Si hay que preguntarse cual es el mejor producto del Mobile World Congress 2017 que pronto estará en las manos del público, probablemente la respuesta tenga por nombre LG y por apellido G6. En general ha sido una feria terriblemente aburrida, y sólo así se explica el éxito del Nokia 3310. Se sabía que la falta de un Galaxy S sería crucial, y así ha sido. El evento no será recordado, pero ha dejado dos joyas de dos actores no tan grandes que probablemente estarán presentes en los smartphones del futuro.

Meizu trae la mejor carga rápida hasta la fecha

La carga rápida tradicionalmente era un asunto que dependía de uno de los grandes jugadores del sector, Qualcomm. Aunque los norteamericanos siguen siendo muy importantes, con la reciente presentación de QuickCharge 4.0, son fabricantes pequeños quienes más sorprenden aquí. Y si el año pasado fue Oppo, este año ha sido Meizu con su Super mCharge quien ha demostrado que si bien el avance en autonomía debe llegar con una revolución energética, la prioridad en el orden de necesidades puede bajar, pues cargar un smartphone de 3000 mAh en 19 minutos es real con su sistema.

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Este depende tanto del chip incorporado en el smartphone como del cargador y del cable. El primero suministra una potencia de hasta 55 vatios, y el segundo, también usado para transferencia de datos, soporta hasta 120 vatios. Todo ello bajo la especificación recomendada por la USB-IF, de la cual emplean el chip E-Mark recomendado para monitorización y control dinámico de la corriente.

Sobre la durabilidad, desde la compañía aseguran poder alcanzar los 800 ciclos con una capacidad restante del 80%. No es ni mucho ni poco, está en la línea de la degradación tradicional de las baterías, lo cual es buena noticia.

Oppo y su mágico zoom 5X

El modo 2X del iPhone 7 Plus, al que acompañó el modo retrato, sorprendió por su calidad e invisibilidad a la hora de ser activado y de capturar fotografías. Para implementarlo, Apple emplea una segunda lente con una distancia focal de 56 milímetros que llamaron "telefoto". Así, el zoom que consiguen no es óptico, sino similar al que se produciría en una cámara réflex al cambiar de objetivo.

Frente a esta propuesta, Oppo, que siempre se ha caracterizado por intentar innovar en tecnología fotográfica y finalmente no ser muy relevante, ha presentado en el Mobile World Congress 2017 un espectacular sistema con dos sensores y dos lentes, una gran angular y otra telefoto. La clave está en esta segunda y en el sensor que le acompaña. Rotados ambos 90 grados, permiten al teléfono no engordar respecto a terminales convencionales. Dado que la luz tiene que seguir llegando al sensor, utilizan un prisma que redirige.

Lo primero que pasa por la cabeza es que la estabilidad del sistema al ampliar será terrible, pero como explicó Nicolás Rivera, funciona realmente bien gracias al uso de un estabilizador óptico de imagen que acompaña al prisma. Si el modo 2X ya permite hacer fotos de retrato que se acercan mucho a las que se consiguen con una lente tradicional de 50 milímetros, con 5X la clave es acercarse a un zoom con una distancia focal mucho mayor. Eso sí, algo de originalidad no vendría mal a esa interfaz idéntica a la de Apple.