Como fabricante de videoconsolas, Nintendo no está pasando por su mejor momento, pero sus propiedades intelectuales —personajes, mundos, lore, etc— son casi de reconocimiento mundial.
Los japoneses quieren convertir a Mario en su Mickey Mouse, a Link de Zelda en su Captain America, y a Samus Aran en su Iron Man. Para hacerlo realidad, los japoneses han iniciado conversaciones con estudios de Hollywood con los que colaborar a la hora de convertir toda esta propiedad intelectual en éxitos de taquilla y sacar rédito. Ya en enero anunció que licencia su propiedad intelectual para hacer más animes, y ahora se atreve a ir mucho más allá.
Nintendo quiere involucrarse en el producto final, y estar presente en todo el proceso de rodaje. Así dijo Makoto Wakae, portavoz de Nintendo en declaraciones recogidas por el WSJ: “Aportaremos los fondos y estaremos dentro” del proceso de decisión. Así que podemos esperar un nivel de coordinación similar al de Marvel Studios en sus películas que al de Saul Zaentz y la familia Tolkien en las adaptaciones del universo de la Tierra Media, por poner dos ejemplos.
Las franquicias de Nintendo son interminables: todo el universo Mario, el profundo lore de Zelda, Pokémon, Metroid, StarFox, Kirby, F-Zero, Fire Emblem, Animal Crossing, Donkey Kong… la lista sigue y sigue. Por delante quedan años de trabajo para unos, y de paciente espera para otros, hasta que podamos ver la primera película —o serie— de esta nueva etapa de Nintendo.