Hoy vamos a hablar de Suiza, ese país famoso por ser el paraíso fiscal de los ricos, hacer un chocolate delicioso, tener mucha nieve y ser neutral en las guerras. No te pierdas sus curiosidades más sorprendentes.
En anteriores ediciones: Corea del Sur, Corea del Norte, Japón, China, Tailandia y Rusia.
No hay competiciones de motor
No hay apenas competiciones de coches. En principio estaban prohibidas a raíz del tristemente famoso accidente de Pierre Levegh en las 24 horas de Le Mans de 1955; donde murieron 80 personas, causando que el Gobierno de dicho país las calificara como peligrosas para la gente que acudía a verlas. Había una contradicción obvia en este hecho porque es un país donde muchas estrellas de la F1 tienen fijada su residencia y, además, tienen su campeonato nacional de rallies desde 1973, pasando simplemente a celebrar las pruebas en los países colindantes.
En junio de 2007, 60 años después, el Parlamento suizo propuso derogar la ley y se levantó la prohibición. Pero, de todas formas, no hay tradición de deportes de motor y la gente no acude a verlo, fundamentalmente por el medio ambiente.
"Muchos mucho"
Suiza es muy famoso por comer mucho chocolate (hasta 12kg por persona al año), hacer muchos quesos y muy grandes (algunas piezas de Emmental pueden llegar a pesar más de 120 kilos), tener muchos bancos (hay más bancos que dentistas), muchas cafeterías Starbucks (ya hay más Starbucks que bancos), muchos relojes (realizan la mitad de la producción mundial de relojes de lujo), muchas montañas (el 70% de Suiza está cubierto de montañas) y muchos lagos (más de 1500 lagos, nunca estarás a más de 20 km de un lago). Es el país del “mucho”.
Tu propio refugio nuclear, por si acaso
En 1963, en plena Guerra Fría, se estableció mediante una ley federal la exigencia a los habitantes del país helvético de tener un refugio atómico bajo el suelo de las casas. El 9 de marzo de 2011, la Cámara baja aprobó una moción para suprimir la norma, pero dos días más tarde, el terremoto y tsunami que arrasaron Fukushima I, reactivaron el miedo y la moción salió negativa.
Actualmente hay 300.000 refugios en casas, hospitales y colegios, más otro medio millar de carácter comunitario, con capacidad total para albergar al 114% de la población. Si vas a construir una casa y quieres evitar tener que construir el búnker, también puedes aportar 1.500 francos (1.247 euros) de tasa al Gobierno local para asegurarte una plaza en el refugio comunitario más cercano.
Han inventado un montón de cosas
Crearon velcro, el celofán, la navaja suiza, la absenta (bebida alcoholica), el pelador de patatas, la fuente de texto Helvetica, el LSD, el muesli, el chocolate con leche y Henri Nestlé, que era suizo, inventó el Nescafé, por nombrar unos pocos. También fueron pioneros en la introducción de el trineo como deporte de competición, aunque no inventaran el artilugio ellos.
Costumbres suizas
Cuando te presentan a alguien hay que dirigirse de “usted” en el respectivo idioma de la provincia (cantón) en la que te encuentres, seguido de su apellido. No hay que llamar a una persona desconocida por su nombre de pila, ni besarla, el saludo se compaña con un apretón de manos. Lo de los tres besos es sólo con amigos o personas que conozcas muy bien.
Como cosas raras, en Suiza no corren las cortinas, puedes ver dentro de las casas. Si a esto sumamos la arquitectura suiza, que en general usa mucho los acristalados, puedes ver prácticamente todo lo que pasa en la vivienda. O también, se descalzan. Esto pasa en muchas otras partes del mundo, como en Alemania, Escandinavia, Japón, Corea o Turquía, no solo muestra respeto al anfitrión, sino que mantiene el suelo limpio más tiempo.
Y para terminar, en general, la solidaridad y convivencia civilizada con tu comunidad es importante. Me refiero a que te pueden llamar a la policía fácilmente por hacer escándalos en casa (no como en España que podemos aguantarle la música al de abajo hasta la madrugada) o se avisa a los vecinos si planeas hacer una fiesta, la gente te dice hola muy a menudo por la calle, aunque no te conozca. También está el tema de la puntualidad, la puntualidad es fundamental para los suizos, los diez minutos de no encontrar aparcamiento en Suiza no se entienden.
Las armas son legales
Suiza es uno de los países con menor índice de criminalidad con arma de fuego, sin embargo, también es el país europeo con mayor número de armas en manos de la población civil y el cuarto país con más armas de fuego del mundo. Según la ONG _Small Arms Survey_, con sede en Ginebra, hay 46 armas por cada cien suizos.
Se debe a la peculiaridad de su sistema de milicia. Las Fuerzas Armadas suizas apenas cuentan con un 5% de militares, el resto del cuerpo en caso de necesidad lo forman ciudadanos de entre 20 y 34 años y durante todo el tiempo que se suponga están registrados como “soldados”, en activo o no, guardan las armas en casa.
Anti-PowerPoint
Existe un partido político llamado Anti-PowerPoint Party (APPP, Partido Anti-PowerPoint). La eliminación de esa funcionalidad de Microsoft Office es la única tarea que, a priori, interesa a este nuevo partido. Según su comunicado, esperan ser cuarta fuerza política del país y extenderse a toda Europa, incluida España.
La APPP se ve a sí misma como «la defensora de aproximadamente 250 millones de personas en todo el mundo, que, cada mes, están obligados a estar presentes durante las presentaciones aburridas en las empresas, universidades, o en otras instituciones y que, hasta ahora, no tenían ninguna representación en la política». A mi me caen bien desde ya.
Cantones y población
Antes usé la palabra cantón. Bueno, Suiza tiene 26 cantones, que son los estados federales de la Confederación Suiza. Varían mucho en tamaño, población y carácter. Por ejemplo, el cantón de Ginebra comprende una sola ciudad urbe y el cantón de Uri está enteramente entre montañas y valles. O la población del cantón de Zurich es más de un millón, mientras que la de Appenzell Rodas Interiores cabría entera un estadio de fútbol.
La idiosincrasia territorial se acentúa más si tenemos en cuenta que tienen cuatro idiomas nacionales. Sin embargo, me dicen residentes que si no sabes uno de ellos y hablas en otro, es probable que hasta los mendigos te entiendan pues ya en la escuela se estudian tres idiomas mínimo: el oficial de tu cantón, el segundo oficial (alemán o francés) e inglés. Casi el 60 por ciento de la población es competente en Inglés. En el _college_ (universidad), se amplía normalmente uno más.
Otra cosa curiosa respecto a la población es que según los datos de Universia, reciben más visitantes que residentes tienen. Es decir, la población actual es de 7,6 millones pero, cada año, visitan Suiza 8,6 millones. De estos, casi en 80% se concentra en las tres grandes urbes (Ginebra, Berna y Zürich) por lo que en estas es muy fácil apreciar una obvia diversidad cultural por las calles. Los extranjeros representan alrededor del 25 por ciento de la población, uno de los porcentajes más altos del mundo.
Suiza sí que va sola
Suiza no está gobernada por un jefe de Estado, en cambio, tienen un consejo ejecutivo de siete miembros que sirven como cabeza colectiva. Un presidente es elegido en “mandatos” de un año en el cargo pero es considerado como primus inter pares o primero entre iguales y no decide ni propone nada sin los otros.
Existe un impuesto para tener un perro
Hay impuestos anuales determinados por el tamaño y el peso del perro que varían entre 40 y 150 francos suizos al año. Los dueños deben registrar a su mascota en su municipio, pagar el impuesto y, además, hacer unos cursos obligatorios de certificación de aptitud para aprender a cuidar adecuadamente a la mascota. Son de 4 horas teóricas y 4 prácticas por cada perro nuevo, independientemente de la procedencia de este (de refugio, criado, exportado, etc.).
El impuesto, se usa para financiar los contenedores de residuos y bolsas de plástico («sistema _robidog_») con los que el dueño del perro recoge los excrementos de su animal, en lugar de cargárselos a toda la población en general, lo cual se ve bastante lógico.