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En el corazón de Madrid, en plena Puerta del Sol, un toldo azul concentraba hasta ayer por la noche las miradas de transeúntes y curiosos que cruzaban el kilómetro cero de la capital. Bajo su resguardo, rodeadas de carteles, flores y velas, ocho mujeres comenzaron hace veintiséis días una huelga de hambre indefinida con un único propósito: conseguir que la violencia machista fuera considerada en España como asunto de Estado.

Las activistas forman parte del colectivo gallego Ve-la luz, una organización que agrupa a víctimas de la violencia de género y de los abusos. Hoy, 8 de marzo, se conmemora el Día Internacional de la Mujer, y las mujeres han decidido terminar su huelga de hambre tras lograr sus objetivos. El Gobierno del Partido Popular y la oposición encabezada por el PSOE se han comprometido a cumplir el manifiesto de venticinco puntos de Ve-la luz, para convertir a la violencia machista en una auténtica cuestión de Estado.

Cuando a última hora de la noche las activistas de Ve-la Luz anunciaban los logros conseguidos, las decenas de personas congregadas en la Puerta del Sol estallaron en vítores y aplausos. Era el primer paso para dar voz a las víctimas de la violencia machista con el fin de terminar con una verdadera lacra. Y todo ello pese a que el 8 de octubre de 2004, hace trece años, el Congreso de los Diputados aprobó de manera unánime la Ley Integral contra la Violencia de Género. En palabras de José Luis Rodríguez Zapatero, por aquel entonces presidente del Gobierno, la norma iba a ser un "poderoso instrumento para derrotar al machismo criminal". Pero nada más lejos de la realidad.

Desde entonces, más de 700 mujeres han sido asesinadas a manos de sus parejas o ex-parejas. Las víctimas en lo que va de año, cuyas historias han sido recopiladas por la periodista Noemí López Trujillo en El Español, ya alcanzan la escalofriante cifra de veintiún personas. Por desgracia, los crímenes por violencia de género son solo la punta del iceberg de un problema más grave, que incluye el acoso, los abusos, la discriminación o el aislamiento, y que no afecta únicamente a España.

4,6 minutos. Este es el lapso de tiempo en el que ocurre una violación sexual en México. El país se ha convertido en uno de los lugares con mayor incidencia de violencia contra las mujeres. Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el 68% de las mujeres mexicanas han sido víctimas de agresión o abuso. En promedio se estima que entre 2013 y 2014 fueron asesinadas siete mujeres diariamente en México.

Nosotras Paramos
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Las violaciones a los derechos humanos de las mujeres en la República mexicana no se dan solamente en los actos violentos o discriminatorios, también en la falta de culpables al respecto. De las 120.000 agresiones anuales, solo 15.000 son denunciadas y no son más de 4.000 los casos en los que se encuentra y se juzga al culpable. Las demandas de las personas que iniciaron una huelga de hambre en Madrid son las mismas al otro del Atlántico, donde se celebran numerosas marchas para intentar cambiar la complicada situación de las mujeres.

Coincidiendo con la celebración del 8 de marzo, los movimientos feministas han impulsado la convocatoria de un paro internacional de mujeres bajo el lema Nosotras Paramos. El movimiento incluye huelgas totales o parciales, como ocurre en el caso de España, donde se ha impulsado un paro de las mujeres de 12 a 12:30 h en el empleo, los cuidados y el consumo. La movilización pretende protestar de forma unánime y a nivel internacional contra la violencia de género, los feminicidios, las agresiones sexuales y el acoso y otros problemas relacionados con la desigualdad de género como la brecha salarial.

NosotrasParamos, el origen

El movimiento feminista ideó el Paro Internacional de Mujeres el pasado mes de octubre, tal y como informó Beatriz Serrano en BuzzFeed. Por aquel entonces, feministas polacas convocaron una huelga general ante una nueva ley que penalizaba el aborto, incluido el aborto espontáneo o el aborto en el supuesto de violación.

Semanas después, era Argentina el país que se movilizaba tras siete feminicidios consecutivos, que inspiraron otra campaña bajo el lema Ni Una Menos. Coincidiendo con el Día Mundial contra la Violencia de Género, celebrado el pasado 25 de noviembre, diversos colectivos decidieron impulsar una manifestación mucho más global para el 8 de marzo.

"Misma mierda, diferente siglo". keine_fragen

La llegada de Donald Trump a la Casa Blanca no hizo sino avivar la llama del movimiento feminista. La mecha prendió en la Marcha de las Mujeres de Washington, una impresionante movilización que congregó entre un millón y medio y dos millones de personas en la ciudad norteamericana. Los participantes protestaban por los derechos de la mitad de la población, en contra de las declaraciones misóginas del presidente de Estados Unidos y a favor de la igualdad de género.

Desde entonces, una treintena de países se ha unido a la movilización Nosotras Paramos. En el viejo continente, España, Alemania, Reino Unido, Francia, Portugal, Italia o Suecia son algunos de los convocantes. Al otro lado del Atlántico, México, Estados Unidos, Argentina o Ecuador también se unirán al paro internacional de mujeres. En los diferentes puntos del planeta, cada concentración y manifestación parten de un denominador común, la búsqueda de la igualdad y la lucha contra la discriminación, pero han evolucionado en función de las características de cada región.

España, contra la brecha salarial

“Es una fecha para recordar todo lo que hemos caminado juntas y todo lo que nos queda por recorrer hacia la plena igualdad”, recordaba, en relación al 8 de marzo, Cristina Hernández en una carta al lector publicada por El País. Además de los asesinatos machistas, otro de los problemas fundamentales para terminar con la discriminación de género es la existencia de la brecha salarial. Las diferencias de sueldos entre hombres y mujeres son el tema central de la movilización Nosotras Paramos en España, que realizará un paro de 12 a 12:30 h de la mañana y que ha organizado distintas concentraciones en diversas ciudades durante la tarde del 8 de marzo.

Las investigaciones realizadas por organismos como la Unión Europea, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico o el Foro Económico Mundial han demostrado empíricamente que las mujeres cobran menos que los hombres. En España, la retribución femenina es un 14,6% menor que la de los varones en los contratos a tiempo completo, mientras que en los trabajos a tiempo parcial, las mujeres perciben un salario un 8,5% menor. El problema, explicado en detalle por el profesor Hipólito Simón en Politikon, depende de numerosos factores como la edad, la actividad económica o el tipo de jornada.

igualdad
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El Día Internacional contra la Mujer reivindicará en España la necesidad de luchar contra la desigualdad salarial directa o a posteriori, que sucede cuando hombres y mujeres perciben un sueldo distinto a pesar de que ocupan la misma posición y tienen las mismas responsabilidades o funciones.

El 8 de marzo también tratará de visibilizar la otra cara de la brecha salarial, conocida como discriminación indirecta o a priori y que se produce por las diferencias en el empleo entre la población masculina y femenina. Un problema que a su vez cuenta con distintas causas, tales como la promoción discriminatoria en el seno de las empresas, las diferentes responsabilidades de hombres y mujeres sobre las tareas domésticas y el cuidado de personas dependientes o el distinto acceso al empleo.

El país de los feminicidios

Ser mujer en México no es nada fácil. La discriminación, el machismo y la violencia contra las mujeres se han normalizado en muchas partes del país, y algunos medios de comunicación fomentan este tipo de actuaciones en lugar de condenarlas. En 2014, 63 de cada 100 mujeres ha experimentado algún tipo de violencia por parte de su pareja o de otra persona y en ese mismo año se registraron 2.289 asesinatos contra las mujeres en México.

En los últimos años, las denuncias han aumentado y cada vez son más los colectivos que se unen a la lucha contra la violencia de género. El Instituto de las Mujeres de la Ciudad de México (Inmujeres) brinda apoyo a las mujeres que puedan estar en alguna situación de conflicto y les asesora legalmente para que sepan cuales son sus derechos. Carmen Saavedra, directora de la Coordinación de Sistema de Unidades Delegacionales en Inmujeres explica en entrevista con Hipertextual:

El mayor número de violencia que nos reportan es psicoemocional, es el tipo de violencia que no se ve y puede ir desde insultos, amenazas a descalificaciones en público por parte de la pareja. En muchos casos sí hay testigos pero este tipo de violencia se ha normalizado tanto que se cree que no es violencia. Creemos que son asuntos de pareja, pero es violencia.

La violencia contra las mujeres no se basa solamente en agresiones físicas o violaciones. Existen muchos tipos de violencia, como puede ser la verbal, la psicológica, económica o sexual. En la mayoría de los casos el rango social o su etnia pueden ser motivos de doble discriminación.

Mónica Redondo

Si ser mujer en México no es nada fácil, ser mujer indígena lo es todavía más. Las comunidades indígenas comparten una cultura común, en la cual se priorizan valores como el respeto a las mayores. Sin embargo, Carmen Saavedra alerta de que, en algunos casos, este tipo de costumbre son “un arma de doble filo” ya que son precisamente estas tradiciones las que practican la discriminación o la violencia contra las mujeres. “Es muy difícil entrar a un grupo indígena para hablar de derechos de las mujeres, tenemos que entrar con otro tipo de conversación, más discretamente”.

A pesar de que las mujeres están amparadas en México por leyes como la General de Acceso a las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, todavía quedan muchos problemas para resolver en el país. Las denuncias se multiplican, pero los procesos son lentos y en algunos casos ineficientes.

En las marchas como la del 25 de noviembre, Día Internacional contra la Violencia de Género, miles de personas salieron a la calle para reclamar las injusticias en cuanto a la situación de la mujer en México. Este 8 de marzo volverán a hacerlo. La sociedad es cada día más consciente de la grave situación y cada vez son mayores sus reclamos. Además de la sociedad mexicana, el Gobierno tiene que lograr compromisos que cambien la difícil situación de las mujeres, no solamente con nuevas leyes, también con nuevos mecanismos que garanticen cambios y mejoras para la sociedad.

Más allá de la frontera

México no solo afronta un problema respecto a la discriminación y violencia contra las mujeres oriundas, también es testigo de cómo las migrantes, en su mayoría procedentes de países de Centroamérica como Honduras y El Salvador, son víctimas de abusos.

Las migrantes huyen de sus casas por la violencia y en México tienen que lidiar con procedimientos de asilo, de protección y deportación, ya sea para que puedan quedarse en el país o sigan su camino. La mayoría de migrantes utilizan caminos clandestinos para llegar a su destino y requieren ayuda de grupos relacionados con el crimen organizado para pasar desapercibidos ante las autoridades migratorias.

“Las mujeres en tránsito son víctimas de extorsión y existen muchas maneras de hacerles daño. Las formas más comunes son el robo con violencia y abusos físicos como la violencia sexual”, subrayó Gretchen Kuhner, directora del Instituto para las Mujeres en la Migración, en entrevista con Hipertextual.

Mónica Redondo

Según la especialista, la ley mexicana apoya a los migrantes en tránsito pero en la mayoría de los casos no se aplica la legislación. Mujeres y niños migrantes pueden estar supuestamente amparados por la ley, pero en la práctica se siguen violando sus derechos.

En otros países de América Latina como Venezuela, la lucha por la igualdad de género se suma a la crisis del país. En el país gobernado por Nicolás Maduro, la inflación ha llegado al 1000%, y ha causado un problema generalizado en el abastecimiento de alimentos y medicamentos.

Los principales problemas para las mujeres se han registrado precisamente a causa de la crisis, donde han sido víctimas de discriminación en el racionamiento de alimentos. Luisa Kislinger, internacionalista y activista de derechos de las mujeres, expuso en entrevista con Hipertextual:

Las mujeres están siendo atropelladas y discriminadas por diversas razones en los establecimientos que expenden alimentos. Hay niñas y adolescentes a quienes se les niega la adquisición de los escasos productos de higiene personal como toallas sanitarias que deben ser adquiridos luego de horas en colas para su compra. La negativa viene por el hecho de no ser mayores de edad (18 años), aunque, innegablemente, son niñas y adolescentes que tienen la menstruación y necesitan de estos insumos.

Por otro lado, la activista afirma que en Venezuela existe un 85% de escasez de anticonceptivos, lo cual impide a las mujeres a ejercer ”nuestro derecho a la autonomía reproductiva”. La escasez está provocando embarazos no deseados en un país donde el aborto está permitido cuando la vida de la mujer corre peligro. Según Kislinger, las noticias de bebés abandonados y fetos encontrados en vertederos (“seguramente de abortos realizados en condiciones insalubres”) son cada vez más comunes.

Tenemos la segunda cifra más alta de embarazo adolescente de la región (sólo detrás de Honduras) y la mortalidad materna ha estado en ascenso desde 2013 sin que se logre hacer nada para detenerla. Entre las mujeres indígenas, las cifras de mortalidad materna son tres veces más altas, y no tienen acceso a ningún tipo de servicios de salud sexual y reproductiva.

Este 8 de marzo de 2017, mujeres de todo el mundo van a salir a la calle o a parar sus actividades para reclamar las situaciones de injusticia y de violencia. Este 8 de marzo servirá además para recordar que la discriminación no sucede solamente un día al año, sino que es un problema que afecta a millones de mujeres diariamente en el mundo.