Las noticias referentes a las agresiones sexuales vinculadas a Uber se llevan sucediendo desde, prácticamente, el inicio de la actividad de la compañía. Sus servicios de Londres, México, Estados Unidos, La India... se han visto afectados por este fenómeno en varias ocasiones, hecho que se ha empleado para linchar la actividad de la compañía por parte de sus enemigos históricos. Tanto que hace unos días, Buzzfeed publicaba imágenes sobre las agresiones y aseguraban que entre 2012 y 2015 Uber ha contado con más de 6.000 avisos con la expresión sexual assault (asalto sexual) y más de 5.000 con el término rape (violación). La californiana no tardó en desmentir el contenido de la publicación y afirmar que en el periodo de tiempo indicado sólo se han producido cinco casos y 170 avisos. El 0,0000009% de los desplazamientos de este servicio en todo el mundo.
Sea como fuere, el suceso ha sido condenado en todo el mundo tanto por usuarios, los conductores y por el propio Uber. Cualquier reporte de un usuario a la plataforma de este índole deja al chófer fuera de la actividad de forma inmediata. Un conductor de Uber México al cual llamaremos Roberto, ya que prefiere mantener su anonimato, cuenta a Hipertextual que "todos estos temas de violencia sexual o noticias que salen han sido algo muy exacerbado. La mala publicidad ha buscado manchar la marca de Uber, sobre todo porque la bandera de la compañía ha sido la seguridad. Y la realidad es que cualquier actitud sexual está penadísima, y estoy de acuerdo con ello porque la situación estaba muy mal en el país".
Una historia a dos bandas
Pero, ¿y si la agresión se produce en el sentido contrario? Es decir, del cliente al conductor. Pocas veces se ha abordado esta cuestión pese a que, por lo que nos cuenta Roberto, "han sido muchas las ocasiones y los conductores afectados por este fenómeno". Su lucha ya no es protegerse sólo de los taxistas, ciertamente agresivos en varias ocasiones, ahora también contra sus propios clientes.
En el caso de este conductor, trabajando casi desde el día uno de Uber en México, las agresiones reportadas han sido de índole sexual. Muy lejos de los robos que muchos compañeros han sufrido en esas ciudad o en otras en las que opera la compañía. Y es que el problema, en muchas ocasiones, viene de las zonas y a la hora en las que se esté trabajando, además del trato con gente bebida:
"Durante el trayecto, un chico me empezó a preguntar sobre mi vida profesional, después paso a hacer preguntas sobre mi vida sexual y si quería tener una experiencia nueva con un hombre. Después intentó tocarme. Fue en ese momento donde di por terminado el servicio y comenzamos a discutir.
Otro día, una chica muy drogada intentó darme un beso. Y como estas, han sido muchas las ocasiones en las que tanto yo como mis compañeros hemos tenido altercados sexuales porque algún pasajero se ha propasado con nosotros."
El caso de Bruno (nombre ficticio), otro conductor de Uber México, es similar. En esta ocasión, una pasajera intentó besarle. Su primera reacción fue hablar con sus compañeros, que habían pasado por situaciones similares, los cuales le recomendaron que hablase con Uber.
Y los casos son numerosos, de los cuales muchos de ellos no han querido hacer declaraciones a Hipertextual por miedo al conflicto o a perder su trabajo, a lo que Roberto añade que "en el Distrito los que están reuniéndose están sufriendo bajas en la plataforma. Por lo que la situación está muy sensible y la gente no quiere hablar".
Los mails
Tanto Bruno como Roberto hicieron lo propio, lo que el reglamento de Uber tiene estipulado en su normativa dirigida a los conductores, y reportaron sus situaciones ante el mail de atención de la empresa en México. Dichos documentos se han remido a Hipertextual por ambos empleados.
Las respuestas llegaron muchas horas después de lo que estaban acostumbrados en otras incidencias teniendo en cuenta la magnitud de la situación. El contenido del mail, según nos cuenta Roberto, venía a decir algo así como que "tuviese cuidado y que tomase mis precauciones". El problema es que daba igual la situación que se reportase porque, al final, explica Roberto, "el texto del mail siempre era el mismo", exactamente igual que en las otras problemáticas que habían sufrido en el ejercicio de su trabajo. Por lo que ambos han tomado la determinación de no reportar nada a la compañía desde hace ya unos meses.
En cualquier caso, señala Roberto, esto no siempre ha sido así. El trato a lo conductores de la plataforma ha ido evolucionando hacia una nueva etapa vinculada al crecimiento del número de conductores en el país. Sin una cifra exacta, elemento estratégico que esgrimen contra otras plataformas, algunas fuentes externas apuntan a que rozarían los 40.000 chóferes circulando por el México abanderando la enseña de Uber. Antes, los conductores contaban con el contacto telefónico de uno de los jefes de la plataforma en cada una de las ciudades en las que operan. En el caso de Roberto, "fue víctima de un robo en el coche y ellos se hicieron cargo de todo el proceso, de los seguros y demás".
El cambio llegó hace unos meses y los costes ya no corrían a cargo de Uber. Al menos en el caso de Bruno, en el que uno de los usuarios maltrató la pintura de su auto. "Teóricamente Uber, o el usuario, debería hacerse cargo de la falta (160 dólares), pero terminaron por reportarle que era demasiado caro y que no podían permitirse perder el cliente al verse obligado a pagar".
Es en este momento en el que ambos apuntan a que el teléfono de atención se sustituyó por un mail y lo comercial ocupó lo laboral
Luis de Uriarte, Director de Comunicaicón de Uber que no ha querido hacer declaraciones a Hipertextual sobre este asunto, apuntaba en una entrevista en MVS que "el objetivo en todo esto es mejorar el transporte en las ciudades", pero sin olvidar que es una compañía que busca el beneficio financiero ante todo.
La igualdad no es bidireccional
Según las palabras de Luis de Uriarte a MVS, "el sector del taxi en México es caro, cuenta con unidades viejas y sobre todo, tiene poca seguridad". Cuestión apoyada por Eric Castillo Alonso, sindicalista del taxi en Cancún, que en la misma entrevista replica al portavoz argumentando que "efectivamente, Uber ha venido a enseñar, muy tarde, cómo hay que mejorar el servicio en el sector, la calidad y el estándar". A ninguno le falta razón en este punto.
Estas son, precisamente, las razones del éxito masivo de Uber en el país y la legalización casi sin precedentes de su actividad. El problema es que esto ha provocado una "política bastante robusta del conductor, pero no para el usuario", que también tiene lo suyo, según nos explica Roberto. "Cualquier cliente que reporte algo de índole sexual deja fuera de la plataforma al conductor, por precaución, y si es otro tipo de cuestión te suspenden temporalmente".
Y no es algo malo teniendo en cuenta la situación de la actividad en el país. El problema es cuando este arma se esgrime para coaccionar a los propios conductores de Uber, a sabiendas de las consecuencias que puede tener una mala nota en la aplicación. "Hay usuarios, no es una generalidad, que saben que este tipo de calificaciones afectan al conductor y se ponen con una actitud petulante y amenazan con ello", indica Bruno. O, como explica Luis de Uriarte a MVS, "es un intento de que los usuarios sean muy activos en reportar lo que no les gusta". Sea con razón o no, con pruebas o sin ellas explica Roberto:
"Nosotros tenemos un sistema de calificación muy estricto. Si tenemos mala nota nos echan de la plataforma. Sin preguntar, tengan razón o no. Esto no ocurre con los usuarios, porque el objetivo último de Uber es tener cuantos más usuarios sea posible da igual cómo."
Ante una mala respuesta de los usuarios, Uber respondería un simple "échale ganas". Otra mala respuesta terminaría son una retirada temporal de la actividad. Al final, todo, según todos los conductores preguntados, se resume en una falta de equilibrio.
No confundir esto con relajar el control sobre las agresiones, pero sí con una falta de equilibrio en una política que, según ellos, quiere alcanzar la mayor cuota de clientes posible a toda costa.
Varios problemas de trasfondo
Los problemas entre Uber y sus conductores vienen desde hace tiempo. Independientemente de las agresiones denunciadas por los chóferes, se le suma la problemática del aumento de coches en circulación, el descenso de los ingresos, aumento de las comisiones y las tarifas variables. Estas últimas ya fueron criticadas ante Hipertextual, por varios conductores de la capital española, al considerar que es una forma de ahuyentar a los posibles nuevos usuarios.
Más clientes
Durante el pasado verano, y ante el aumento de los niveles de contaminación en la capital mexicana, se abrió el programa "Hoy no circula". Y con esto llegó la ira de todas las partes, principalmente de los clientes que vieron multiplicada su tarifa a niveles nunca vistos.
Por otro lado, y casi de manera simultánea, se lanzaba UberPool en Ciudad de México. Según Roberto, la comisión de Uber por cada trayecto pasó del 20% al 25%, en lo que ellos definen como "un intento de hacer el negocio más grande a cualquier precio aunque fuese de mano de la precariedad". Según ambos conductores, "fueron invitados a entrar en la nueva modalidad de transporte compartido, a lo cual se negaron, pero a través de la emisión de un nuevo contrato estaban prácticamente obligados a aceptar". El resultado es que, según ellos, todo desemboca en la bajada de sus ingresos. Uber desmintió toda esta información a través de un comunicado, en el que además adjuntaban el comportamiento de las tarifas aplicadas.
Durante abril y mayo, los socios registraron el mayor pico de ingresos. Seguido de un verano que, como viene a ser costumbre, supone una bajada de los ingresos.
Más conductores
La cuestión de todo esto es si ser empleado de Uber México es rentable o no. Para Roberto, "es rentable siempre y cuando el dueño del coche sea el que lo conduzca". Si un empleado debe pagar más de un 20% de comisión a Uber, 30% al conductor contratado, además de los gastos obligatorios de cualquier coche en México, más los caramelos, el agua... pues la cuenta va fallando.
Para captar más asociados, durante el mes de junio Uber regalaba 14.000 pesos por cada conductor que un afiliado traía a la familia. O al menos eso nos explica Bruno: "la gente su coche en una sola semana animando a nuevos conductores, pero todo estalló porque justo coincidió con el verano". Una cuestión de oferta y demanda.
Es cierto que la información de Uber indica que la demanda se recuperará y remontará a niveles previos, pero estos conductores explican que lo mejor ahora mismo es actuar con cautela.