En julio de 2015, una misión de la NASA logró un hito histórico: llegar a Plutón. La sonda New Horizons sobrevoló el planeta enano a más de 50.000 kilómetros por hora, obteniendo imágenes detalladas sobre su superficie. Algunas de las fotografías revelaban la existencia de unas características líneas espaciadas regularmente, que recordaban a las dunas que podemos encontrar en la Tierra. La existencia en Plutón de estos montículos, que también se han visto anteriormente en Marte, Titán, Venus o incluso el cometa 67P, eran todo un misterio.

Una nueva investigación, publicada hoy en la revista Science, ha analizado la colección de 357 crestas pálidas, así como seis bandas más oscuras. Las dunas se encuentran en Sputnik Planitia, una meseta de hielo de metano, nitrógeno y monóxido de carbono. La región está situada en la parte occidental de la Tombaugh Regio, popularmente conocido como el corazón de Plutón. Los montículos cuentan con un ancho de entre 0,4 y 1 kilómetros y se localizan en un área con un diámetro de menos de 75 kilómetros.

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Crédito: NASA/Johns Hopkins University Applied Physics Laboratory/Southwest Research Institute.

Su existencia, explica el equipo de Matt W. Telfer, se explica por la acumulación de partículas de hielo de metano del tamaño de granos de arena (~200 a ~300 micrómetros). Las dunas de Plutón probablemente son generadas por vientos moderados que azotan el planeta enano, con velocidades menores de 10 metros por segundo. "La morfología intacta", afirman los autores en el artículo, "y las relaciones con el hielo glacial convectivo subyacente implican que se han formado en un pasado geológico muy reciente", posiblemente durante los últimos 500.000 años.

Las dunas de Plutón están hechas de metano

Los científicos, entre los que se encuentran investigadores de la NASA y del Instituto SETI, creen que los granos de metano se forman después de que se sublime el nitrógeno, un proceso por el que pasa de estado sólido a gas. Las partículas de hielo de metano son transportadas luego con el viento, llegando incluso a velocidades de entre 30 y 40 kilómetros por hora, hasta alcanzar la zona en la que se depositan dando lugar a las mencionadas dunas. Para que se produzcan estas estructuras, según los autores, es necesario que haya una atmósfera fluida de densidad suficiente para que se produzca el movimiento de los granos de hielo de metano.

"Sabíamos que cada objeto del sistema solar con una atmósfera y una superficie rocosa tiene dunas, pero no que las íbamos a encontrar en Plutón. Resulta que, a pesar de que hay muy poca atmósfera y la temperatura superficial es aproximadamente de -230ºC, hay montículos formándose", sostiene en un comunicado Matt Telfer, profesor de Geografía Física de la Universidad de Plymouth y primer firmante del trabajo. Según comenta, "los datos de New Horizons nos han dado un nuevo nivel de detalle, aunque tuvimos que trabajar duro para explicar cómo fue posible obtener la fuente de sedimentos, la superficie y el viento que se necesita".

"Cuando vimos por primera vez las imágenes de New Horizons, pensemos de forma instantánea que eran dunas, pero fue realmente sorprendente", asegura Jani Radebaug. La profesora de la Universidad Brigham Young, que ha participado en el trabajo en Science, resalta que Plutón cuente todavía con características parecidas a la Tierra a pesar de estar treinta veces más lejos del Sol que nuestro planeta. Los resultados, según Telfer, ofrecen "otra pieza del rompecabezas para dar sentido a este cuerpo diverso y remoto, y nos da una mayor comprensión fundamental de los procesos geológicos que influyen"

Ofrece una "perspectiva geológica novedosa"

"Se trata de una investigación muy interesante", explica a Hipertextual Jesús Martínez Frías, jefe del Grupo de Investigación de Meteoritos y Geociencias Planetarias en el Instituto de Geociencias (UCM-CSIC). Los resultados, a su juicio, abren "una nueva visión al estudio de las partículas en las superficies planetarias de los cuerpos helados del sistema solar". El estudio "analiza y caracteriza pormenorizadamente" si la génesis de las dunas "puede deberse a procesos eólicos, de sublimación o tal vez a la interacción de ambos".

En opinión de Alexander G. Hayes, de la Universidad de Cornell, "lo que hace este descubrimiento sorprendente es que el sedimento se puede movilizar a pesar de la atmósfera tenue de Plutón". El profesor de Astronomía, que no ha participado en la investigación, resalta en una tribuna publicada en Science que este proceso sea posible teniendo en cuenta que la presión superficial del planeta enano sea "un factor 100.000 veces más bajo que el de la Tierra". "En lugar de representar el final del reino del Sol, Plutón tal vez suponga la puerta de entrada a un reino inexplorado donde los hielos volátiles dominan los paisajes de los planetas enanos y de los objetos irregulares del cinturón de Kuiper", sostiene.

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NASA/JHUAPL/SwRI

"En la Tierra existen algunos ejemplos similares (con nieve y hielo) pero normalmente estamos acostumbrados a asignar las dunas con partículas de arena de distinta composición, como silícea, carbonatada y sulfatada", comenta a Hipertextual Martínez Frías, que no ha participado en el estudio. "Plutón nos ha traído una perspectiva geológica novedosa considerando que el hielo —un mineral reconocido por la Asociación Mineralógica Internacional (IMA, en inglés)— también puede generar estas interesantes estructuras", apunta. El también director de la Red Española de Planetología y Astrobiología (REDESPA) destaca que las dunas sean recientes, "lo que apunta a una actividad actual en la superficie de Plutón que produce morfologías geológicamente jóvenes", zanja el especialista consultado. Tras las exitosas observaciones en el planeta enano, la misión New Horizons se dirige ahora hacia su próximo destino, donde llegará en Año Nuevo.