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Comisión Mexicana de Filmaciones (Flickr)

Ciudad de México ha activado la alerta sísmica y el protocolo de revisión tras un temblor ocurrido en Guerrero, según ha confirmado Miguel Ángel Mancera, jefe de Gobierno de la CDMX. Las primeras informaciones del Instituto Sismológico Nacional apuntan a que el epicentro del sismo tuvo lugar a cinco kilómetros al este de Acapulco, a una profundidad de 26 kilómetros. El terremoto, que ha tenido lugar a las 14:23 h (hora local) del 25 de diciembre, ha sido de magnitud 5.

Entre las posibles áreas afectadas se localiza Ciudad de México, donde los habitantes han comenzado a salir de sus casas y centros comerciales ante el aviso de alerta sísmica. Hasta el momento no se han registrado daños materiales ni personales, según los primeros datos facilitados por el presidente Enrique Peña Nieto. El temblor se ha notado principalmente en Guerrero y en algunas partes de Ciudad de México. Luis Felipe Puente, coordinador nacional de Protección Civil, también ha recordado que después de un sismo pueden ocurrir réplicas, por lo que ha pedido a los ciudadanos que se mantengan atentos a las informaciones oficiales y sigan las recomendaciones de las autoridades.

El nuevo sismo que ha sacudido Acapulco ha sorprendido a los capitalinos en plena fiesta de Navidad. Durante el último año, México ha registrado dos intensos terremotos que causaron centenares de muertos y cuantiosos daños materiales. Los sismos del pasado 7 de septiembre y del 19 de septiembre tuvieron unas magnitudes de 8,2 y 7,1, respectivamente. Según los expertos, los temblores tuvieron lugar como consecuencia del desplazamiento de las placas tectónicas de Cocos, del Caribe y de Norteamérica.

Recientemente, la prestigiosa revista Nature premió a Víctor Cruz Atienza, jefe de Sismología del Instituto de Geofísica de México, como uno de los diez científicos más destacados del año. El investigador desarrolló un modelo que predijo a la perfección el sismo de magnitud 7,1 que sacudió México, además de realizar una importante labor de divulgación científica sobre el origen y los efectos de estos fenómenos naturales que, hasta la fecha, son imposibles de predecir. Los esfuerzos se están centrando en mejorar las labores de prevención para evitar los derrumbes de edificios e infraestructuras con el objetivo de evitar daños personales y materiales.