La agencia espacial norteamericana se ha visto obligada a efectuar una maniobra de emergencia para evitar que MAVEN se estrellara contra Fobos, una de las dos lunas que orbita alrededor de Marte. La sonda ha encendido uno de sus motores para incrementar su velocidad 0,4 metros por segundo más (algo menos de 1,6 kilómetros por hora), una operación sencilla pero que fue realizada de urgencia para esquivar el choque con el satélite marciano el próximo 6 de marzo.
La NASA asegura en un comunicado que vigila constantemente la trayectoria de sus naves alrededor del planeta rojo para evitar cualquier problema. Esta maniobra de emergencia efectuada por MAVEN es la primera realizada por la sonda desde que hace dos años alcanzase Marte. Gracias a la intervención de la NASA, el impacto entre Fobos y MAVEN no se producirá por solo 2,5 minutos de diferencia.
La sonda, que estudia la atmósfera de Marte, así como su ionosfera y las interacciones con el viento solar, cuenta con una trayectoria elíptica que cruza varias veces al año la órbita de otras naves espaciales y de la luna Fobos. Cuando esto sucede, la posibilidad de que haya un accidente ocurre cuando ambos objetos cruzan la misma intersección en el mismo período de tiempo, algo que, de no ser por la maniobra de la NASA, hubiera ocurrido la próxima semana.
Estos escenarios de "tráfico marciano" son monitorizados constantemente por el Jet Propulsion Laboratory de la NASA, situado en Pasadena (California). Según sus estimaciones, MAVEN y Fobos se hubieran cruzado en el camino con apenas siete segundos de diferencia el próximo lunes 6 de marzo. Sin embargo, gracias a la corrección de su vuelo, habrá algo más de dos minutos de diferencia, un tiempo suficiente, de acuerdo con la NASA, para evitar cualquier accidente en Marte.
Después de esta intervención de emergencia, la sonda seguirá orbitando alrededor del planeta rojo, donde ha podido determinar las causas del misterioso "adelgazamiento" de la atmósfera marciana. Comprender por qué el planeta rojo perdió su atmósfera, algo que pudo ocurrir por culpa de llamaradas solares, es fundamental para entender los motivos por los que Marte es a día de hoy un planeta árido y frío, cuando en el pasado pudo incluso albergar agua líquida, y tal vez vida en su superficie.