El padre de Nadia, la niña con tricotiodistrofia, fue condenado por un segundo delito de apropiación indebida, según revela una investigación de Elena Sevillano en El País. El Juzgado de lo Penal número 1 de Mahón decretó la pena de ocho meses de prisión para Fernando Blanco Botana en 2004, fecha en la que el progenitor de la menor de edad ya permanecía en la cárcel por otro delito de falsedad documental y apropiación indebida de veinte millones de pesetas en la empresa donde trabajaba. La jueza consideró probado que Fernando Blanco Botana convenció a un cliente suyo para que hiciera un pedido de bebidas a la compañía Mac Internacional a través de su por entonces esposa, comercial de la firma. Una vez que se realizó el pedido, el padre de Nadia, que por aquella fecha no había nacido todavía, cobró el importe del pedido que ascendía a 2.492,7 euros (414.750 pesetas). Blanco y su mujer actuaron así, según los hechos probados de la sentencia, "puestos de común acuerdo y movidos por el ánimo de obtener un ilícito beneficio".

La segunda condena desvelada hoy por el periódico El País se suma a la anterior pena de prisión de cuatro años y diez meses de prisión de Blanco, por otro delito de apropiación indebida y falsedad documental. Según la información de Sevillano, el padre de Nadia estaba en la cárcel de Palma cuando nació la niña, donde permaneció hasta 2007. Es decir, su progenitor no quedó en libertad hasta que la menor cumplió dos años de edad. En la actualidad, Fernando Blanco y Marga Garau, su actual pareja, están siendo investigados por un supuesto delito de estafa. El juez de instrucción de la Seu d'Urgell decretó prisión provisional sin fianza para el padre de Nadia, mientras que la madre quedó en libertad con cargos.

El padre de Nadia, Fernando Blanco, fue condenado mientras estaba en la cárcel a ocho meses de prisión por un segundo delito de apropiación indebida

Los progenitores de Nadia, la niña de once años con tricotiodistrofia, han impulsado desde 2008 diversas campañas mediáticas para recaudar fondos con los que sufragar una supuesta terapia que no existe. La enfermedad rara que padece la menor no cuenta con una cura en la actualidad. Según el atestado realizado por los Mossos d'Esquadra, la familia habría obtenido más de 900.000 euros a través de donaciones, un montante económico que habrían usado en parte para financiar gastos personales como el alquiler de su casa en l'Alt Urgell o el pago a una empresa de automoción.

Tal y como apuntó primero Josu Mezo en su blog Mala Prensa y demostraron sendas investigaciones realizadas por Hipertextual y El País, la historia construida alrededor de Nadia está plagada de falsedades e inverosimilitudes. El tratamiento para el que han recaudado miles de euros en realidad no existe, ni es ofrecido por ningún hospital de Houston. Tampoco se tiene constancia del médico Edward Brown ni es posible en la actualidad determinar el número de células envejecidas del organismo, tal y como afirmaba el padre de la menor en diversos medios de comunicación. Su historial policial y judicial añade más sombras sobre Blanco, investigado junto con su pareja Marga Garau por un supuesto delito de estafa.

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