El Mundial de Fútbol de Rusia 2018 acaba de comenzar, y ya nos ha regalado las primeras sorpresas. Una de ellas tuvo lugar durante el enfrentamiento entre México y Alemania, un partido que ganó la selección de Juan Carlos Osorio gracias al solitario gol de Hirving Lozano. El extremo del PSV Eindhoven, apodado como Chucky, logró superar al portero Manuel Neuer, desatando la locura de los aficionados del combinado azteca.

Tan celebrado fue el gol de Lozano que algunos sensores sísmicos registraron un ligero temblor en México D.F.. Según informó el Departamento de sismología y vulcanismo del Instituto de Investigaciones Geológicas y Atmosféricas A.C. (SIMMSA, "por lo menos dos sensores dentro de la Ciudad" detectaron el temblor a las 11:32 h, que "se originó de manera artificial". Los especialistas han explicado a través de Twitter que posiblemente fue causado "por saltos masivos durante el gol de la selección de México en el Mundial". En la capital no se disparó la alerta sísmica.

La anotación lograda por Lozano en el minuto 35 del partido, que a la postre daría la victoria a los de Osorio, causó un sismo artificial con aceleración de 37 cm/s2, según detalla en su blog el Instituto de Investigaciones Geológicas y Atmosféricas. El temblor, aseguran los expertos, se produjo "muy probablemente por la celebración [del gol] de forma masiva". Aunque los eventos "no son muy grandes", sí llama la atención cómo las multitudes de aficionados al fútbol pueden causar un pequeño efecto percibido por los sismógrafos. Sin embargo, esta no es la primera vez que ocurre algo así.

Hace solo unos meses, el suelo de Lima tembló como consecuencia del gol de Jefferson Farfán. Así lo confirmó el Instituto Geofísico del Perú, que aseguró que cuatro de sus acelerómetros próximos al Estado Nacional detectaron el sacudimiento del suelo, "coincidiendo con la reacción de los espectadores ante el gol". Al no tratarse de un terremoto real, no es posible determinar el epicentro, la profundidad ni la magnitud, aunque sí su intensidad. Lo que se observó en aquella ocasión, según el presidente ejecutivo de la entidad, fue "una vibración propagada por el suelo provocada por los saltos eufóricos al unísono de unas cincuenta mil personas que asistieron al Estadio Nacional".

El temblor de Lima del pasado mes de noviembre como consecuencia del gol de Farfán permitió la clasificación de Perú al Mundial de Rusia 2018. Según explica la organización Sismología Chile, el movimiento "no corresponde con un sismo natural", ya que su origen no es tectónico ni volcánico. "Es artificial o inducido, producto de su origen no tiene un epicentro claro, debido a que la agitación ocurre en varios puntos a la vez o tampoco una magnitud, debido a que no tiene epicentro. Pero sí se puede estimar una intensidad gracias a su aceleración", comentan en un mensaje publicado en su página de Facebook.

Los temblores ocasionados por celebraciones masivas en el fútbol cuentan con precedentes más antiguos. Un estudio sugirió que los ocho goles que marcó Camerún en cuatro partidos de la Copa Africana de Naciones 2006 se relacionaron con vibraciones registradas en dos terceras partes de las estaciones, algunas de ellas alejadas entre sí por 1.200 kilómetros. El país, sin embargo, no consiguió la victoria en un torneo que ganó finalmente Egipto.

El sismólogo Jordi Díaz, del Instituto de Ciencias de la Tierra Jaume Almera (ICTJA-CSIC), también ha recordado que su centro detectó dos temblores durante la final de la Champions League que jugó el F.C. Barcelona en Roma en 2009, coincidiendo con los goles de Samuel Eto'o y Lionel Messi. En 2017, el equipo culé también fue el culpable de una vibración registrada por el mismo Instituto, como consecuencia del gol de Sergi Roberto que clasificó al Barça frente al PSG. Los barcelonistas lograron una remontada histórica ganando 6-1 al Paris Saint Germain, superando así la ronda de octavos de final de la Champions.