El Apple Watch Series 4 es el iPhone 4 del smartwatch de Apple: nuevo diseño, una pantalla más grande y la prueba definitiva del valor detrás de un wearable que está todo tiempo en contacto con nosotros. Durante el anuncio del Apple Watch original, en septiembre de 2014, Tim Cook describió los tres pilares fundamentales del producto:

  1. Un reloj de alta precisión
  2. Una herramienta de comunicación
  3. Un monitor de actividad y salud

Cuatro años después —y poco más de tres desde su llegada a las tiendas—, el estado del Apple Watch es bastante saludable; se ha convertido en la marca de relojes más vendida del mundo, superando a otras que llevan décadas en la industria, en gamas altas y bajas. Pero como Microsoft ya nos enseñó en el pasado, altas ventas no siempre equivalen a un buen producto.

¿es el Apple Watch el wearable prometido? Honestamente, sí. La teoría que expuso Tim Cook se ha cumplido: el reloj ha sido capaz de medir, mejor que ningún otro, la actividad física, así como generar un registro de salud confiable, agregando datos en una aplicación, Salud, que nos muestra todos esos bits de información en un formato extremadamente simple de leer.

El Apple Watch Series 4 busca evolucionar y potenciar todo lo anterior, con una pantalla más grande, un procesador más rápido, un nuevo sensor capaz de hacer electrocardiogramas y diseño renovado.
Uno de los motivos fundamentales del éxito del Apple Watch, por mucho que los nerds no lo entiendan, está en su diseño, en la casi insoportable atención al detalle y en el hecho de que este es un producto que, pese al transcurso de los años, sigue luciendo bien.

Sí, aquellos que estamos muy interesados en (o vivimos de) la tecnología, nos cuesta entenderlo. "¡Hace lo mismo que un Moto 360 pero cuesta el doble! ¿Qué creen?", pensarán muchos. Sin embargo, nadie compró el smartwatch de Motorola; ni tampoco lo hizo nadie con los relojes de LG, Samsung o Huawei. Lo siento, pero es una realidad que no se puede ignorar. Son objetivamente feos, carecen de gusto y no entienden que en "tecnología vestible" la segunda palabra es tan importante como la primera.

De hecho se están dejando de comprar relojes normales a cambio del Watch porque el mercado de relojes inteligentes, en realidad, es el mercado del reloj de Apple. No lo digo yo, lo ha explicado en detalle el CEO de una lujosísima marca de relojes suizo.:

"Siento que la industria relojera suiza aún no ha entendido cómo el Apple Watch se está comiendo el mercado, afectando especialmente a relojes de cuarzo", dijo en su blog. Canalys, la firma de análisis de mercado, también ha puesto sobre números la forma en la que Apple se está comiendo el mercado de los relojes analógicos:

Contexto y perspectiva: de acuerdo a las cifras de Canalys citadas previamente, durante el último trimestre de 2017, Apple vendió más relojes que el resto de la industria combinada.

Dada esta posición privilegiada, resulta complicado evolucionar acertadamente el concepto de Apple Watch. ¿Cómo se puede mejorar un diseño tan exitoso, que vende tanto y pone en aprietos a toda la industria de relojería global? La respuesta de Apple ha sido sencilla: más pantalla, una caja un poco más delgada y nuevas funciones que hacen del Apple Watch un dispositivo aún más íntimo.

Innovación y miniaturización

Perdemos perspectiva de lo mucho que se ha logrado miniaturizar la tecnología con el paso de los años. Ahora tenemos la capacidad de llevar en la muñeca un producto de gran poder computacional, constantemente midiendo pasos, ritmo cardiaco, actividad, de hacer y recibir llamadas telefónicas, ejecutar aplicaciones, conectarse a redes Wi-Fi e incluso operar sobre las redes celulares de las operadoras.

En ese sentido, el cerebro dentro del Apple Watch Series 4 es toda una revolución en términos de innovación y miniaturización. Lo llaman S4, y al igual que su antecesor tiene dos núcleos de procesamiento. Sin embargo, estos presentan una importante revolución considerando su tamaño: operan a 64-bits.

Esta revolución, insisto, pasará totalmente desaparecida. Es normal, como explicaba en mi reseña del iPhone XS, dada la forma en que Apple trabaja: la tecnología debe ser invisible y el Apple Watch es probablemente el mayor ejemplo de esta máxima.

En términos prácticos: el Series 4 es dos veces más rápido que el Series 3, ¡y cómo se nota! Es inmediatamente evidente al navegar por la interfaz, personalizar esferas, abrir aplicaciones o cambiar de una app a otra.

Las aplicaciones de Apple, que claramente optimizadas para watchOS 5 y esta versión del smartwatch, se abren inmediatamente. Y la situación también se repite con las aplicaciones de terceros. Overcast, una popular aplicación para escuchar podcasts, también actualizada para la nueva versión del sistema operativo, se abre al instante. No hay tiempos de carga –como siempre debió ser–. Los desarrolladores por fin tienen un equipo en el que verán brillar a sus apps en lugar de ser ciudadanos de segunda clase.

Ahora, en conjunción con auriculares inalámbricos, unos AirPods, por ejemplo, es totalmente posible caminar por la calle escuchando podcasts directamente desde el Watch, los cuales se descargan desde el iPhone o la red celular, si es compatible, sin ningún lag a la hora de elegir episodio, adelantar o atrasar el audio.

El Apple Watch Series 4 tiene Bluetooth 5, capaz de transmitir datos al doble de velocidad y con un alcance cuatro veces superior al de Bluetooth 4. Es un detalle fundamental que hace que la comunicación entre el smartwatch y el iPhone sea mucho más eficiente, y también es de las cosas que se notan inmediatamente.

El nuevo diseño del Apple Watch Series 4

El punto fuerte del Apple Watch Series 4, además de las mejoras internas, es su nuevo diseño. La caja ahora es más delgada y llega en dos nuevos tamaños: 44 y 40 milímetros. La pantalla tiene un diseño que recuerda al del iPhone X/XS, extendiéndose a las esquinas, sin marcos y con bordes redondeados, una serie de detalles que lo hacen mucho más elegante. El cambio de diseño, además, hace que la pantalla sea en torno a un 30% más grande que la de su predecesor.

Apple también ha rediseñado la parte trasera del reloj, lo que casi nunca se ve. En la presentación del iMac, Steve Jobs dijo que "la parte trasera es más bonita que la frontal de la competencia". Una frase que también aplica en el caso del nuevo Apple Watch. Ahora es de color negro, está compuesta por dos materiales diferentes (cerámica y zafiro) y esconde dos sensores que detallaremos más adelante en esta reseña.

Además del nuevo diseño, el modelo de acero inoxidable está disponible en color oro, que es el modelo que estoy probando para esta reseña. Es precioso y desprende lujo por todos lados. En cierta forma recuerda al Apple Watch Edition original —el cual estaba construido de oro puro de 18 kilates— pero creo que este es incluso más bonito —y 9.400 dólares más barato–. Se puede comprar con una nueva correa milanesa, también de color oro, sumamente elegante.

Nosotros lo hemos combinado con una correa Simple Tour de Hermès y el resultado es simplemente espectacular. Es una pieza que no tiene nada que envidiar a relojes tradicionales en gama de precio similar o mayor —la combinación lo sitúa en unos 1400 dólares o 1300 euros—.

En mis primeras impresiones del Apple Watch Series 4 mencionaba que el tamaño de caja de 40 milímetros es prácticamente universal: más pequeño que el anterior de 42 milímetros pero con una pantalla más grande, a consecuencia del nuevo diseño. Es lo suficientemente grande para acomodar a la gran mayoría. ¿Quieres más espacio y dispuesto a invertir un poco más? Entonces el de 44 milímetros es lo que buscas. La pantalla es "inmensa".

Nuevas esferas

Junto con el nuevo diseño y la pantalla más grande llegan nuevas esferas. Una de ellas, llamada "Infograma", es capaz de desplegar una gran cantidad de información gracias a cuatro complicaciones situadas en las esquinas y otras cuatro más en el centro.

También se ha rediseñado la esfera "Modular" para desplegar mucha más información que antes. Además, adopta la tipografía San Francisco Rounded, que funciona mucho mejor con el nuevo diseño del Watch, y aprovecha mejor el tamaño de su pantalla.

También se han creado nuevas esferas animadas capaces de mostrar el tamaño total de la pantalla. Son extremadamente simples, desplegando únicamente las manecillas de hora y minutos. Sin embargo, el trabajo detrás de las mismas es, en realidad, superior a lo aparente. Tuve la oportunidad de sentarme con uno de los responsables de diseño del Apple Watch y me llevé la sorpresa de que cada una de estas animaciones no son gráficos generados por un computador, sino grabaciones reales de diferentes materiales orgánicos. Para lograrlo, Apple ha invertido semanas construyendo los escenarios necesarios para lograr el efecto deseado en la pantalla del reloj.

A veces la atención al detalle que alcanzan en Apple supera cualquier expectativa, pero eso es, precisamente, lo que hace al producto tan especial.

Nuevas sensaciones

El Apple Watch está muy relacionado a las sensaciones: lo que se siente al llevarlo puesto, cuando recibes notificaciones o cuando lo manipulas. Claramente se ha mejorado el taptic engine, encargado de avisar mediante pequeños "toques" en la muñeca de que algo está sucediendo: una notificación, una llamada telefónica, un nuevo mensaje vía Walkie Talkie o indicaciones cuando usas Mapas.

También se ha rediseñado la corona. Además de tener el nuevo sensor para electrocardiogramas, que abordaremos más adelante, integra retroalimentación háptica. La vibración es extremadamente sutil, y da una sensación de precisión interesantísima que ayuda bastante a la hora de navegar.

El botón lateral, situado justo bajo la corona, es menos prominente pero no pierde profundidad al presionarlo. Simplifica el diseño de la caja sin sacrificar funcionalidad.

También hay un tema un poco más difícil de explicar, y es lo que se siente al usar el Watch y su pantalla. Con la ausencia de bordes todo se ve un poco más natural. Como si los elementos de la interfaz estuviesen más presentes, y los límites entre el software y hardware desaparecieran un poco más.

Nuevos sensores

El Apple Watch Series 4 tiene el mismo sensor de frecuencia cardiaca que sus predecesores. Te pones el reloj y este comienza a medir, no hay nada que configurar. Con watchOS 5, además, te avisa cuando tu frecuencia es demasiado alta o, por el contrario, demasiado baja.

Además del medidor de frecuencia cardíaca, Apple ha incorporado un nuevo sensor eléctrico de dos partes. Uno de los electrodos está en la trasera de la caja, en contacto permanente con tu muñeca. El otro, en cambio, se sitúa justo en el borde de la corona. Ambos están ahí para realizar electrocardiogramas, un sistema que, por medio de la actividad eléctrica del corazón, permite detectar enfermedades cardiovasculares, entender el ciclo cardiaco o alteraciones metabólicas.

Su inclusión en el reloj es bastante significativa: se trata del primer producto, disponible para cualquier consumdior, que puede realizar este tipo de pruebas. Esto, en algunos casos, puede llegar a significar la diferencia entre la vida y la muerte de una persona.

El poder hacer electrocardiogramas en un dispositivo como un reloj inteligente no es cualquier cosa, y fue una sorpresa que Apple haya logrado integrarlo en el Apple Watch de este año. Ya tienen el permiso de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos y tocará obtener permisos similares en Europa y otros países donde el reloj se venda.

Por el momento el electrocardiograma llegará a Estados Unidos "más adelante en 2018". En Europa y otros países, por el momento, se desconoce cuando podrá utilizarse. Hemos investigado lo que hace falta para su aprobación y Apple debe pasar por un trámite burocrático que en épocas recientes se ha simplificado, por lo que su llegada podría no tardar demasiado.

También se ha mejorado el giroscopio del reloj, el cual es capaz de detectar caídas de forma automática. De suceder y no recibir retroalimentación por parte del usuario en un plazo máximo de 60 segundos, el Apple Watch hace una llamada automática a los servicios de emergencia. Lo primero que viene a la mente de muchos son las personas de tercera edad, pero las situaciones en las que una caída puede ser crítica nos pueden ocurrir a todos.

Por último, el Apple Watch Series 4 sigue midiendo nuestros pasos, distancia recorrida, actividad general, quema de calorías, y demás funciones, en el plano de la actividad, que han ofrecido modelos anteriores a lo largo de los años.

Mejores formas de ejercitar

Apple Watch Series 4

Además de las actividades físicas que anteriores modelos de Apple Watch era capaces de medir, watchOS 5 incluye dos nuevos ejercicios: Yoga y senderismo, ambos sumamente difíciles de medir por el tipo de ejercicio que representan.

En el caso del senderismo, los algoritmos se aprovechan del altímetro que tiene el Watch y, al correlacionar datos, interpreta mejor el esfuerzo detrás de subir una cuesta con equipo pesado sobre las espaldas.

En el caso del Yoga, al prácticamente no representar ejercicio cardiovascular, sino puramente muscular, siempre fue difícil de medir para un reloj inteligente. Sin embargo, nuevos algoritmos y la combinación de sensores activos logran detectar este tipo de actividades.

Además han mejorado la duración de la batería durante los entrenamientos: hasta seis horas seguidas.

Notas extra

Algunas notas sueltas que no se ajustan a ninguna de las secciones anteriores:

  • El altavoz tiene más volumen. Apple dice que 50% más alto, pero parece incluso más.
  • El micrófono pasa a situarse justo bajo la corona, evitando ecos y haciendo que la calidad de la voz sea significativamente mejor durante las llamadas.
  • Pese al procesador de 64-bits y la pantalla de mayor tamaño, la autonomía del Watch se mantiene. Misma duración de batería que modelos anteriores.
  • Además de guardarlo en la app Salud del iPhone, se puede generar un informe de los electrocardiogramas en PDF. De esta forma resulta más sencillo entregar a un doctor la información cardíaca recolectada por el reloj.
  • Toda la información médica o sobre la actividad no sale del dispositivo. No hay forma de que Apple pueda acceder a ella o compartirla con terceros.
  • Los precios base del Series 4 aumentan un poco respecto al año anterior. El modelo más barato (aluminio, 40mm, solo Wi-Fi y correa de deportiva) empieza en 399 dólares o 429 euros.

El modelo de análisis cedido por Apple tiene conectividad celular, pero debido a cuestiones totalmente ajenas a ellos, no hemos podido probarlo. Debemos esperar al lanzamiento del Watch en España para que las operadoras activen la función de eSIM en el país. Publicaremos una segunda reseña más adelante con nuestras impresiones de un smartwatch totalmente independiente al iPhone.

Conclusión

De todo lo que Apple ha lanzado en 2018, el Apple Watch es lo que más me emociona. Estamos viendo algunos avances interesantísimos que pueden, literalmente, mejorar nuestras vidas. Creo que hay mucho futuro en la división de wearables de la compañía.

El Apple Watch, junto a los AirPods han sido dos de los productos más exitosos de Apple en últimos años. Lo más curioso es que, además, es que lo han logrado de forma silenciosa. Durante un buen tiempo, especialmente el smartwatch, fue visto como un fracaso. Hoy es el reloj más vendido del mundo.

Miniaturización y por consecuencia invisibilidad, un futuro donde la tecnología no nos interrumpe, donde ya no tenemos que mirar al suelo y a una pantalla rectangular sostenida por nuestras manos, sino que, dispositivos llenos de sensores, nos pueden dar reatroalimentación sonora, visual o entregar información en momentos más adecuados. Eso es lo que el Apple Watch empieza a conseguir.

Pero hay dos cosas importantes que, por el momento, le hacen falta al Watch:

Pantalla siempre encendida. No debería girar mi mano para ver cómo se despliega la información, esta debería estar siempre disponible, independientemente del ángulo en que mire el reloj.

Mayor dinamismo contextual. El sistema operativo del Watch cada vez se adapta mejor a diferentes situaciones sin necesidad de interacción manual —el iniciar la medición de ejercicio de forma automática es un buen ejemplo—, pero hay decenas de circunstancias en las que el Watch podría detectar y actuar, pero aún no lo hace.

Dicho eso, este es el iPhone 4 del Apple Watch. Este es el antes y el después. Este es el año en que el smartwatch se gradúa y muestra los primeros signos de madurez. Es un futuro muy emocionante.

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