones con la marca, eso sí, Google dejará de proporcionar a Huawei las versiones preliminares del sistema, sobre las cuales se va adaptando Android a las características específicas de sus dispositivos. Esto permite que los teléfonos más recientes de la marca se actualicen de una forma más ágil y acelerada.

Para entender esto es necesario tener en mente que Android como tal se puede entender de dos formas distintas. Por una parte, está "el Android de Google", que viene con las aplicaciones de Google y los Google Play Services preinstalados, que han ido acumulando con los años partes esenciales de las capacidades de los smartphones, incluyendo las propias notificaciones push o el acceso al Play Store.

Por otra, está AOSP, el proyecto de código abierto de Android, mucho más básico y disponible para todo aquel que quiera hacer una versión de este sistema operativo –como sucede con los dispositivos Fire de Amazon–. Sin embargo, la gran mayoría de las aplicaciones que se desarrollan para la plataforma son distribuidas a través de Google Play y, por lo tanto, hacen uso de los Google Play Services –que no se incluyen en una versión AOSP de Android–. Para que una "app" pueda ejecutarse sobre una versión AOSP, por lo tanto, es necesario adaptarla y distribuirla a traves de otra tienda.

Actualmente, así es como funciona el ecosistema de aplicaciones en China, donde prácticamente ningún servicio de Google funciona o tiene relevancia alguna, y cuentan con decenas de tiendas de aplicaciones independientes. La dificultad más grande estaría en replicar, de una forma competente, este mismo modelo en Europa, donde la Play Store y los servicios de Google tienen un gran peso para el consumidor.

Para los usuarios actuales, por tanto, el veto a Huawei puede significar poco más que un retraso en las grandes actualizaciones de software, o incluso el fin de estas. Huawei afirma en su comunicado que seguirán "proporcionando actualizaciones de seguridad y servicios postventa a todos los smartphones, tabletas y dispositivos Huawei y Honor, tanto a los que ya se hayan vendido como a los que siguen estando en stock en todo el mundo". La duda, sin embargo, se mantiene sobre los futuros lanzamientos de la marca, pues la posible falta de componentes y la imposibilidad de integrar los Google Play Services podría acabar perjudicando al negocio de la compañía en mercados como Europa.