Desde que Apple diera el paso de eliminar el jack de audio de 3,5 milímetros en el iPhone 7, el resto de la industria ha tomado una senda similar. Es cierto que otros terminales lo hicieron antes, pero como siempre la mayor influencia se produce desde Cupertino. Pese a la mofa que desde lugares como Google se genero en eventos de presentación de nuevos terminales, finalmente casi toda la gama alta ha claudicado y se ha rendido. La media-baja era el último bastión de los amantes de lo analógico, pero el Xiaomi Mi A2 puede ser el principio del fin.
El hecho de que un gama media tan relevante y vendido como va a ser el Xiaomi Mi A2 quite el jack da vía libre al resto de marcas a hacerlo, pues se considera que el público legitima las acciones de los fabricantes cuando adquiere un producto. Es lo que ocurrió con el iPhone 7: tras millones de críticas, volvió a ser, cómo no, el terminal más vendido, sin rival.
Xiaomi presenta el Mi A2: cuerpo de titán, precio de derribo
Sin embargo, el hecho de que esta decisión llegue a la gama media y a la baja tiene otras consecuencias que no se han experimentado en la alta. Lo lógico es pensar que un adaptador de USB-C a jack de 3,5 milímetros arregla el problema, pero no es así. Y no deja de serlo porque el terminal no pueda cargar al mismo tiempo u otros argumentos similares. No es sobre funciones, sino sobre conveniencia. Probando el Moto Z escribí "pese a incluir un adaptador, el adiós del jack de audio marca una línea muy clara: el futuro sólo pasa por lo inalámbrico", y es un pensamiento que mantengo. Un usuario de terminales de gama alta adquirirá auriculares Bluetooth menos problemáticos y de precio mayor, y la lógica inversa puede aplicarse al de la baja.
Los problemas del adaptador y los auriculares Bluetooth baratos
Olvidar o perder un adaptador (que si es conversor pierde calidad) es mucho más probable que olvidar cargar unos auriculares Bluetooth. En los últimos, tiempos, además, cada vez llegan más modelos con soporte para el códec aptX de Qualcomm, que mejora por mucho los artefactos del clásico SBC. Por esa parte no habrá problema en terminales como el Mi A2. Sí lo habrá en que, hasta ahora, cualquier usuario podía disponer de mucha calidad de audio por el puerto jack, y contar con él hacía que tenerla no fuese algo caro. Con unos auriculares de cable de 30€ el sonido cada vez es mejor, pero con unos auriculares Bluetooth de 30€, el sonido sigue siendo mediocre en la mayoría de casos.
La única manera de equiparar terminales sin jack a los que lo tienen, sin artilugios raros, es con el códec LDAC (permite escuchar el audio en alta resolución y sin pérdida) de Sony, que por defecto está llegando en Oreo gracias a la cesión de la compañía nipona a Google. El problema es que los auriculares que hacen uso de LDAC son extremadamente caros. Así, si hasta ahora un usuario contaba con unos buenos auriculares de más de 100€ y disfrutaba de música sin pérdida descargada o vía streaming con, por ejemplo, TIDAL, ahora el desembolso será mucho mayor. Pero, como el público que adquiere terminales de menos de 300€ no suele gastar esas cantidades, gastando las mismas que hasta ahora en los inalámbricos será mucho peor que por cable a nivel de calidad y latencia.
Por último, no todos los terminales con Oreo soportan LDAC. Es, por ejemplo, el caso del Huawei P20 Lite y del BQ Aquaris X2 Pro, dos smartphones de 369€ y 379€ que aunque lo tienen en su lista de códecs, no lo activan con un auricular como el Sony MDR-1000X.
Otro adiós sonado, el slot microSD
Además del jack de audio de 3,5 milímetros, el Xiaomi Mi A2 dice adiós a la ampliación por tarjetas microSD. Personalmente, no tengo problema con ello, y más siempre que se oferten 64 GB o cantidades superiores. El problema es que 32 GB se pueden seguir quedando algo cortos, y gracias a usar Android "puro", poder fusionar almacenamiento con el externo era una gran ayuda antes.
Lanzar un modelo base de 64 GB para dar un paso así parecía lo más adecuado, y aunque el problema es menor, con el Xiaomi Mi A2 puede pasar como con el Samsung Galaxy S6, que de la nada se forme un "gran" lío mediático. Lo bueno frente a 2015 es que Google Photos está completamente normalizado y ofrece mucha comodidad para ir respaldando fotos.