La diabetes tipo 2 es la más extendida entre la población. El 90% de los diabéticos padece esta enfermedad, lo que supone más de 422 millones de personas en el mundo. La diabetes puede causar ceguera, insuficiencia renal, infarto de miocardio, accidentes cerebrovasculares y la amputación de los miembros inferiores. Y aun así, los casos siguen aumentando por todo el mundo, junto a la obesidad. Sin embargo, un interesantísimo estudio recién publicado ha arrojado esperanza a los pacientes con diabetes: tal vez pueda curarse con solo cambiar la alimentación.
La dieta baja en calorías
El estudio clínico denominado "DiRECT", acrónimo de Diabetes Remission Clinical Trial muestra que un correcto manejo de la dieta y la reducción de calorías de forma extrema en la ingesta, puede permitir la remisión de la diabetes tipo 2 en apenas unos meses. Este hecho, literalmente, revoluciona la manera que tenemos de ver esta enfermedad.
Como ejemplo, la organización Diabetes UK, muestra la historia de Isobel, quien seis meses antes de los ensayos clínicos sufría una profunda diabetes fruto de su obesidad. Poco tiempo después, al igual que casi la mitad de los pacientes que probaron el tratamiento, se encontraba en remisión de la patología.
El factor principal, según apuntan los doctores Roy Taylor de la Universidad de Newcastle y Mike Lean de la Universidad de Glasgow, es la radical pérdida de peso. Los pacientes fueron sometidos a una dieta basada en unas papillas especiales con una cantidad muy limitada de kilocalorías, reduciendo una bajada drástica en su dieta.
Al cabo de tres meses, Isobel ya había perdido quince kilos y su diabetes estaba desapareciendo por completo. Actualmente, esta británica no muestra síntomas de la enfermedad y mantiene una vida saludable, con una dieta equilibrada, lo que demuestra algunos puntos muy interesantes sobre la diabetes mellitus tipo 2.
¿Qué sabemos de la diabetes tipo 2?
Hasta la fecha, la diabetes tipo 2 en ciertos casos se consideraba incurable. En otros, la práctica de ejercicio y un control estricto en la dieta son suficientes para mantener la enfermedad a raya. Pero en el estudio, como muestra Isobel, se ha comprobado que incluso las personas con obesidad y una diabetes adquirida en estado avanzado pueden beneficiarse de una remisión de la enfermedad.
¿Por qué razón? La diabetes ocurre cuando nuestro cuerpo no puede "gestionar" adecuadamente el azúcar en sangre. Su exceso provoca todo tipo de problemas metabólicos que derivan en otras enfermedades. Y este problema viene del malfuncionamiento de la insulina. Esta hormona es la encargada de regular estos niveles sanguíneos de azúcar, conocidos como glucemia.
Si no se produce suficiente insulina o nuestras células no son capaces de detectar su presencia, lo que se llama insensibilización o resistencia, esta no puede hacer su trabajo y los niveles de azúcar en sangre se elevan hasta puntos peligrosos. Es lo que se conoce como sufrir de hiperglucemia.
Según los investigadores, el problema con la insulina en el caso de la obesidad puede provenir de un hígado sometido a estrés por culpa del exceso de grasa. Esta hipótesis proviene de otros estudios anteriores que apuntan al daño que hace el exceso de grasa en las células especializadas en la producción de insulina.
De esta manera, al reducir el peso corporal de forma drástica, se puede remitir el daño causado sobre estas, devolviendo su funcionamiento a la normalidad. Esto es importante para que se pueda volver a segregar la insulina y, por tanto, la diabetes sea controlada o, incluso, curada por completo.
Pero si el paciente volviera a su estado de obesidad, casi con total seguridad, la diabetes volvería. Es importante porque muestra una concepción distinta a la que se tiene tradicionalmente de la diabetes, como una enfermedad sin cura en la gran mayoría de los casos. Esto podría traducirse en el futuro en nuevos puntos de vista a la hora de tratar la diabetes tipo 2.
El camino hacia una cura no es fácil
También hay que decir que el estudio se ha realizado con personas cuyo diagnóstico era relativamente reciente y que, además, solo la mitad se curó por completo. Esto no debería interpretarse como algo negativo. Al fin y al cabo, los resultados son coherentes con lo que sabemos sobre la diabetes tipo 2 debida a la insuficiencia de insulina.
Pero puede que lo más importante del estudio sea que muestra la importancia de un seguimiento estricto dietético en la remisión de la enfermedad. Esto es algo que ya se había visto en otros estudios anteriores, pero ahora se ha demostrado a ciencia cierta: una dieta muy baja en calorías puede llegar a remitir la enfermedad.
De esta manera, se le da más importancia al dietista-nutricionista en un sentido terapéutico, algo que amplia la calidad y cantidad de tratamientos, cerrando puertas a la medicación de por vida, algo que cuesta mucho dinero, molestias y resta calidad de vida al paciente.
Insistimos, esto no es posible en todos los casos. La remisión sería efectiva únicamente en el caso de que fuese el páncreas el que, debido a la grasa, no pudiera segregar insulina, pero no funcionaría cuando existiese una resistencia a esta hormona o su fallo de funcionamiento se debiese a cualquier otra cuestión.
Lo que sí sabemos es que asociado a la obesidad también va el aumento de la diabetes mellitus tipo 2. Esto señala una cuestión muy prometedora en cuanto a estos resultados. Eso por no hablar de los cambios conceptuales de la enfermedad, lo que nos acerca, sin duda alguna, a un mundo donde la diabetes no sea un problema grave ni tan extendido como ahora.