El cambio está empezando, al menos en Barcelona. Después de la crisis vivida hace unas semanas, Airbnb ha comenzado a dar un giro en su estrategia. Siguiendo la lógica de si no puedes vencerlos lo que queda es unirse a ellos, la tecnológica está intentando apaciguar las malas relaciones que venía gestando con los consistorios de las ciudades más importantes para su negocio: Barcelona con su lucha contra los pisos ilegales, Valencia con la misma coyuntura proponiendo a los vecinos ser la Inquisición de los pisos y Madrid pidiendo la sede fiscal de la empresa en sus dominios, además de estar pensándose en dar el poder de decisión a las comunidades de viviendas. Y mientras, multas de miles de euros pendientes en el aire.

¿Qué le está pasando a Airbnb en España?

Ahora, en un gesto de aproximación con el Ayuntamiento de Barcelona, Airbnb ha confirmado que retirará todos los pisos turísticos que sean ilegales de la forma más rápida posible. Esto quiere decir que todos aquellos que no cuenten con los permisos pertinentes y, por tanto, no tributen por esa actividad quedarán fuera de la oferta de pisos de Airbnb. El acuerdo propone que, una vez notificados por parte del Ayuntamiento todos los pisos en situación irregular (que según sus últimas estadísticas alcanzan el 40% de la oferta total en la ciudad) a Airbnb, estos eliminaran su oferta.

Ya de paso, según explica El Español, uno de los representantes de Airbnb, Sergio Vinay, ha aprovechado su visita al Ayuntamiento para solicitar la posibilidad que los usuarios que quieran compartir su vivienda habitual como piso turístico puedan hacerlos. Hasta la fecha, este punto se ha posicionado como uno de los más controvertidos puesto que el Consistorio interpreta que, en ningún caso, una vivienda habitual puede compartirse. Para ello tendría que figurar como turística.

Para el Ayuntamiento esta situación supone un cambio positivo en la relación, altamente desgastada, que mantenían con Airbnb. Pero su posición, ahora optimista, también se mantiene alerta; según ellos, la lista estará lista a lo largo de la semana que viene. Sólo esperan que Airbnb cumpla con su palabra y retire los pisos sin permisos. Lo cual es altamente dudoso ya que si se confirma el alto número de pisos sin ley en Barcelona, y teniendo en cuenta los pocos permisos que se conceden, la oferta de la tecnológica se tornará bastante pobre.