Por mi experiencia recomiendo aprender o mejorar nuestro conocimiento de un idioma a través de la práctica. Escuchando canciones, leyendo libros o páginas en ese idioma, viendo series y películas en versión original…
Parece una tontería, pero consumir contenido en un idioma que desconocemos nos ayuda a aprender palabras, frases y, con el tiempo, a usar lo aprendido en casos prácticos.
Los responsables de Flowlingo también opinan así, de manera que han lanzado una aplicación para aprender idiomas basada en contenido práctico, es decir, en televisión, libros, blogs, letras de canciones…
Piénsalo. ¿Cuántas palabras nuevas de slang o propias de internet has descubierto navegando por la red? Seguramente ninguna la aprenderás en una academia, en un diccionario al uso o en una aplicación para aprender idiomas.
Aprender con lo que te gusta
Todos recordamos los aburridos libros de inglés que debíamos leer en casa. Normalmente eran adaptaciones de literatura clásica con vocabulario simplificado que en la vida habríamos leído en nuestro idioma y mucho menos en un idioma que nos costaba hablar o leer en los primeros años de escuela o instituto.
Flowlingo apuesta porque seamos nosotros quienes decidamos qué leer o qué contenido consumir para aprender el idioma que queremos aprender, mejorar o perfeccionar.
En concreto, Flowlingo nos permitirá lidiar con más de 20 idiomas. Además del inglés y el español, incluye francés, alemán, ruso, chino, danés, holandés, griego, italiano, portugués, polaco, japonés, turco, etc.
Y para ello contamos con una app para Android y otra para iPhone/iPad.
Contenido gratuito para elegir
Abrimos Flowlingo y nos pregunta cuál es nuestro idioma nativo y qué idioma queremos aprender.
Luego nos pide una dirección de correo electrónico para registrarnos. El proceso es gratuito y sirve para personalizar el contenido y adaptar la dificultad a nuestro nivel.
Como indica la ventana principal de Flowlingo, se basa en tres tareas: navegar por una página web, señalar las palabras que no conocemos y revisar esas palabras a través de tarjetas de memoria.
Para ello Flowlingo ofrece contenido gratuito de distintas fuentes, como Wikipedia, Reddit, Wired, ESPN, Tumblr, Medium, CNN, Twitter, Fandom…
En definitiva, medios de comunicación, redes sociales y portales en el idioma que estamos aprendiendo. Y es que para eso queremos aprender una nueva lengua, para comunicarnos con quienes la hablan y para entender contenido en otros idiomas.
Además de las sugerencias de contenido de Flowlingo, podemos navegar libremente desde la aplicación buscando en Google. La app hace de navegador con traductor integrado, de manera que si no entiendes una palabra, pulsas en ella y obtienes su significado y cómo se pronuncia.
Junto el modo navegador, en la pestaña Web, disponemos de una pestaña Videos con contenido variado para ver, escuchar y leer. Hay de todo, aunque mezclado: vídeos para niños, videoclips musicales, vídeos para adultos de TED o Vice, entre otras fuentes, la mayoría de YouTube.
La gracia de ver estos vídeos es que muestran debajo la transcripción del audio, para que nos sea más fácil saber qué están diciendo aunque se nos escape una palabra o expresión. Y si no entiendes alguna palabra, pulsas en ella y obtendrás su significado.
Tarjetas de vocabulario
El tercer pilar de Flowlingo son las tarjetas de vocabulario, la parte más clásica de esta novedosa app para aprender idiomas.
Se generan automáticamente, cuando pulsamos en palabras desconocidas mientras navegamos por la web o vemos vídeos.
Luego, desde la pestaña Words veremos estas tarjetas en una sucesión de repeticiones para memorizar e interiorizar lo aprendido.
Aprender con contenido real
Como dije al principio, aprender idiomas con películas, series, libros o blogs de nuestra elección es la mejor manera de pasarlo bien mientras enriquecemos nuestro vocabulario en inglés, japonés o en la lengua que queramos aprender.
Flowlingo lo pone en práctica integrando la traducción en su propio navegador y transcribiendo vídeos para que aprendamos disfrutando del contenido que nos gusta y no el que nos impone el curso de turno.