El sector del contenido en streaming se está volviendo extremadamente competitivo por la cantidad de actores que se suman al mismo conforme pasa el tiempo. A Netflix y HBO se les han sumado rápidamente otros como Amazon o DC Universe, además del próximo Disney Play y Apple Video. Con unos contenidos cada vez más segmentados y con mayores opciones sobre la mesa, compartir títulos de terceros no es suficiente: o se tienen en exclusiva o se fabrica contenido ex profeso para la plataforma en cuestión.
Esta última es, de manera especial, una opción por la que Netflix ha mostrado predilección en el pasado y que será aún más evidente próximamente. Según revela un estudio realizado por Ampere Analysis, la compañía de Reed Hastings tiene en su hoja de ruta la producción de más de 250 títulos originales para ser ejecutados en un futuro, los cuales se sumarían a los 229 disponibles en la actualidad. Es de esperar que parte de ese contenido sea realizado en suelo europeo –parte de ello en su nuevo centro ubicado en Madrid–, puesto que con ello no solo aportaría una ingente cantidad de contenido exclusivo al servicio, sino que también lograría cumplir en gran medida con la normativa de cuotas de contenido establecida en el viejo continente.
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Por su parte, Amazon Prime Video también planea doblar su existente catálogo de 105 producciones originales, de manera que aún se encontraría lejos de alcanzar a Netflix, pero también de ser alcanzada por las plataformas que han llegado de manera reciente. Servicios como el de Disney o el de DC no compartirán contenido propio con el resto de plataformas, suponiendo un añadido más a la lista de razones por las cuales crear series, películas, documentales y programas es la única manera de marcar la diferencia.
El público manda
Cuando el contenido es el rey, hay que saber qué es exactamente lo que quiere tu público. Y esto no significa solo experimentar con las carátulas de las series y entradillas en las aplicaciones de la plataforma según el usuario, sino dar con la fórmula correcta que interese a la audiencia. Una búsqueda que ha llevado a Netflix a producir series en masa para luego discontinuar algunas tras apenas una temporada, pero produciendo también una cadena de aciertos que han mostrado a Hastings y compañía el patrón a seguir.
De esta manera, en Netflix se puede ver una clara tendencia hacia las series enfocadas a un público más joven, con la ciencia ficción y la comedia como géneros principales, dejando de lado otros como el drama, que cobran más peso en Amazon Prime Video. De igual manera, el enfoque de plataformas como Disney Play o Apple Video también difiere en gran medida del de HBO, por ejemplo, componiendo una oferta diferente en cada caso y con un perfil de público distinto en cada caso.
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En cualquier caso, todo invita a pensar que la hegemonía de las principales plataformas, que cuentan ya con una amplia base de usuarios e invierten cada vez más dinero en generar contenido propio, continuará siendo patente a corto y medio plazo. Si alguno de los nuevos actores conseguirá amenazar de manera seria en el futuro a estas es algo que todavía está por ver.