Sheldon Cooper, uno de los personajes más queridos de la serie The Big Bang Theory, presenta muchas características que encajarían con el síndrome de Asperger. Como explica el neurocientífico José Ramón Alonso en su blog, Cooper es torpe en las relaciones sociales, no consigue fingir sus emociones ni demuestra malicia, interpreta algunas frases literalmente, es original a la hora de enfocar un determinado problema, no tolera bien los cambios repentinos y tiene una pobre capacidad motriz.

Estos síntomas han hecho pensar que el físico podría encajar dentro del trastorno del espectro autista (TEA), aunque los guionistas de la serie no lo hayan confirmado. Sheldon Cooper es la persona famosa que nos viene a la cabeza también cuando pensamos en el síndrome de Asperger, uno de los términos más buscados por los españoles en internet durante los últimos doce meses, según Google. Esto demuestra el creciente interés que existe por este problema, que forma parte del espectro autista y, por tanto, cada caso es específico y único, como también recuerda Alonso.

Qué es el Asperger

esclerosis múltiple
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Esta afección neurológica se caracteriza por un trastorno del desarrollo, que provoca que los pacientes sufran un mayor o menor impedimento en las habilidades del lenguaje y la comunicación, al igual que patrones repetitivos o restringidos de pensamiento y comportamiento, según explican desde los Institutos Nacionales de la Salud (NIH, en inglés) de Estados Unidos. Otros problemas englobados dentro del trastorno del espectro autista son el síndrome de Rett o el autismo clásico.

Las estimaciones actuales apuntan que dos de cada 10.000 niños sufren síndrome de Asperger, que no limita las habilidades tempranas de lenguaje —a diferencia del autismo—, pero sí puede ocasionar problemas en los más pequeños cuando empiezan a gatear o andar. El nombre de la afección se debe a Hans Asperger, un pediatra austriaco que describió por primera vez el trastorno en cuatro niños que acudieron a su consulta en la década de los cuarenta, aquejados de problemas en las habilidades sociales. Sin embargo, tal y como recuerdan en un trabajo publicado en Anales de Pediatría Continuada, hasta después de su muerte no se empezó a utilizar el término "síndrome de Asperger" como entidad independiente de los trastornos del espectro autista.

Cuáles son los síntomas del Asperger

autismo
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Una de las características más llamativas del síndrome es el aislamiento social que padecen los afectados. A diferencia del autismo, las personas con síndrome de Asperger cuentan con un pronóstico más positivo, el déficit social y de comunicación es menos grave, aunque los intereses restringidos se manifiestan de manera más aguda, no existen problemas estructurales en el lenguaje y cuentan con un buen nivel intelectual e incluso en algunos campos con capacidades extraordinarias.

La tríada sintomática del Asperger es común en los trastornos del espectro autista. Los signos más importantes de esta afección son las dificultades en las habilidades sociales, en el uso del lenguaje con fines comunicativos y en los estilos de conducta e intereses. En particular, los expertos del NIH destacan el interés obsesivo del niño en un objeto o tema único hasta excluir cualquier otro, y también el desarrollo del habla falta de ritmo, ya que muchos pacientes carecen de la capacidad para modular su voz.

El futuro del Asperger

vacunas
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A día de hoy sabemos que existe un componente genético que explica el desarrollo del síndrome de Asperger debido a su tendencia hereditaria. La causa de la afección se ha relacionado con diferencias estructurales y funcionales en el cerebro, aunque por el momento se desconoce la etiología concreta. La evidencia científica ha descartado por completo que las vacunas tengan relación con la aparición de cualquier trastorno del espectro autista, incluido el Asperger.

El diagnóstico del síndrome de Asperger se realiza estudiando la historia clínica de los afectados y en la observación de la sintomatología que presentan. Hasta la fecha no existen métodos de exploración, cuestionarios o pruebas de laboratorio que puedan dar resultados concluyentes sobre la detección de la patología. Por otro lado, los tratamientos en la actualidad son multidisciplinares e incluyen terapia psicológica, intervención pedagógica y educativa. En ocasiones se utilizan fármacos si aparecen enfermedades de forma paralela como la depresión o la ansiedad, pero por el momento no existe una cura que frene por completo la afección neurológica del Asperger.