2016 ha sido un año peculiar en todos los sentidos. Sin un Gobierno a los mandos en prácticamente todo el año, un acuerdo in extremis para ocupar el puesto, que augura una legislatura plagada de acuerdos y desacuerdos, pero con un más que seguro encuentro anticipado en las urnas. Todo apuntaba a una catástrofe nacional, una caída en picado, el caos. Y, sin embargo, no ha sido para tanto.
En el territorio startup la cosa no ha sido tan diferente. Al igual que ocurriese el año pasado, en las previsiones para este algunos apuntaban a unos ánimos más templados, menor inversión y más racionalidad. Algo así como lo que se espera de 2017.
Un vistazo a lo que se va
Antes de empezar con lo que viene, todos los inversores a los que Hipertextual ha consultado han opinado sobre 2016. Javier Megías, fundador de Startupxplore, tiene claro en determinar que "2016 ha sido el año en el que los agoreros han tenido que callarse; 2015 terminó con inversión récord y todo el mundo decía que este año se iba a enfriar por el contagio de Estados Unidos, pero a la espera de ver los datos agregados creo que como poco vamos a igualarlo". Y no le falta razón, porque al menos en lo que a fondos invertidos en el territorio venture capital se refiere, según datos de TTR, se ha visto un aumento importante respecto a un número de inversiones mucho más relajado respecto a 2015. Dato con el que coincide Iñaki Arrola que, incluso teniendo a muchos fondos con su fundraising particular, opina que ha sido un gran año para todos añadiendo un dato importante: "2016 ha sido el momento en el que España se ha reforzado con muchas rondas de financiación de extranjeros". Y aunque queda mucho trabajo por delante, el hecho de estar creciendo y mejorando el posicionamiento internacional del emprendimiento es todo un logro.
En la Asociación Española de Startups se apunta a una reducción de la incertidumbre en el sector vinculada a una mejora considerable del marco legal y jurídico al que se enfrentan muchos emprendedores. Añadiendo que "el dinero público empieza a ser consciente de las diferencias del sector de las startups frente a pymes y empresas tecnológicas". De nuevo, mucho camino por delante pero positivo en términos políticos pese a que, un algunos puntos de la campaña legislativa hayamos visto usar al emprendedor como objeto más que como un fin ¿El problema? La mayor parte de los políticos que abanderan el emprendimiento como el futuro de España no conocen el sector. Y, pese a que las palabras sean muy bonitas, las promesas hay que cumplirlas y aplicarlas.
En cualquier caso, es precisamente ese dinero público que se menciona en la Asociación el que no gusta a algunos de nuestros inversores más destacados. Lo apuntaba François Derbaix, fundador de Indexa Capital, comentando que "no es normal que los fondos de capital riesgo tengan más del 50% de su financiación de dinero público ya que distorsiona la competencia, además de costarnos dinero a los contribuyentes" y lo reiteraba José M. Cabiedes con un discurso similar. En una posición positiva para lo que él suele afirmar, pero negativa comparándolo con el resto de sus compañeros, explica que "el dinero público ha inundado y ha creado una industria, está empezando a llegar a los emprendedores; y eso tiene cosas buenas desde el punto de vista sociológico y cosas malas desde el punto de vista financiero. Y 400 millones de euros son muchos millones. Típicamente, los mercados privados son más eficientes que los públicos, eso es una realidad, y en este caso no será diferente". En una comparativa con los cauces que puede tomar una riada, algunos buenos y otros no tanto, habrá que esperar cuáles toma esta oleada de millones de origen público y si los que han disfrutado de ellos en 2016 serán capaces de demostrar el próximo año su valía.
Exits por aquí, exits por allá
Para determinar el éxito del emprendimiento en un determinado entorno es frecuente recurrir a la estadística del exit. Muchos y buenos exits serán buenos, mientras una ausencia de los mismos dibujan un panorama poco maduro. Y en esto tampoco se ponen de acuerdo, porque como en botica hay opiniones para todos los gustos.
Arrola, un optimista donde los haya, cree que "ha sido año de exits, y exits cada vez más altos"; el año de Privalia o de Ticketbis. Y, viendo la progresión, "2017 será mucho mejor".
Por su parte, Megías y Debaix no son tan efusivos. Pera el primero, los exits siguen siendo la asignatura pendiente. Sabe que crecen a buen ritmo pero tienen que despuntar. Para el segundo "todavía sigue habiendo demasiadas pocas compra-ventas de startups en España en comparación con otros países europeos o de EEUU". De nuevo, hay que tener una perspectiva templada del sector. O, como en el caso de Cabiedes, fría como un témpano:
"A efectos financieramente relevantes, no hemos tenido ningún exit relevante porque para alcanzar el éxito hay que recuperar lo invertido en una primera operación y luego lo agregado con otros. Y nos hemos quedado lejísimos."
En lo que sí coinciden todos es que esperan que 2017 tenga unas mejores cifras y esperan que estén implicados compradores españoles; ya que, de momento, la mayoría viene de fuera. Por fin un poco de optimismo navideño.
La carta a los Reyes Magos
En esto de los deseos no hay nada escrito y, al igual que las previsiones, pueden venir o no. Son millones los factores que pueden afectar. Si el año pasado se hablaba de los unicornios que podríamos ver en los siguientes meses, este se han dejado de lado. Ya sea porque no interesan o porque nos hemos resignado a no ser un país para esta especie, lo cierto es que han dejado de ser el verdadero objetivo. Los sustos que han dado algunas startups, las polémicas y los rumores que se han sucedido han determinado en gran medida los vaticinios para 2017.
Más oportunidades y un mejor panorama para Arrola y la continuidad con una perspectiva creciente es la tónica general para el resto. Cabiedes, que ya parte de su tradicional punto negativo, cree que "2017 será un año para aprender de los errores y para volver a tiempos más humildes". Humildes en el sentido de las inversiones cerradas con cabeza, a una mejor inversión de la contribución pública, a la gestión eficiente y a un repaso a lo que ya se ha hecho —relacionado con lo sucedido en JobandTalent—. Algunas gestoras, añade, hablaban durante el año pasado maravillas de muchas startups y, seguramente, tendrán que bajar la voz". Aunque esto daría para muchos ríos de tinta.
Gestión eficiente y, sobre todo, más apoyo a los modelos de negocio sostenibles que sean capaces de crecer con su actividad y no gracias a rondas. Punto en el que coinciden Megías y Derbaix. Wallapop sólo puede haber uno y no siempre es fácil sacarlos adelante.
En cualquier caso, parece ser que, pase lo que pase, 2017 será de todo menos aburrido.