Ante eso, el gobierno chino ha ofrecido su apoyo a Huawei criticando las medidas tomadas por la administración de Donald Trump. Detrás de eso se esconde una serie de subsidios concedidos a la empresa, que van desde la venta de terreno, hasta bonificaciones y préstamos millonarios, algo que molesta a Estados Unidos.
Un reporte de AFP destaca que el gobierno de China ha ofrecido millones en subsidios a Huawei durante los últimos diez años, gracias a "las contribuciones de la empresa en el desarrollo de nuevas tecnologías de punta".
Entre los más destacados se encuentran los terrenos vendidos a precios irrisorios. Uno de ellos es el campus ubicado en la ciudad de Dongguan, conformado por "12 pueblos" que han sido construidas copiando ciudades de Europa como París, Verona, Brujas o Granada.
El gobierno de la ciudad vendió a una décima parte del costo las más de 127 hectáreas para que Huawei construyera un nuevo campus que alberga a más de 25.000 empleados. Sumado a eso, también se vendieron terrenos a orillas del lago en un proceso orquestado para beneficiar a una subsidiaria de la tecnológica.
China también utiliza a sus bancos para beneficiar a Huawei. El reporte deja ver que el Banco de Desarrollo de China ha otorgado miles de millones en créditos a la empresa con el fin de que esta pueda ofrecer equipos de bajo costo a sus clientes de telecomunicaciones.
Por último, también se menciona que los principales ingenieros de Huawei reciben bonos a través de programas gubernamentales por cientos de miles de dólares.
Ante todo lo anterior, Huawei ha dicho que no reciben ninguna ayuda especial del gobierno, y que al igual que otras compañías, reciben subsidios de investigación de gobiernos en varias jurisdicciones. En el caso de la compra de tierras en Dongguan, la tecnológica argumentó que pagan impuestos y que han contribuido al desarrollo económico de la ciudad.
El tema de los subsidios es uno de los puntos más criticados por Estados Unidos en su guerra comercial con China, quien argumenta que el gobierno chino favorece a compañías estatales por medio de ayudas industriales, algo que afecta la competitividad de las empresas estadounidenses.