A Alphabet le va todo muy bien. Los ingresos crecen, los beneficios aumentan. Y todo gracias a sus tradicionales huevos de oro. No hay novedades en este aspecto, todo sigue el programa habitual.

Google Search, Maps, Gmail, Android y YouTube son imperios donde no se pone el Sol. También tiene apuestas fuertes con alta proyección como Google Photos o sus servicios en la nube. Pero a la hora de salir de software y servicios, y pasarse al plano de lo físico, empiezan las dificultades.

El caso más memorable: Google Glass. Será recordado por los optimistas como una tecnología adelantada a su tiempo. Pero el resto mantienen una posición sobre el escaso valor que ofrecía a sus usuarios. En el caso de Boston Dynamics, parece que se pudo resumir en miedo por parte de los ejecutivos de Alphabet a la opinión pública, que veía los robots bípedos y cuadrúpedos de Google como algo amenazante.

También comentamos como la lucha de egos interna entre sus ejecutivos estaba dañando a divisiones como Nest, encargada de productos para el hogar inteligente de Alphabet. Su sistema de coches inteligentes de momento no parece haber encontrado mayores problemas, aunque tardará años en ir demostrando su potencial. Una flor en el desierto.

Bloqueo modular

Project Ara

El último ejemplo es Project Ara, la ambiciosa idea de Motorola y Google de conseguir un sistema de smartphones modulares capaces de competir en el mercado con los dispositivos unificados. Tras años de diseño, Rick Osterloh ha decidido que no merece la pena seguir adelante con él. El directivo a cargo de la rama de Hardware de Google, volvió a principios de año a Google tras dejar Motorola en la unificación de Lenovo.

En Hipertextual ya avisamos de las dificultades que tendría el proyecto. Es indeciblemente difícil producir elementos tan complejos como un smartphone. Las dificultades de Samsung con el Galaxy Note 7 son prueba de ello.

Pixels y Nexus, en duda

pixel 2

Bajo el nombre Pixel, Google puso a la venta inicialmente un Chromebook con algunas interesantes especificaciones y buen acabado, pero con un elevado coste. Dos años después lo renovó añadiendo USB Type-C y más novedades, solo para quitarlo de venta sin aviso recientemente.

La tablet homónima, fabricada por Google, tampoco tuvo buena recepción por parte de los usuarios. Un precio superior a la media de tablets con Android, y que Google sigue relegando las pantallas grandes a un segundo plano.

Este año Google podría poner fin al programa Nexus según un fuerte rumor. O cambiar lo que Google espera de ellos. A pesar de que casi todos los smartphones vendidos por Google pero fabricados por Samsung, LG, Huawei y otros han tenido buenas críticas, nunca han conseguido despegar en el mercado.

Parón a Google Fiber

Google Fiber Space - Kansas City

Otra iniciativa voraz es Google Fiber, que ofrece fibra óptica de gigabit en Estados Unidos a precios asequibles, y que ha ayudado a que las operadoras de Internet de varias ciudades se despierten de sus cómodos pseudomonopolios locales y empiecen a competir de nuevo.

Tras iniciar operaciones en múltiples ciudades durante estos años, Google ha decidido reorientar sus esfuerzos. Poner fibra es muy caro, y no tiene suficiente recompensa inicial. Sergey Brin, fundador de Google y hoy a cargo de “X”, la rama de proyectos ambiciosos de Alphabet, ha ordenado que su personal sea drásticamente reducido, mientras se retrasa indefinidamente la expansión a nuevas ciudades. Es posible que Google pase a ofrecer servicios celulares, que tienen distintas complejidades, pero puede llegar a más personas con menos inversión.

Se pinchan los globos

loon

Tras tres años siendo desarrollados, los globos aerostáticos de Project Loom no despegan. Mike Cassidy, el directivo de X encargado del proyecto fue apartado en agosto del proyecto.

Tom Moore, el nuevo encargado de “Loom”, tiene por delante una tarea titánica: pasar los globos de la eterna fase beta en la que se encuentran, sortear regulaciones y poner a otras operadoras, agencias y Gobiernos en la misma cesta. Una tarea mucho más difícil que crear los propios globos.

Facebook tiene un proyecto similar con su Aquila. Drones solares de amplia envergadura que surcarán los cielos distribuyendo Internet de forma inalámbrica en zonas con mala o nula infraestructura.

¿Serán capaces Google y Facebook de arrancar sendas iniciativas? Esperemos que sí, o “Loom” y “Aquila” quedarán reducidos a la maqueta del drone que el fundador de Facebook, Mark Zuckerberg, regaló al Papa Francisco hace unos días.

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