No era una sorpresa para ninguno de los que trabajaba en Jinn, tanto los que operaban en las oficinas como para aquellos que repartían por las calles.
La startup de última milla, Jinn App, anunciaba en verano de este año que dejaban su negocio en España después de inaugurarlo sólo un par de meses después de abrir en Madrid. La compañía se tenía que enfrentar a un muy bien financiado Glovo que, además, ya tenía unas cuotas de clientes y repartidores muy estabilizadas. Uber Eats y Deliveroo, pese a los problemas de estos últimos con sus riders, también jugaban con una posición de ventaja en el Madrid. En cualquier caso, no era la primera compañía de última milla que había cedido ante el poder de los grandes del sector: Take Eat Easy puso fin a su servicio prácticamente sin avisar.
Ahora, Jinn, acaba de anunciar que cierra de forma definitiva y oficial en Londres, la ciudad que les ha visto nacer y morir. La compañía, que inicia su disolución de forma inmediata, ha enviado un comunicado a sus empleados a nombre de Mario Navarro, gerente de la compañía, según publica Business Insider:
"A nuestros empleados, mensajeros, socios y clientes,
Es con un gran corazón que comparto que Jinn ha dejado de funcionar y no aceptará ningún pedido nuevo.
En los últimos meses, hemos intentado por todos los medios encontrar soluciones para mantener a Jinn vivo. Lamentablemente, ahora nos falta tiempo y presentaremos la solicitud de administración. Nos disculpamos profundamente con todos los que confiaban en Jinn de alguna manera.
A nuestros empleados, me gustaría agradecerles por todo lo que han hecho en estos últimos cuatro años. Ha ayudado a desarrollar una plataforma capaz de entregar pedidos desde cualquier tienda o restaurante en unos treinta minutos, el primero de su tipo en el Reino Unido. Ha ayudado a que este servicio sea conocido por más de cien mil clientes, que han recibido más de un millón de entregas. Ha respaldado a estos clientes y miles de correos y socios durante estos años. Sus logros han sido nada menos que extraordinarios y el hecho de que Jinn esté cerrando no cambia eso.
A nuestros socios y clientes, gracias por ser parte de una gran comunidad y por acelerar la innovación en el espacio de entrega bajo demanda. Juntos, hemos mejorado mucho los estándares de este mercado, y es más fuerte que nunca gracias a usted. Lo alentamos a que continúe trabajando con las diferentes compañías que brindan soluciones para la entrega a pedido en el Reino Unido. Estoy seguro de que este mercado seguirá creciendo y tengo esperanzas para el futuro.
Mario".
Ante esta situación, no queda demasiado claro el futuro de los sueldos de los empleados de la compañía. Algunas fuentes del mercado apuntaban a una posible negociación por parte de los socios fundadores para vender la compañía a alguien de la competencia. Sin embargo, la falta de tiempo y de recursos han dejado esta opción fuera de la lista. Similar a lo ocurrido con el caso de Take Eat Easy en España.
Fundada por tres españoles, Leon Herrera, Mario N y Joseba Mendivil en Londres, replicando un modelo de negocio nacido en Estados Unidos, pronto lograron grandes rondas de financiación. 6 en total desde 2014, hasta una última en mayo de este mismo año por un valor de 10 millones de dólares en Serie B. Entre sus fondos principales destaca el español Samaipata Venutures, liderada por José del Barrio, participando en varias operaciones consecutivas. En total 19,79 millones de dólares en rondas de financiación que según un perfil en El Confidencial, se fueron por el desagüe. De sus 120 empleados en Londres quedaron 20 en pocos meses por una sobredimensión de la compañía. Ahora, la lista, se reduce a cero.