Las cosas no marchan demasiado bien por los dominios de Evan Spiegel en los últimos tiempos. Snap, la compañía que regenta y que está detrás de la popular aplicación Snapchat, lleva un año que, definitivamente, podía haber sido mejor para ellos. 2017 fue el año elegido para salir a Bolsa, una acción que se resolvió de manera espléndida en un primer momento pero que se ha ido desinflando al mismo tiempo que lo hacían sus sueños de competir con Instagram Stories. En medio de un pleno proceso de reinvención y ante la publicación de los datos fiscales anuales de la compañía el mes próximo, desde Snap lanzan una advertencia a sus empleados.
Michael O’Sullivan, consejero y abogado en la compañía, envió la semana pasada a todos los empleados un email con un cierto tono amenazante, el cual han conseguido obtener desde *Cheddar*. La conciliación y lo amigable distan de estar presentes en estas líneas, donde lo que más destaca son una serie de advertencias que incitan a pensar que se quiere infundir cierto temor en los trabajadores.
Snapchat ya no convence a nadie
Podrías ir a la cárcel
"Quería recordar a cada uno de vosotros la importancia de mantener la información de Snap Inc. confidencial", comienza el mensaje. Nada, a priori, llamativo en una compañía con el foco internacional puesto sobre ella, más aún ahora que están cerca los resultados financieros. O’Sullivan recalca en las siguientes líneas la relevancia que cualquier dato puede tener para una compañía que cotiza en Bolsa y la responsabilidad de todos de no tratar a la ligera la información que se maneja internamente. Sin embargo, hacia la mitad del texto hay un párrafo clave:
Si filtras información de Snap Inc., perderás tu trabajo y tomaremos todas las medidas legales posibles contra ti. Y eso es solo el principio. Puedes afrontar responsabilidad financiera de manera personal incluso si no te has beneficiado de la filtración de información. El gobierno, nuestros inversores, y otros terceros también pueden tomar sus propias medidas contra ti por lo que has revelado. El gobierno incluso puede llevarte a prisión.
Definitivamente, no son palabras pensadas con el objetivo de transmitir seguridad y tranquilidad a la plantilla. Como un mensaje así no se envía de manera eventual ni por casualidad, sino que ha de ser provocado por alguna situación de alta importancia, las suposiciones no han tardado en aparecer. La más factible apunta a un artículo sobre la empresa publicado hace unos días.
"Evan es un paranocio"
Según todo parece apuntar, el mensaje en cuestión estaría motivado por una exclusiva publicada la semana pasada en *The Daily Beast*, donde se revelaban algunos de los datos recientes de la empresa que ponían –aún más– en entredicho las precarias expectativas a las que se enfrenta actualmente Snap.
Reorganización, la esperanza de Snap para evitar el declive definitivo
En dicho artículo se ponía de manifiesto, por parte de empleados de la compañía, que el nivel de seguridad en la empresa roza lo obsesivo, afirmando uno de los trabajadores que "Evan [el CEO] es un paranoico y se vuelve loco cuando hay una filtración". También destaca el sentir, que parece generalizado, de los propios empleados hacia su lugar de trabajo:
Hablan de este lugar [de la empresa] como estar en un cohete espacial. Algunos de los que se han ido bromean llamándolo el Titanic. Personalmente, creo que es más como una montaña rusa. Las subidas son grandes y las bajadas se pueden sentir mucho.