La sonda MASCOT, parte de la misión Hayabusa 2 de la agencia japonesa JAXA, aterrizó este miércoles 3 de octubre, pasadas las 7 de la mañana (hora española), en la superficie del asteroide Ryugu, anteriormente llamado JU3 de 1999.

El Asteroid Mobile Surface Scout (MASCOT, por sus siglas en inglés), el módulo de aterrizaje de Hayabusa 2 fue construido por el Centro Aeroespacial Alemán en colaboración con la agencia espacial francesa CNES, y ahora ya está en la superficie del asteroide. Esta misión tiene como objetivo recoger muestras para su estudio en la Tierra y está previsto su llegada para 2020.

HAYABUSA 2/JAXA

¿Qué objetivo tiene la misión? Hayabusa 2 busca aprender más sobre el origen y la evolución del Sistema Solar. Los asteroides son los cuerpos celestes más primordiales, es decir, lo que sobró tras crearse los planetas. Eso significa que estudiarlos es investigar el pasado cósmico del Sistema Solar. En el caso de Ryugu, también se trata de un asteroide cercano a la Tierra, así que investigar un cuerpo celeste de este tipo ayudará por si algún día la Tierra se enfrenta a la amenaza de un asteroide

Esta no es la primera vez que JAXA realiza este tipo de maniobra, ya en 2003 lanzaron la primera misión a nivel mundial de retorno de muestras con su sonda Hayabusa, que volvió a nuestro planeta con muestras del asteroide Itokawa.

¿Y por qué explorar Ryugu si ya hubo otra misión? La respuesta está en el tipo de asteroide que es cada uno. Se espera que Ryugu contenga más materiales orgánicos o hidratados que Itokawa. Los investigadores buscan una conexión primitiva entre los minerales y el agua de mar de la Tierra con el cinturón de asteroides, para dar respuesta a cuál es el origen de la vida. Las muestras de ambos objetos celestes se utilizarán para estudiar la materia orgánica y el agua en el sistema solar y cómo la coexistencia afecta entre sí a los cuerpos celestes.

La misión Hayabusa 2 desvela la «sorprendente forma» del asteroide Ryugu

Otra misión similar, de recogida de muestras en un asteroide para posteriormente traerlos a la Tierra, es la de la NASA OSIRIS-Rex en el asteroide Bennu, que la agencia norteamerica prevé que aterrice el próximo mes de diciembre sobre la superficie del cuerpo celeste.