Más de un año después de que empezara la batalla legal entre la Universidad de California y el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) por la patente de la tecnología CRISPR-Cas9, la guerra ha llegado a su fin.
La Oficina de Patentes de Estados Unidos ha dictaminado este miércoles 15 de febrero que la invención de la revolucionaria técnica de edición del genoma pertenece a Feng Zhang, del centro de Massachusetts, informó Statnews.
Durante la sentencia del Juicio de Patentes y la Junta de Apelaciones, los tres jueces encargados de dictaminar el veredicto han confirmado que la patente otorgada al MIT en 2014 es suficientemente diferente a la patente solicitada por la Universidad de California y que no hay interferencias entre las solicitudes.
Jennifer Doudna y Emmanuelle Charpentier publicaron en la revista Science su investigación sobre el CRISPR-Cas9, una tecnología revolucionaria que permite modificar el ADN de forma más precisa y eficaz. El trabajo de las científicas fue galardonado con el Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica en 2015 y el Premio Gruber de Genética, entre otros.
Sin embargo, la Oficina de Patentes ha declarado que los logros de Feng Zhang en los estudios de la aplicación de CRISPR-Cas9 en ratones y células humanas no tienen una relación directa con la investigación de Doudna y Carpentier.
A partir de ahora, Zhang será considerado como el científico que inventó la técnica que puede afectar en la terapia del cáncer o puede convertir a los cerdos en donantes de órganos para trasplantes en humanos.
La Universidad de California está considerando apelar la decisión del consejo y afirmó que están satisfechos de que su solicitud de patente, la cual describieron como la responsable de la invención de la técnica CRISPR-Cas9, pueda seguir avanzando.
En la pelea jurídica finalizada este 15 de febrero, estaba en juego un mercado estimado de 46 mil millones de dólares.