Hace unas horas la compañía de Evan Spiegel presentaba sus resultados fiscales para el que conforma el trimestre del año para Snap, la empresa bajo la que se agrupa Snapchat. Pese a que no se esperaban grandes noticias, lo cierto es que los resultados son peores de lo imaginado, provocando una caída de hasta el 20% en Bolsa después de conocerse los mismos. Las causas son tan variadas que resulta difícil saber cuál de ellas es la que ha afectado más a los inversores.

Por una parte se sitúa la ya perdida lucha contra la todopoderosa Facebook, sus Instagram Stories y sus WhatsApp Status. Desde la aparición de estas opciones en dos de las plataformas más consolidadas del momento, los diferentes resultados trimestrales de las compañías no han servido más que para ir tachonando el ataúd de una Snapchat con poca capacidad de reacción y cuyas opciones de supervivencia a largo plazo están más en entredicho que nunca.

Este último trimestre ha conseguido aumentar el uso de la plataforma en unos pobres cinco millones de usuarios activos diarios (DAU, por sus siglas en inglés), situándose ahora en 178 millones. Las comparaciones son odiosas, pero es evidente que jamás llegarán a alcanzar a Stories y Status y sus 300 millones –cada una–. El estancamiento es especialmente notorio en Europa, donde la suma ha sido nula de un trimestre a otro, manteniéndose en 57 millones de DAU.

Pese a que en Norteamérica y el resto del mundo sí consigue arañar un par de millones en ambos casos, el territorio europeo muestra total indiferencia hacia lo nuevo de Snapchat. Malas noticias del que actualmente es su segundo mercado pero donde la pérdida de terreno se antoja ya inevitable ante unas alternativas que acaparan toda la atención. El próximo trimestre servirá para confirmar si la tendencia se mantiene, mejora o empeora. No haber perdido usuarios no es un consuelo, me temo.

Volver a empezar

La reacción a esto, según el propio Spiegel, es un acto en el que quieren reinventarse o morir en el intento. Después de las flagrantes copias del modelo de contenido por parte de la empresa de Mark Zuckerberg, toca tirar de ingenio para intentar una acometida desesperada que consiga volver a llamar la atención del mercado.

Algo que hemos estado escuchando durante años es que Snapchat es difícil de entender o usar, y nuestro equipo ha estado trabajando para responder a ese feedback. Como resultado, estamos rediseñado la aplicación para hacerla más fácil de usar. Es muy probable que el rediseño de nuestra aplicación sea disruptivo para nuestro negocio a corto plazo, y todavía no sabemos cómo cambiará el comportamiento de nuestra comunidad cuando comiencen a usar la aplicación actualizada. Estamos dispuestos a asumir el riesgo por lo que creemos que es beneficioso a largo plazo para nuestro negocio.

Esperamos, por tanto, cambios en los próximos meses en la aplicación de Snapchat, aunque no está claro si esto aumentará el atractivo de alguna manera para incentivar la llegada de nuevos usuarios. Tampoco hay demasiado margen de maniobra en un servicio cuyas directrices básicas son el compartir contenido de manera rápida, consumir el que otros suben y visualizar noticias o contenido patrocinado. De momento, escepticismo.

El peor negocio del año

Si hubiera que dar un premio a las peores acciones comerciales del año, entre los puestos más altos se encontrarían sin duda Spectacles, las gafas de Snapchat que no han supuesto más que una pérdida de 40 millones dólares para la compañía. ¿Por qué? Básicamente, porque no le interesan a nadie. Su graciosa –por poner algún calificativo– manera de lanzarlas al principio, con máquinas pop-up que aparecían de tanto en cuando en diversos puntos de la geografía internacional, consiguió llamar la atención al principio, pero hasta ahí.

A partir de entonces, a pesar de algunos eventos dedicados para vender ls gafas en tiendas físicas y comenzar también su venta a través de Amazon, las ventas ni han remontado ni lo harán. El resultado directo son unas pérdidas millonarias en marketing y en género ya fabricado que jamás podrá ser comercializado. Quizá algo falló cuando se elaboró la previsión de ventas inicial.

Spectacles: otro fracaso más de Snapchat

Los problemas se le acumulan a Snapchat y la luz al final del túnel con la que se lleva soñando en los últimos meses no solo no se deja ver aún, sino que tampoco se espera que lo haga de manera próxima. Mientras, Zuckerberg ríe en su sillón.