La respuesta a esta pregunta es a la vez sencilla y complicada. Y es que, ¿qué consideramos inteligencia? Es más, ¿en qué nos basamos para medirla? O, ¿qué estructura la define? Bueno, esta última cuestión tiene una respuesta más sencilla: el cerebro, ¿no? Pero ¿qué es un cerebro? Bueno, la cosa empieza a complicarse cada vez más y más. Según las pruebas paleontológicas, muy probablemente el primer ser inteligente de este planeta fue... un molusco muy parecido a los pulpos actuales. Pero vamos a hacer un repaso de la evolución del sistema nervioso. Esperemos que tras él nos queden menos dudas.

¿Cuándo apareció la inteligencia?

Comencemos por casi el principio de la vida. Pero saltándonos algunos buenos millones de años. En un punto dado, las células primitivas comienzan a ser cada vez más complejas. De pronto se asocian para ser más eficientes en sus tareas diarias. Más prolíficas. Millones de años después aparece lo que se conoce como diferenciación: Aunque las células proceden todas del mismo sitio, siendo iguales, algunas comienzan a ejecutar tareas específicas mientras que las otras se encargan de otros trabajos en la enorme colonia. Felicidades, acabamos de asistir a la aparición de los tejidos diferenciados. A estas alturas no podemos imaginar animales al "uso". Casi todas las asociaciones de células tienen formas vagas y poco definidas. Son los conocidos como organismos pluricelulares. Aquí es donde comienza el viaje de la "inteligencia". Estos organismos poseen capas de células externas (ectodérmicas) capaces de "sentir" a su alrededor. Reaccionan a estímulos. Su especialización les permite reaccionar cada vez más rápido y mejor.

Esto es un hidrozoo
Esto es un hidrozoo

Con el tiempo, y dando otro enorme salto, aparecen los primeros invertebrados ancestrales. De eso hace unos 500 millones de años. La complejidad va abriéndose paso y la especialización de las células coge un mayor protagonismo. Por fin tenemos algo que podríamos identificar como animales. La presión evolutiva, muy probablemente, fue el motor que promocionó que algunas de aquellas células "sensibles" del ectodermo se convirtieran en herramientas cada vez más eficientes y veloces. Aparece la posibilidad de transmitir una señal eléctrica. Es el comienzo de las neuronas. Los animales, cada vez más parecidos a lo que conocemos hoy día, adquieren sistemas nerviosos organizados y muy primitivos. Los primeros en formar una red neuronal, sin duda, fueron los cnidarios (los hidrozoos, en concreto).

primer ser inteligente
Fósil de un belemnites, un ancestro de los cefalópodos actuales.

Pero a la vez, los moluscos, un filo más "avanzado" (si es que eso tiene algún sentido en biología), se esforzaba en la carrera por la inteligencia. No son los únicos: artrópodos y anélidos, entre otros muchos, comienzan a "copiar" el sistema de redes neuronales. Aparecen entonces los primeros pequeños cerebros, los ganglios. Estos son conjuntos de células nerviosas especializadas en realizar una serie de acciones concretas. ¿Es esto inteligencia? Todavía no. Volvamos a los moluscos, que también copian el sistema ganglionar, pero lo mejoran. Añaden aún más neuronas, las especializan y, de pronto, unos 400 millones de años atrás, aparece lo que se conoce como ganglio cerebral. Ahora sí, ha aparecido el primer ser inteligente del planeta.

¿Por qué el pulpo?

Los moluscos poseen varios grupos de animales tan diversos como los correspondientes a los mejillones y berberechos, los pulpos o los caracoles. ¿Qué convierte a los pulpos (o sus ancestros) en los primeros seres inteligentes. Como decíamos, el secreto se encuentra en su ganglio cerebral. Al contrario de lo que pensábamos hace unas décadas, el ganglio cerebral de los pulpos está muy, muy especializado. De hecho es, literalmente, un cerebro primitivo, capaz de decidir, operar y sentir. Aunque probablemente la forma de hacerlo nos resultaría bastante extraña. Su cerebro, al contrario que el de casi el resto de los animales inteligentes, rodean al esófago. Es la reminiscencia de un anillo cerebral pero muy, muy desarrollado. Tanto que se diferencian diversas partes del mismo.

Los cefalópodos son conocidos por su complejo comportamiento y ciertas capacidades cognitivasEste núcleo es lo suficientemente complejo como para albergar lo que conocemos como inteligencia: la capacidad de pensar, entender, razonar, asimilar, elaborar información y emplear el uso de la lógica. Al menos hasta cierto punto. Esto se ha comprobado en numerosas ocasiones. Actualmente, los cefalópodos son conocidos por su complejo comportamiento y ciertas capacidades cognitivas primitivas. Para avalar su inteligencia, varios estudios genéticos desvelaron hace un tiempo los marcadores que solemos asociar a esta capacidad.

pulpo
Pseudopanax (Wikimedia)

Así, lo que encontraron los científicos son numerosos genes y moléculas asociados al desarrollo neuronal y, más importante, cerebral. Jamás nadie se hubiera imaginado que un invertebrado, que por definición carece de los caracteres básicos que necesita un sistema nervioso central para desarrollarse, tendría este tipo de juegos genéticos y moleculares. Una de las cosas más interesantes de todos estos estudios es que nos permite conocer mejor la evolución de la inteligencia y los sistemas nerviosos como el nuestro. Y es que, aun siendo tan diferente, existen similitudes inevitables tanto si tenemos dos como ocho brazos.