Son pocas las entrevistas que da y, desde luego, contrastan con el pasado cercano de Uber. No hace mucho tiempo que Travis Kalanick era el centro de la noticia, no por el producto de su compañía, sino por la más que probable barbaridad que el CEO de la tecnológica podría comentar al respecto de sus conductores, regulaciones o problemas asociados. La aparición de Dara Khosrowshahi, CEO de Uber desde el pasado verano, en un evento de innovación en Munich ha dejado claro el nuevo posicionamiento de la compañía en lo que a cara al público se refiere. "Uber no es sobre mi, si solo se basa en mi tenemos un problema, es sobre un equipo", ha comentado el CEO durante el DLD. Sin dejar a un lado el hecho de que, asumiendo los fallos de 2017, son conscientes de que "Uber estaba sedienta de cambios".
¿Quién es Dara Khosrowshahi, el nuevo CEO de Uber?
En un repaso sobre su, aún breve paso por la tecnológica, Khosrowshahi confirma que aceptó el cargo como CEO de una de las compañías más polémicas del panorama tecnológico por "la cantidad de cosas que se podían hacer en la compañía y la capacidad de crecimiento que esta prometía con el objetivo de cambiar el mundo". Y es que hay que recordar que Khosrowshahi fue el último recurso de Uber para intentar encauzar un año de auténticos despropósitos para con el mundo: la salida a la luz de la infinidad de casos de acoso sexual en la compañía, las confrontaciones legales en muchos de sus frentes, problemas internos en la junta de accionistas y pérdidas millonarias.
Lo cierto es que no ha ido mucho mejor con el paso de los meses. Uber anda en trámites legales para intentar recuperar su licencia de operaciones en Londres y las cuentas siguen sin ir del todo bien: "La parte que no está yendo bien son las ganancias, tenemos algunos detalles para resolver", ha argumentado el CEO. ¿El problema? Ese crecimiento explosivo con una política de entrar antes de preguntar ya no forma parte de la filosofía de la compañía, lo cual hace todo más complejo:
"Nos centramos en el crecimiento responsable en lugar del crecimiento a toda costa [...] Ahora hacemos lo correcto en los negocios [...] Las cosas en Uber salieron mal, pero hay personas realmente buenas y apasionadas que quieren cambiar el mundo".
Desde hace unos meses, y con la mediación de Khosrowshahi en el proceso de Londres, se ha denotado un cambio a la hora de intentar cumplir las normas en cuanto a regulación, un tema muy comentado durante su entrevista y que ha dominado la línea argumental. "Hay un rebelde en cada startup, pero creo que Uber lo llevó demasiado lejos. Empujar los límites no significa sobreestirarlos", ha explicado sin dejar a un lado una de las mayores luchas de la compañía: intentar cambiar las reglas del juego:
"Hay algunas reglas del mercado no tienen ningún sentido en la próxima década. No tienen sentido por el medio ambiente, por el tráfico y por el consumidor. Creo que tenemos que trabajar con los reguladores, saber qué podemos hacer para trabajar juntos. Queremos reducir la cantidad de tráfico en las ciudades e incluir flotas eléctricas en las ciudades y autos autónomos".
En resumen, el CEO de Uber reconoce los problemas que viene arrastrando la compañía desde hace tiempo y la necesidad de entrar en diálogo con las autoridades. Añadiendo que, durante toda la conferencia, el CEO ha mostrado un apoyo a la comunidad de los Dreamers con una camiseta que rezaba "todos somos dreamers".