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Desde que Donald Trump aseguró que el cambio climático era un invento de China, la comunidad científica ha estado en alerta por la posible política medioambiental que podría adoptar el entonces candidato a la presidencia de los Estados Unidos. Todos los temores se concretarán muy pronto.

Este martes 28 de mayo, Donald Trump firmará una orden ejecutiva que terminará con las políticas de protección medioambiental del Gobierno de Barack Obama. Según reporta The Atlantic, se trataría de una orden que terminaría con las restricciones de emisiones de gases y condenaría a ignorar directamente los riesgos del cambio climático.

La orden del presidente Trump obligaría a la revisión y el eventual cambio del Plan de Energía Limpia, el proyecto energético de Obama, el cual buscaba remplazar las plantas termoeléctricas (alimentadas con combustibles fósiles) por plantas de gas natural, solares, eólicas e hidroeléctricas. De acuerdo con la Agencia de Protección Medioambiental (EPA, por sus siglas en inglés) este plan ayudaría a evitar 1.000 millones de toneladas de emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera.

Dicho plan, desvelado por la administración de Obama en 2015 fue descrito por el entonces presidente como "el paso más importante que ha dado a América para luchar contra el cambio climático". Para ser remplazado, el gabinete de Trump deberá proponer otro plan energético, algo que podría tardar un poco (el Gobierno de Obama tardó seis años en hacer el primer borrador).

El contenido del remplazo que podría proponer el gobierno de Trump todavía es desconocido, sin embargo, durante su campaña, el presidente prometió que crearía empleos en las minas de carbón y revitalizaría la industria de los combustibles fósiles.

Además la EPA ahora está dirigida por Scott Priutt, un abogado negacionista del cambio climático que ha hecho carrera criticando las decisiones de la EPA y que incluso acusó de anticonstitucional al Plan de Energía Limpia.

Asimismo, el concepto de "cambio climático" podría desaparecer de los reportes oficiales de las autoridades ambientales en Estados Unidos. En cambio, el impacto ecológico podría pasar a medirse en el "costo social del carbón", una estimación económica del daño ocasionado por cada tonelada extra de dióxido de carbono emitido a la atmósfera.

La orden ejecutiva no menciona si los Estados Unidos deberán continuar comprometidos con los Acuerdos de París del 2015. Pero, de acuerdo con expertos consultados por Hipertextual, si Donald Trump decide abandonar los Acuerdos de París, probablemente los efectos del cambio climático no tengan vuelta atrás.