El pasado 26 de noviembre la noticia de que un doctor chino había modificado genéticamente dos embriones para que fueran resistentes al virus del VIH sacudía la actualidad. Para entender todos los problemas que conlleva el hecho de modificar embriones humanos y que estos nazcan, hay que comprender cómo funciona la técnica utilizada, el CRISPR/Cas9, y también qué pasa al apagar el gen CCR5, la puerta de entrada del VIH.
También es importante conocer las limitaciones éticas de llevar a término un embarazo de estas características, además de las mentiras utilizadas para llevarlo a cabo. Detrás de esta investigación de modificación genética no hay ni un Comité Ético ni un Comité Intermediario, solo el doctor He Jiankui y su equipo de la Universidad de Ciencia y Tecnología del Sur (Shenzhen). Ni siquiera el hospital ni la universidad para los que trabaja sabían que esta modificación se estaba realizando, según han comentado.
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Hay que depurar CRISPR/Cas9
La técnica utilizada para realizar las modificaciones genéticas en el ADN de las dos pequeñas ha sido CRISPR/Cas9. Con CRISPR/Cas9 "nosotros podemos escribir un gen, podemos cambiar la lectura de un gen", explica a Hipertextual José Alcamí, director de la Unidad de Inmunopatología del Sida en el Instituto Carlos III. ¿Qué significa esto? Que se puede modificar un gen para que se exprese como los investigadores quieran.
Esta técnica se utiliza en "muchos laboratorios". "Nosotros usamos en el laboratorio la edición genética en células y hay compañeros míos que lo hacen en ratones o moscas, por ejemplo. De esta forma podemos seleccionar ratones mutantes, moscas mutantes...", comenta Alcamí. Pero a pesar de que CRISPR/Cas9 es "una técnica muy potente" de edición genética que, además, "funciona muy bien", tiene una limitación que se debe tener en cuenta a la hora de realizar cambios genéticos en embriones humanos: "Nosotros diseñamos esa herramienta para que modifique el gen concreto que queremos cambiar, pero sabemos que no es absolutamente específica. O sea, modifica lo que nosotros le pedimos, pero por su cuenta puede introducir mutaciones en otras zonas del genoma", afirma el investigador.
Esto puede dar como resultado que los embriones no sean viables, es decir, que la técnica "pille un gen que es importante y la célula se muere", o que, a pesar de poder crecer y nacer, se hayan realizado mutaciones en su ADN que pueden conllevar cambios importantes que podrían tardar un tiempo en verse. "Es decir, la especificidad de la herramienta todavía no está lo suficientemente controlada", sentencia Alcamí.
"Por ejemplo, si tú quieres hacer un ratón con la herramienta, es probable que tengas que hacer 20 ratones para que te salga uno bien", ilustra el investigador del Instituto Carlos III. El resultado puede ser que funcione la edición como uno quiere y no cambie nada importante o "si te cambia otros genes, el ratón no es viable". "La herramienta en sí todavía tiene que ser depurada para que haga lo que tiene que hacer y solo lo que tiene que hacer", añade Alcamí.
Por otra parte, el problema no reside en la modificación de embriones humanos sino en su implantación para el desarrollo de estos, que tiene que estar controlado por un Comité Ético. "Está prohibido en prácticamente todo el mundo la implantación de embriones, la modificación no", comenta Alcamí. "La modificación de embriones está autorizada, por ejemplo, en Reino Unido, pero siempre para fines experimentales, luego está prohibido implantar los embriones. Allí se puede hacer la modificación y verificar que, efectivamente, te has cargado el gen, pero que no has producido efectos alrededor, pero no se puede implantar", señala el investigador. Al ir "un paso más allá e implantar el embrión", también ha convertido esta situación en un problema ético.
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El gen CCR5 no solo es la puerta del VIH
La idea de apagar un gen para que no se exprese y evitar, así, que las pequeñas se vean afectadas por el VIH está muy bien sobre el papel, pero la realidad es que modificar este gen puede traer consecuencias a la salud de las dos bebés. Eso sin contar con los demás genes que hayan podido ser reescritos en su ADN y que pueden causarles otras enfermedades.
El gen modificado es el CCR5, que "codifica, por uno de los receptores, el virus que causa el sida", explica Alcamí. "De hecho, hay gente, menos de un 1% de la población caucásica (blancos) que tiene una variante genética que no expresan este gen, expresan una proteína defectuosa. Al no expresar esta proteína, el virus no les puede infectar. Es decir, no tienen abierta la puerta de entrada del virus", afirma el investigador.
No obstante, apagar este gen es dejar una puerta abierta a los flavivirus, como el que produce la Fiebre del Nilo Occidental (o West Nile), o, incluso a algunas bacterias, como la listeria, tal y como explica a Hipertextual Alcamí. "Esto lo sabe menos gente, solo los que trabajamos con el virus del VIH y de estos receptores conocemos esto. Sabemos que ese receptor no está ahí para que el virus lo infecte sino porque tiene una función", señala. El VIH lo único que ha hecho es "adaptarse a esa puerta" y usarla para infectar las células.
"Curiosamente la gente que tiene esa variante genética aparentemente no tiene ninguna enfermedad, no les pasa nada, hasta que se infectan por la Fiebre del Nilo", cuenta el experto en VIH. Esta variante genética, continúa, solo ocurre entre los caucásicos, no sucede en África ni tampoco en China. "Y esto es por algo", apunta. "Este gen ayuda a construir una respuesta inmune frente a determinados virus", como el ya mencionado del West Nile.
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El virus se transmite por la picadura de un mosquito y provoca esta enfermedad que "no suele ser mortal". Sin embargo, como se ha visto este mismo año en Europa o sucedió en Estados Unidos en 2012, hay gente que muere al contraer la enfermedad. ¿Y por qué? Justamente la mutación de CCR5 es la culpable. "Tras la pandemia en Estados Unidos se vio que los que murieron tenían la mutación en este gen. Es decir, tener esta mutación te hace más susceptible de morir si contraes el virus del West Nile", señala Alcamí a Hipertextual. Este es el motivo de que ni en África ni en China se haya dado esta mutación: "Los que la tenían murieron hace miles de años". Sí se da esta mutación, por ejemplo, en la India, lo que también les hace susceptibles de morir por este flavivirus.
La gripe es otra enfermedad que parece estar relacionada con este gen, aunque "se ha visto de forma menos clara". Las personas con este gen mutado pasan gripes "más graves y tiene más complicaciones" y, además, "también se vio que tiene un papel en la defensa de la listeria", comenta Alcamí.
Así que al modificar el CCR5 no solo cierras la puerta al VIH sino que se las abre a otra multitud de enfermedades. "Ese defecto, que es bueno porque no te infectas del VIH, te debilita porque puedes tener una infección grave por West Nile o, quizás, por otros patógenos. Ese es el problema de inactivar el gen que no provoca enfermedad. Porque si te provoca, por ejemplo, una enfermedad muscular y se corrige, lo que haces es que tu músculo esté bien, pero un gen que lo que hace es protegerte de una infección, y a la vez tiene otras funciones y te lo cargas, te estás cargando las funciones de ese gen. Eso sin contar con las que probablemente no conocemos y lo haremos ahora, cuando empiece a haber gente mutante que tenga esta variante introducida por ingeniería genética", señala.
Sin aval ético y con muchas mentiras
También llaman la atención otros dos problemas a la hora de realizar esta modificación. Por un lado, las mentiras para justificar esta edición genética y, por otro, la absoluta falta de ética con la que se ha llevado a cabo, ya que, como comentábamos anteriormente, ni siquiera ha habido un Comité Ético que revisara todos los pasos a seguir. Y esto es porque no era necesario el cambio del genoma para que las niñas nacieran sanas.
El doctor He buscaba parejas en las que el hombre estuviera infectado con VIH y, además, estuviera en tratamiento con antirretrovirales, mientras que la mujer no debía estar infectada. "Si el padre, que es el que está infectado, se trata con antirretrovirales, que además es una de las condiciones que He ponía para seleccionarlos, sabemos que no va a transmitir el virus a su mujer, sabemos que sus espermatozoides van a estar libres de virus y sabemos que las niñas no se van a infectar", indica el investigador. Por tanto, la idea de que sin este cambio genético las niñas estarían infectadas "no es verdad" porque "en ningún caso" se hubieran infectado. "Es un poco tramposo decir que las ha mejorado para que no se infecten porque no es cierto", apunta.
Por otra parte, ante la falta de un Comité Ético y un Comité Intermediario, se han infringido los protocolos establecidos. "He ha hecho la propuesta familias que llamamos con un estado de fragilidad o de debilidad, porque es una familia angustiada. El padre está infectado por el VIH y su mujer no, siempre existe el temor de infectar a su pareja y que esta pueda infectar a las niñas", comenta. Pero "tiene que ser un Comité Ético el que lo apruebe, tiene que haber un consentimiento informado. No puede ser el investigador el que proponga a los padres directamente nada, tiene que ser un Comité Intermediario el que tiene que estudiar las condiciones, es decir, que He ha cogido un caso muy vistoso, pero que desde el punto de vista ético es impresentable", señala Alcamí.
La parte de la ética, señala el investigador del Instituto Carlos III, es la más grave. "Él ha propuesto una terapia que no es una terapia, sino una modificación genética porque no está curando ninguna enfermedad, o sea, no es que le digas a los padres que hay un gen que puede evitar una parálisis fatal en un nacimiento y lo vas a cambiar para que su niño nazca sano. No. Son niñas que ya iban a nacer sanas y no infectadas y ha hecho es una mejora genética", explica a Hipertextual desde el otro lado del teléfono. "Una mejora si todo va bien", puntualiza. Es más, una de las niñas "solo se ha inactivado un gen", comenta, pero es necesario que se apaguen las dos copias por lo que "se puede infectar igual que todo el mundo", explica.
La modificación genética "es un debate que la sociedad tendrá que tener, pero no es el momento porque la herramienta no es lo suficientemente segura"
"Después de este cambio genético lo más probable es que vengan más y habrá que responder a una pregunta: ¿Qué es ético mejorar y qué no? ¿El color de los ojos sí? ¿Que mi hijo sea más fuerte, más alto o inteligente? ¿Solo curamos enfermedades genéticas? "Es un debate que la sociedad tendrá que tener, pero no es el momento porque la herramienta no es lo suficientemente segura", afirma Alcamí. Hacerse todas estas cuestiones "es abrir una caja de Pandora complicada", sobre todo teniendo en cuenta que CRISPR/Cas9 no es una "herramientas validada en humanos", al menos no por el momento.
Además, He tiene dos empresas que se dedican a estos asuntos, por lo que "tampoco sabemos si va a haber intereses comerciales" porque está claro que habrá personas "ricas" que "diga 'quiero un hijo que esté protegido contra el virus del VIH'" sin importar el precio. "Ha empezado la barra libre", comenta. Por otra parte, como el investigador chino "no ha publicado los datos" ni tenía a su universidad u hospital detrás, "no sabemos exactamente lo que ha hecho". "Éticamente estamos todos espantados de que alguien haya cruzado tantas líneas rojas", concluye Alcamí.