Casas de directores de cine basadas en sus películas

Los artistas son conocidos por retratar la realidad, y no existe nada más real en el arte que la experiencia del creador.

Trabajos universales y excepcionales como lo son La Odisea de Homero o las obras de William Shakespeare se vuelven tan enigmáticas al no conocer la vida de sus escritores, existiendo personas que piensan que la ausencia de evidencia es la prueba de su no existencia, pero examinándolas en escala creo conocer perfectamene a esos dos hombres con tan solo leer sus escritos.

Y es que estamos todos de acuerdo que Homero no solía pasar su tiempo libre rodeado de sirenas ni Shakespeare lo hacía planeando complots malignos para asesinar reyes. Pero eso que los convertía en personas se encuentra latiendo en cada palabra de sus obras.

—¿Quién quiere aparecer en la épica griega por naturaleza?

Cada vez que escucho otra anécdota sobre lo mal que Hitchcock trataba a sus actores o la terrible y poco clara historia de las violaciones de Woody Allen, empiezo a pensar en la cátedral de Chartres. Justo como se mencionaba anteriormente en Hipertextual, permanece inmóvil, a lo alto de la creación y sin ningún autor a su grandeza.

Apreciar las obras simplemente por lo que son, y casi nunca por la controvertida vida de su artista. Ahora es momento de preguntarnos en qué mundo habitarán estos.

Estoy seguro que Homero sí pudo conocer a algunas de esas sirenas como las sensuales jóvenes que se le acercaban en la plaza, y que muchos de los directores de cine habitan un mundo muy diferente al de nosotros, el artista Federico Babina también tiene certeza de esto.

Combinando sus pasiones en la serie de ilustraciones Arquidirector, ofrece una respuesta alternativa a la típica pregunta de ¿dónde vivirá este hombre virtuoso?, y como claramente creemos que sus mansiones no son suficiente, les presentamos a cineastas en carne propia y los retamos a adivinar todas las referencias que moldean el universo cinéfilo de este apasionado diseñador.