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Fuente: Pixabay.

Las falsas noticias, conocidas en inglés como fake news, preocupan cada vez más. Mientras algunos piensan que las mentiras han existido siempre, otros alertan sobre la continua viralización de datos incorrectos gracias a las redes sociales, una discusión que ha llegado incluso al corazón de la Unión Europea. Sea como fuere, la difusión de información falsa puede llegar a afectar la esfera más personal e íntima, al estar relacionada directamente con nuestra salud.

Esa al menos la conclusión que parece desprenderse de un reciente estudio publicado en la revista European Journal of Cancer. La investigación, que consistió en una encuesta realizada a algo más de un millar de personas en Reino Unido, resalta los errores cometidos a la hora de identificar las causas del cáncer. Los entrevistados conocían factores de riesgo como el tabaquismo (88%) o los peligros de la radiación ultravioleta (66%), pero fallaban cuando eran preguntados por la infección del virus del papiloma humano o el bajo consumo de frutas y verduras.

Los científicos del University College London y de la Universidad de Leeds también alertan acerca de los mitos sobre el cáncer. Según su estudio, un 43% de los encuestados creían que el estrés está detrás del desarrollo de tumores malignos, una relación que por el momento no cuenta con una suficiente evidencia científica. Además, los participantes pensaban erróneamente que los aditivos alimentarios (42%), la exposición a ondas electromagnéticas (35%), los alimentos modificados genéticamente —también conocidos como transgénicos— (34%) o la radiación del microondas (19%) causan cáncer.

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Wellcome Images (Flickr)

"Es preocupante ver a tantas personas respaldar factores de riesgo para los cuales no hay una evidencia convincente", explicó a la BBC Samuel G. Smith, profesor de la Universidad de Leeds y autor del trabajo. "En comparación con investigaciones pasadas, parece que el número de individuos que creen en causas no demostradas ha aumentado desde comienzos de siglo, lo que podría deberse a los cambios acerca de cómo accedemos a las noticias y a la información a través de internet y de las redes sociales", añadió. La publicación de un artículo científico que asociaba el consumo de transgénicos con el desarrollo de tumores en modelos animales, luego retirado, también podría haber influido en la propagación de bulos sobre la salud.

Las falsas creencias sobre el cáncer no suponen que las personas con opiniones mantengan peores hábitos de vida, que podrían conducir a la aparición de un tumor maligno. No obstante, según los resultados, los encuestados que conocían los factores de riesgo reales relacionados con el cáncer no solían fumar y consumían suficientes frutas y verduras. "Solo el conocimiento de los factores de riesgo establecidos se asocia con el cumplimiento de las recomendaciones de comportamiento para reducir el riesgo de cáncer", destacan los autores de la investigación.

Aunque su estudio se centra en Reino Unido, los especialistas españoles también han destacado que mantener un estilo de vida saludable podría evitar hasta el 40% de los casos de cáncer. Las cifras de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) aseguran que una de cada tres muertes por culpa de un tumor maligno serían prevenibles con buenos hábitos de vida. Entre los consejos de los médicos, se encuentran evitar el consumo de tabaco y de alcohol, así como seguir una buena alimentación y realizar ejercicio físico para evitar la obesidad, un problema que también se asocia con factores socioeconómicos.