Las hermanas Minerva, María Teresa y Patria Mirabal fueron asesinadas a golpes hasta la muerte, metidas en un Jeep y arrojadas a un precipicio. ¿El motivo? Ser opositoras al régimen de Rafael Leónidas Trujillo en República Dominicana.
El escuadrón enviado por el dictador quiso que el asesinato pareciera un accidente, pero nadie se lo creyó y la muerte de las hermanas Mirabal se convirtió en uno de los detonantes de la caída de Trujillo.
El 25 de noviembre de 1960, las mariposas se convirtieron en un símbolo contra la violencia de género en el mundo. Mismo día que en 1981 se convirtió en el día para luchar contra el maltrato a las mujeres, una realidad que afecta al 70% de las mujeres del mundo en forma de trata, violencia sexual, mutilación o acoso.
Urgencia en México
En México, cada 4.6 minutos ocurre una violación sexual y al día mueren 7 mujeres víctimas de la violencia, según datos del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI). Los malos tratos contra las mujeres no son hechos aislados en México, se han convertido en un patrón general alarmante para la sociedad. La situación y los datos recopilados ya son un secreto a voces y cada vez son más las personas que salen a la calle para reclamar justicia y el fin de la violencia.
Bajo el lema #VivasNosQueremos, mujeres de diferentes partes de la República se manifestaron el pasado mes de abril para condenar los actos de violencia de género en el país y la constante criminalización de las víctimas, así como un protocolo adecuado para evitar y atender los casos.
6 meses después, en octubre, las mujeres volvieron a tomar las calles, esta vez para exigir que se acabaran los feminicidios en México. Vestidas de negro y bajo con el anunciado #NiUnaMenos, miles de mujeres de países como Argentina, Chile y España se unieron a la lucha por el fin de cualquier tipo de violencia contra la mujer.
México sale de nuevo a la calle
Esta vez, las mexicanas marcharon en Ciudad de México con motivo del Día Internacional de la Violencia de Género, que se convirtió en otra oportunidad para reclamar los derechos de las mujeres y mostrar al país, a través de sus consignas, el estado de alarma en el que se encuentra México.
"Señor, señora, no sea indiferente que aquí matan a las mujeres en la cara de la gente", gritaban los manifestantes a coro durante el recorrido, que empezó en el Ángel de la Independencia y finalizó en el Zócalo capitalino.
Diversas organizaciones y asociaciones de partidos políticos mostraron a la Ciudad de México sus pancartas, en las que denuncian la peligrosa situación de las mujeres en el país y la necesidad de reformas.
Constituyentes CDMX Feministas es una de las asociaciones que organizaron la marcha. Gabriela Cervantes forma parte de este grupo y explicó para Hipertextual que el objetivo del evento es que la Ciudad "active la alerta de género porque han habido muchos feminicidios en la ciudad, en los alrededores y en todo el país".
Una red de transexuales de la capital se ha unido a Constituyentes CDMX Feministas para tener más peso en su lucha contra los transfeminicidios, que acabaron con la vida de 15 transexuales desde el mes de octubre. Gloria Davenport, coordinadora de medios de la Red de Transexuales informa:
Ya logramos que en la Ciudad de México sea posible el cambio del acta de nacimiento y necesitamos que esta reforma pase al resto del país. Es urgente crear un modelo de rescate académico y laboral para las personas trans y reparar del daño de las trans que han sido víctimas de violencia
Otro de los organizadores del evento fue Pan y Rosas, una agrupación internacionalista. Además, acudieron las Madres de los Migrantes que llevan recorriendo toda la República desde la semana pasada para buscar a sus familiares desaparecidos y denunciar los peligros de los migrantes centroamericanos.
Lilian Morales busca a su hermana Jacqueline, las dos procedentes de El Salvador. Morales sostiene que han participado en la marcha por el Día Internacional contra la Violencia de Género "en apoyo a los derechos de la mujer y para que se haga justicia como se debería hacer con los migrantes muertos o desaparecidos", explicó la salvadoreña para Hipertextual.
Además de los miembros de organizaciones sociales o partidos políticos, también acudieron estudiantes y personas independientes.
Las marchas se han realizado en diversos estados de la República, como Nuevo León, Hidalgo y en la ciudad de Guadalajara, Jalisco.
Los retos para acabar con la violencia en México son grandes. Además de concienciar, el Gobierno debe poner a disposición de la sociedad los mecanismos para combatir y castigar los malos tratos.
En la Ciudad de México, el jefe de Gobierno de la capital, Miguel Ángel Mancera, apostó por utilización de silbatos para que la mujer diera el aviso si estaba siendo víctima de algún ataque.
Esta medida, y otras dentro de la Estrategia 30-100 del Gobierno capitalino, fueron analizadas por cuatro organizaciones sociales: EQUIS Justicia para las Mujeres, el Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE) y el Área de Derechos Sexuales y Reproductivos del Programa de Derecho a la Salud del Centro de Investigación y Docencia Económicas (ADSYR).
El informe concluyó que la medida de los silbatos es insuficiente ya que no toma en cuenta los abusos en transportes públicos, no se repartieron suficientes y los policías no saben qué deben hacer si escuchan el silbido de ayuda.
La medida del Gobierno de Mancera para luchar contra la violencia de género es “endeble e insuficiente para hacerle frente al problema que supuestamente debía atacar” y se quedó en una buena intención, afirma el documento presentado un día antes del Día Internacional Contra la Violencia de Género.
A pesar de los retos sociales y políticos, no todo está negro. Según el informe anual 2015-2016 de ONU Mujeres, un promedio de 93 países se han comprometido a dar el paso por la igualdad de género en 2016.